33 Metáforas para ana
¡Pues decir que en la receta hay otra cosa que erres asaeteadas por delincuentes, y luego Ana, Ana, que juntas hacen un Annás para condenar a un justo! Síguense uncias y más onzas: ¡qué alivio para desollar un cordero enfermo! Y luego ensartan nombres de simples, que parecen invocaciones de demonios: Buphthálmus, opopánax, leontopétalon, tragoríganum, potamogéton senos pugillos, diacathalicon, petroselinum, scilla y rapa.
Sin embargo, yo quisiera mas bien que Ana fuese de mi amo, ó del señor Slender; ó en fin, que fuese del señor Fenton.
Ana Otero era, por tanto, una artista de fama, sólidamente conquistada, y había colocado muy alto a su país en suelo extranjero.
¡Pues atúrdete, Pablo!exclamó Ana con picaresca solemnidad:de su parte vine.
Doña Anuncia pudo apreciar mejor la grandeza de su buena obra cuando vio que Ana «estaba en la calle» o poco menos.
Ana, yo soy de carne y hueso también; yo también necesito un alma hermana, pero fiel, no traidora....
Ana era de la clase; la honraba con su hermosura, como un caballo de sangre y de piel de seda honra la caballeriza y hasta la casa de un potentado.
Ana es una buena doncella, y quiero.....
SLENDER.¡Oh dulce Ana Page! POCOFONDO.Así parece, por sus armas.
Ana María estuvo enferma... de la impresión...alude entonces Regina; pero ya está valiente.
Los pollos de la aristocracia acabaron por confesar que Ana era una excepción; o calculaba más que sus mismas tías, o era una virtud efectiva.
Y mientras Ana los gustaba, Petrona Revolorio, con el chal cruzado, se sentaba a sus pies «no por servicio, sino porque le había cobrado afición» y le hacía cuentos.
Ana María es un hada gentil y vigilante, que sirve á «la hija del Rey» y la deleita en su cautiverio...
Su Ana era como su hija....
¡Esta sí que no es ilusión, Ana!...
Afanada llama a ña Blasa, aya parda ña Blasa, zampada a la larga, nada alcanza la tal llamada; para alzarla, Ana la jala las pasas.
Ana todas las mañanas, por la fresca recorría la huerta y sacudía las ramas cargadas de cerezas acompañada de don Víctor, Pepe el casero y Petra; llenaban grandes cestas, forradas con hojas de higuera, de aquellos corales húmedos y relucientes; y la Regenta sentía singular voluptuosidad sana y risueña al pasar la finísima mano blanca por las cerezas apiñadas sobre la verdura de las hojas anchas y bordadas.
Amparo dejó caer la cabeza sobre el pecho, y su rostro se anubló con expresión tal de desconsuelo y enojo, que Ana la miró compadecida.
Todo eso es miseria, Ana, yo lo desprecio.
Porque doña Ana Es mi mujer, que no quiero, Con desprecios y mudanzas, Apelar de la sentencia.
La severidad maternal hizo que Ana, éste era el nombre de la autora de Corina, manifestase toda su ternura á su padre, y áun se cree tambien que retrató á la que la habia llevado en su seno en la severa lady Edgermond, tan recta, tan virtuosa, pero tan intolerante y tan poco indulgente.
Ana María es novia de Manuel.
Ana fue objeto de curiosidad general.
Tercero, que Ana de Pisseleu era una persona muy feliz, y que a mi también me hubiera gustado mucho, que un rey me diera un condado erigido en ducado, para serme agradable.
Y la perversa Ana Bolena fue el medio de que se valió el diablo para apoderarse de los ingleses, que eran antes fervorosos católicos.