Agradabilísima emoción nos produjo el noble cuanto gracioso aspecto del primer cuadro que apareció á nuestros ojos.

El caballero le suministró las noticias que deseaba, pues estaba perfectamente enterado de cuanto habia ocurrido en la corte de Agramante, y le describió el combate personal que Rugiero sostuvo con Mandricardo, diciendo que el Tártaro habia quedado muerto en el campo; pero que su vencedor salió tan mal herido, que permaneció más de un mes postrado en el lecho, inspirando su vida sérios temores.

Su actitud, negándose a reconocer a Huerta, que bien o mal, tuerto o derecho, como dijo Root, era el Presidente de facto y poniendo en ejecución cuanto arbitrio podía contribuir a su caída, no fué otra cosa que una intervención.

Está consagrada al individuo en cuanto individuo; va en derechura a llamar en las puertas de su recóndita alma personal.

Dice a sus traviesas niñas, No me negaréis que sois, Cuanto bellas, engañosas, Cuanto amadas, sin amor.

Él, sintiéndose tan frio de bolsa cuanto caliente del estómago, tomóle tal calofrío que le robó la color del gesto, y comenzó á turbarse en la plática, y á poner excusas no válidas.

El marqués de Bradomín en cuanto católico creyente, es mucho más diabólico que el Don Juan de Zorrilla.

Cerca de él, amontonados formando pila, unos cuantos feísimos y desvencijados cofres.

Cuando Dios ha preparado castigos para unos actos y premios para otros, ha debido hallar en ellos una diferencia intrínseca; y por esto les ha señalado destinos diferentes; pero segun el sistema que combatimos, los actos no serian buenos sino en cuanto conducentes al premio, y no habria ninguna razon porque condujesen á él los unos con preferencia, á los otros.

La otra potencia de que se valía doña Inés, sin estudio, espontánea y sencillamente para blanquear y hasta para dorar la tenebrosa negrura de su concepto schopenhaueriano del mundo, era el sentimiento vivísimo y atinado, fuente inexhausta de puros deleites, con que percibía su alma toda belleza, tanto espiritual cuanto corpórea.

El marqués de Bradomín en cuanto católico creyente, es mucho más diabólico que el Don Juan de Zorrilla.

Juventud, con cuanto cuidado la criaban los Mejicanos, 211.

De la cima de un cerrillo que permitía otear todo el patio de la Fábrica, dos hombres apacentaban la vista en aquel curioso cuanto inesperado espectáculo.

Cuando personas de tanto viso podían asistir á tal espectáculo, sin arriesgar la majestad ó la reverencia debida á su jerarquía y empleo, era fácil de inferirse que la aplicación de una sentencia legal debía de tener un significado tan serio cuanto eficaz; y por lo tanto, la multitud permanecía silenciosa y grave.

Comprendió que, en su ausencia, entre la plebe Germen de rebelión vertido había La callada traición con soplo aleve: Y, si hasta entonces escondido y leve, Cuanto más encubierto más seguro, Vió que el volcán de la discordia hervía De su regia ciudad dentro del muro.

No le venía mal la independencia hasta para la conservación de su fácil ortodoxia, de su perfecta conformidad con el espíritu y la letra de cuanto enseña y practica la Santa Iglesia.

De la cima de un cerrillo que permitía otear todo el patio de la Fábrica, dos hombres apacentaban la vista en aquel curioso cuanto inesperado espectáculo.

Según avanzaba, todo en torno mío comenzó a cambiar: cuanto hasta allí me fué familiar se descomponía, y perspectivas nuevas surgieron ante mí.

Waldeck[106] describió las ruinas á fines del siglo XVIII, dedicando especialmente su obra al estudio de su famosa cuanto simbólica Cruz, que gracias á sus dibujos, los de Stephens, de Castañeda y las fotografías de Charnay, ha salvado hasta nosotros, pues que ella fué extraída del grupo esculpido en medio del cual se encontraba con toda su primitiva grandeza[107].

Cerca de él, amontonados formando pila, unos cuantos feísimos y desvencijados cofres.

Que las capillas y demas oficinas construidas, estaban hechas á todo costo, en lo doble de las paredes, lo arreglado de los edificios, y lo labrado de las maderas, y que á justa tasacion, avaluada cada capilla y sus respectivos cuartos, no descaecia del valor de seis mil pesos: y que era constante cuanto habia gastado S. S. de su propio peculio, á fin de perfeccionar la labor comenzada.

Grande había sido la alegría de las monjas de Romsey al saber que la noble cuanto hermosa Constanza de Morel había pedido ser recibida como hermana suya, tras corto noviciado.

Supongamos por un momento que cuanto viste, y cuanto hiciste, desde que por virtud de las pociones mágicas imaginaste despertar remozado, todo carece de ser real fuera de ti.

«Por mi parte—añadió descorazonado y casi á punto de romper en llanto,—he hecho cuanto humanamente podía.

De perlas, hijos, de perlascomentó don Angel Bellido, que éste era el nombre, tan propio cuanto impropio, del prestamista.