Ferdinand I (1587-1609) added the pretty Tribuna and other rooms, and brought hither a number of the treasures from the Villa Medici at Rome.

Well we are coming to in the Tribuna.

And here we enter the Tribuna, which is to the Uffizi what the Salon Carré is to the Louvre: the special treasure-room of the gallery, holding its most valuable pictures.

Probably the statue famous as the Venus de' Medici would be considered the Tribuna's chief possession; but not by me.

The rooms next the Tribuna have for some time been under reconstruction, and of these I say little, nor of what pictures are to be placed there.

But with the Tribuna, in any case, the collection suddenly declines, begins to crumble.

163on the contrary would be from life; and after the Tribuna portrait of Rubens' first wife it is interesting to find here his pleasant portrait of Helen Fourment, his second.

The Tribuna del David, as the Michelangelo salon is called, has among other originals several figures intended for that tomb of Pope Julius II (whose portrait by Raphael we have seen at the Uffizi) which was to be the eighth wonder of the world, and by which the last years of the sculptor's life were rendered so unhappy.

The first statue on the right of the entrance of the Tribuna del David is a group called "Genio Vittorioso".

The hero of the Museum is Galileo, whose tomb at S. Croce we have seen: here are preserved certain of his instruments in a modern, floridly decorated Tribuna named after him.

The frescoes in the Tribuna celebrate other Italian scientific triumphs, and in the cases are historic telescopes, astrolabes, binoculars, and other mysteries.

Sus deseos se habían cumplido; los concurrentes le subieron en brazos á la tribuna, y comenzó la Misa.

al alejarse, cuando de pronto sonó un grito en la tribuna, un grito desgarrador, agudo, un grito de mujer.

La multitud se agolpo á la escalera de la tribuna, hacia la que, arrancados de su éxtasis religioso, volvieron la mirada con ansiedad todos los fieles. ¿Qué ha sucedido?

preguntaban las damas al asistente, que, precedido de los ministriles, fué uno de los primeros á subir á la tribuna, y que, pálido y con muestras de profundo pesar, se dirigía al puesto en donde le esperaba el arzobispo, ansioso, como todos, por saber la causa de aquel desorden.

En efecto, cuando los primeros fieles, después de atropellarse por la escalera, llegaron á la tribuna,

El nuevo organista, después de atravesar por en medio de los fieles que ocupaban las naves para ir á besar el anillo del prelado, había subido á la tribuna, donde tocaba unos tras otros los registros del órgano; con una gravedad tan afectada como ridícula.

Cuando el organista bajó de la tribuna, la muchedumbre que se agolpo á la escalera fué tanta, y tanto su afán por verle y admirarle, que el asistente temiendo, no sin razón, que le ahogaran entre todos, mando á algunos de sus ministriles para que, vara en mano, le fueran abriendo camino hasta llegar al altar mayor, donde el prelado le esperaba.

Yo me acuerdo, pobrecito, como si lo estuviera viendo, me acuerdo de la cara de maese Pérez, cuando en semejante noche como ésta bajaba de la tribuna, después de haber suspendido al auditorio con sus primores....

abrí la puerta que conduce á la tribuna....

Llevad al cuello un escapulario tocado en la reliquia de San Pacomio, abogado contra las tentaciones, y marchad, marchad á ocupar la tribuna del órgano; la Misa va á comenzar y ya

La hija de maese Pérez abrió con mano temblorosa la puerta de la tribuna para sentarse en el banquillo del órgano, y comenzó la Misa.

See also p. 101, note 2.] La superiora, las monjas y algunos de los fieles corrieron á la tribuna. ¡Miradle, miradle!

decía la joven fijando sus desencajados ojos en el banquillo, de donde se había levantado asombrada para agarrarse con sus manos convulsas al barandal de la tribuna.

Then he went to Madrid and assumed the management of La Tribuna and in 1890 returned to Havana and resumed the publication of La Fraternidad.