77 Adjetivos para describir dio

Océano era un viejo dios de luengas barbas y cornuda la cabeza, que vivía en una caverna submarina con su mujer Tetis y sus trescientas hijas las Oceánidas.

Jaime sentábase junto a ella, frente al teclado, y procuraba seguirla como acompañante en las piezas que interpretaba, siempre del mismo autor, del dios, del único.

] Lo que á nuestro asunto interesa en este ídolo de Collo-Collo, ó figuración trina y una de Imaymana, Tocapo y Atticci, padre este último de los primeros, que representa al dios acuático por excelencia, son cabalmente esas esculturas zoomorfas de su banda frontal, con grabados cruciformes en sus cuerpos, tanto más cuanto que ellas han sido trabajadas sobre esos pescados á que aluden Wiener y Lafone Quevedo.

Difícil es que yo solo, aunque sea valiente, persiga á tantos guerreros y con todos lidie; y ni á Marte, que es un dios inmortal, ni á Minerva, les sería posible recorrer un campo de batalla tan vasto y combatir en todas partes.

Garcilaso tiene por dios supremo a Pachacámac, y por dios inferior a Viracocha, y el P. Valera identifica a Pachacámac y Viracocha.

Astíoque, que era virgen ruborosa, subió al piso superior, y el terrible dios se unió con ella clandestinamente.

Los marinos que navegaban al pie de la gran montaña continuaron viendo en ella á un antiguo dios, hasta el día en que empezó otro ciclo de la historia con nuevo culto y nuevas divinidades.

12 Guárdate que no hagas alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean por tropezadero en medio de ti; 13 mas derribaréis sus altares, y quebraréis sus imágenes, y talaréis sus bosques; 14 porque no te inclinarás a dios ajeno; que el SEÑOR, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.

El gran templo y los edificios que lo rodean inconclusos, como quedaron, se remontan á la época preincásica y fueron dedicados á Viracocha, dios tutelar de los Aymará; más la edificación fué suspendida por los Incas, para quienes Tiahuanaco, asiento de este culto, era un rival de Pacaritambo, cerca del Cuzco, centro del culto solar de los Quichuas.

» 208 Respondióle muy indignado el poderoso dios que sacude la tierra: «¿Qué palabras proferiste, audaz Juno?

Así—le replicó el poeta entusiasmado—parece que el dios ciego ha ofrecido su carcaj simbólico a la reina de Maragatería... Y la abuela, en un repente inesperado y brusco, manifestó augural: En nuestro país no se admiten reinas.

Israel, si me oyeres, 9 no habrá en ti dios ajeno, ni te encorvarás a dios extraño.

Son éstos los que llevan á cuestas á guisa de sombrero, como el dios escandinavo, un gran caldero, enorme molde de quesos, cuyo borde les da en los talones y que les priva de ver la luz; van con una inmensa fórmula, en que creen que cabe todo, para aplicarla, pero no encuentran leche con que hacer el queso colosal.

En aquellas repúblicas de dioses había siempre algún dios máximo, algún verdadero monarca.

«¿Eres algún dios convertido en pastor, que así has abrasado el corazón de una doncella?» ¿Puede una mujer regañar así?

Y parece Bochica, el gran dios de los indios chibchas, que tiene cetro jupiterino y a quien sus adoradores, si hubiesen sabido latín, hubieran aplicado el horaciano: Cuelo tonantum credidimus jovem Regnare... Y es admirable la tradición del Cacique Áureo, del dios primitivo y del Lago Místico.

La Cordera recordaría a un poeta la zavala del Ramayana, la vaca santa; tenía en la amplitud de sus formas, en la solemne serenidad de sus pausados y nobles movimientos, aires y contornos de ídolo destronado, caído, contento con su suerte, más satisfecha con ser vaca verdadera que dios falso.

O todopoderoso, perdurable dios! tu que guias los perdidos: e los reyes orientales por el estrella precedente a Belen truxiste: e en su patria los reduxiste: humilmente te ruego que guies a mi Sempronio: en manera que conuierta mi pena e tristeza en gozo: e yo indigno merezca venir en el deseado fin.

Orestes, al sacrificar a Clitemnestra para vengar el asesinato de su padre, había obedecido las órdenes del dios Apolo, pero ella sólo había obedecido al odio y este dios infernal jamás deja una rama de olivo en las almas por donde pasa.

Después, ha bebido como un pozo... y, con todo, ahí lo tienen ustedes fresco y resuelto como un joven dios...

Saludémosle con respeto, ya que no con amor... ¡Con amor no! Yo no puedo amar á ese dios subterráneo que ennegrece los rostros y no pocas veces también las conciencias.

Y tomó de ese apellido el principio y el fin, ó sea la primera y la última letra, y repitiéndolas en una sola palabra formó el seudónimo por el cual le conocemos desde entonces, y que es también el nombre del dios mitológico de la Risa.

El carbón, ese dios modesto, pero útil, ha reemplazado las alas del poético Ángel de la Guarda que llevábamos en nuestras velas, y ha cambiado las condiciones del mar.

sin dubda encomparablemente es mayor tal galardon que el seruicio: sacrificio: deuocion e obras pias que por este lugar alcanzar tengo yo a dios ofrescido.

Suspira el héroe, y alzando los ojos al anchuroso cielo, exclama: 365 «¡Padre Júpiter, no hay dios más funesto que ! Esperaba castigar la perfidia de Alejandro, y la espada se quiebra en mis manos, la lanza resulta inútil y no consigo vencerle.

77 Adjetivos para describir  dio