20 Metáforas para montañas

Pero vamos á ver que las más altas montañas no son sino aristas imperceptibles en la superficie de la Tierra, por efecto de las enormes dimensiones del globo entero.

Las montañas que determinan la cuenca de este son mucho mas ásperas, salvajes y elevadas que las del lago de Thun, y se levantan repentinamente en estupendos murallones tajados á pico que parecen amenazar desplomarse sobre las ondas.

estas montañas eran de un basalto negruzco, que traía a la memoria la corteza rugosa de la higuera o la dura piel del elefante.

Con más razón que los chinos, porque sus montañas volcánicas son de una perfecta belleza de forma, los japoneses miran con adoración las cumbres nevadas.

Se extienden mucho más allá de la cadena transversal, pues las montañas de las Provincias Vascongadas, de Asturias y Galicia, son continuación suya.

Dícennos que la montaña es una creadora; vierte en las llanuras las aguas fertilizadoras y les envía el légamo alimenticio; con la ayuda del sol, da nacimiento á plantas, animales y hombres; da flores al desierto y lo siembra de ciudades felices.

La montaña estaba a mi derecha; el torrente a mi izquierda.

Pero en los países montuosos la muerte te hiere a traición: la montaña es el disimulo, la celada... Y no soy yo solo quien discurre así: pregúntaselo a El Presumido, que viene detrás, y que en cuanto pasamos de los tres túneles de La Brújula y cruzamos el Arlanzón, empieza a cimbrearse más que una tonadillera.

Y cuando, después de larga emigración, la montaña columbrada á lo lejos no era engañador espejismo, sino verdadera cumbre con nieves y rocas, ¿quién habría podido dudar del viaje hecho por el dios para acompañar á su pueblo? Así es como la montaña, cuya punta acogió á los refugiados del diluvio, no ha cesado de andar por los continentes.

CAPÍTULO II #Las cumbres y los valles# Vista desde la llanura, la montaña es de forma muy sencilla; es un cono dentado que se alza entre otros relieves de altura desigual, sobre un muro azul, á rayas blancas y sonrosadas y limita una parte del horizonte.

La montaña es de oro nativo: no hay una escena de Shakespeare ó un terceto de Dante que no sea de inspiración divina ¡como los versículos de la Biblia!

, ya que la montaña toda es su pedestal para ellos y ven los reinos yaciendo á sus pies.

La isla Española es el Ofir de Salomón con sus áureas minas; un gran río forzosamente debe venir del Paraíso; una montaña es una pera, centro del mundo, y en el pezón está la cuna del género humano; la costa de Veragua es el Áurea de donde sacó el rey David tres mil quintales de oro, dejándolos en testamento a su hijo.

La Montaña Verde es el punto más elevado de las inmediaciones de Vichy.

Las montañas del Norte serán las regiones históricas, las regiones, si es permitido hablar así, conservadoras; y las playas del Mediodía serán las regiones comunicativas, las regiones, si es permitido hablar así, humanitarias.

Cada montaña es, por sus plantas, como un resumen de todo el espacio que se extiende desde su base hasta las regiones polares, á través de los continentes y los mares.

Afortunadamente, la montaña es siempre el retiro más benigno para quien huye de los caminos abiertos por la moda.

Todas las montañas son rojizas, á causa de su vegetación seca y quemada por el frío.

La más alta montaña, era un sillar para aquella granítica muralla.

Cuando chocan en el vértice dos corrientes de aire, ardiente una y fría otra, la nube súbitamente formada se endereza y se arremolina en el cielo: la montaña es un volcán, y el vapor se escapa incesantemente de ella con una especie de furor para ir á replegarse en la lontananza celeste, formando inmensa curva.

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