43 Metáforas para vestido

Sus vestidos eran de abrigo y a propósito para aquel género de vida; en cuanto a la cadena, apenas si sentía el peso.

Cuando aquel vestido gris, que no tapaba los pies elegantes y algo largos, y dejaba ver dos dedos de pierna de matrona esbelta, llegase al suelo, la maravilla de su estudio saldría a luz, el público la admiraría y para la guardaría la Iglesia.

Las niñas fueron a sentarse en las gradas del altar: Sus vestidos eran albos como el lino de los paños litúrgicos.

Sus vestidos eran andrajosos, sus caras torvas, todos encogidos y con la pata en el suelo, necesitábase estar animado del sentimiento del bien público para resolverse á tratar con ellos.

El vestido de Blanca era una antítesis con su serena palidez: una pollera corta de tul de seda color fuego, estrecha, determinaba como un calco las líneas misteriosas del cuerpo, dejando ver bajo el ruedo un zapato de raso del mismo color, sumamente escotado, en el que aparecía el más bello y atractivo pie de mujer.

2 ¿Por qué es bermejo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar?

Su vestido característico era una blusa de seda azul oscuro, y para la calle, en días fríos, una corta chaqueta de piel de Astrakán.

Su vestido es de brocado amarillo con relieves de terciopelo negro, una gorra de la misma estofa y color, y sobre ésta una corona.

Su vestido era de raso color de cereza, con hombreras y profusas guarniciones de plata.

El vestido y el pardessus eran desechos de su hermana, arreglados por la misma Camila.

Semíramis, habiendo en hábito de varon regido á la gran Babilonia, por ella edificada, grande tiempo con mucho saber, el mesmo dia que tal vestido dexó, ganó para la muerte, dada por su hijo, á quien ella en mala parte amaba.

Condiciones rompen leyes; las que te he puesto sabes: si las quisieres guardar, podrá ser que sea tuya y seas mío, y donde no, aún no es muerta la mula, tus vestidos están enteros, y de tus dineros no te falta un ardite; la ausencia que has hecho no ha sido aún de un día; que de lo que dél falta te puedes servir y dar lugar que consideres lo que más te conviene.

El vestido regular en las mujeres es una especie de saco de lienzo de algodón, a que llaman tipoy, sin mangas ni cuello, sino sólo unas puntadas por una de sus bocas con que lo acomodan al cuerpo; otras forman con lo mismo una camisa larga a manera de una alba que es algo más decente, aunque ya esto está bastante mejorado.

Aquella flor mústia del balcon es el vestido negro de aquella mujer, ó el vestido negro de la mujer es la flor mústia del balcon.

La muñeca chica busca el suelo, el vestido es el frunzon, y el bodrio y la tertulia que provoca, es el escondrijo y las maneras degradantes é impropias.

se quitaba su gorrito blanco y desataba sus hermosos cabellos castaños, que caian por su espalda en largos rizos; peinábalos con maravillosa agilidad y los enlazaba despues con graciosa forma detras de su cabeza: un vestido blanco era su única gala en el verano: en el invierno le reemplazaba con uno de lana oscuro.

Lo que es una verdad de a foliodijo Rafaeles el que estáis lindísima con ese peinado, y que ese vestido es del mejor gusto.

Su vestido es de harapos manchados de sangre y lodo.

Isabel comentó: ¡Qué bien vestida estaba la hija de Acevedo! ¡Uf!; es insoportable... ¡Más orgullosa!...

Dormian en unos cadalechos, de horquetas y varas ó palos hechos, y por colchones paja seca por encima; el vestido era de jerga aspérrima, y una túnica de lana mal cardada.

Traia al silencio á su derecho lado, El descuido al siniestro, y el vestido Era de blanda lana fabricado.

Su vestido era lección ó tratado de economía doméstica.

13 Y fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido fue lino, y seda, y bordado; comiste flor de harina de trigo, y miel, y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, y has prosperado hasta reinar.

¡Jesús, qué cosa tan buena! Mi vestido es motivo de admiración.

Ya había saco de padre, Había barba y cabellera, Un vestido de mujer, Porque entonces no lo eran Sino niños: después de esto, Se usaron otras sin estas De moros y de cristianos Con ropas y tunicelas; Estas empezó Berrio; Luego los demás poetas Metieron figuras graves, Como son reyes y reinas.

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