4 Metáforas para elegantes

Ese librote es, como el abanico, como la sombrilla, como la tarjeta, un mueble enteramente de uso de señora, y una elegante sin álbum sería ya en el día un cuerpo sin alma, un río sin agua, en una palabra, una especie de Manzanares.

Elegante y espacioso es el embarcadero del camino de hierro; tomé billete de primera clase en tren directo, cosa que aconsejo á todos tanto por la economía de tiempo como por la mayor seguridad que ofrece, y apénas sonaron las ocho de la mañana en el reloj de la estacion, rompió su majestuosa marcha el tren.

Miñano el elegante, el antiguo abate afrancesado, el antiguo secretario del mariscal Soult, era un escéptico, un volteriano, que no creía en nada; pero como todos los escépticos, se inclinaba en su madurez al despotismo, por considerar que era un sistema de vida más tranquilo, más reposado y menos turbulento que el régimen liberal.

Ella sabe que los elegantes tocados y la atmósfera encantada de lujo y refinamiento, son las investiduras y el ambiente sagrado de su alto misterio de sacerdotisa de la Belleza.

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