9 Metáforas para visitante

El visitante era de anchas espaldas y constitución robusta; este vigor no se reflejaba en su cara, bella aún, pero singularmente enfermiza y desfigurada por la influencia de una vida desarreglada.

Sus únicos visitantes eran los anticuarios, á los que iba vendiendo los últimos restos de un esplendor saqueado por sus antecesores.

De pronto me asaltó la idea de que mi visitante fuese el demonio en persona, pero luego, mi raciocinio se sublevó resueltamente contra esta suposición.

Ya el visitante estaba en el descansillo.

Pero á continuación pensó que, por ser hombres todos los visitantes, no convenía recibirlos con tanta austeridad.

Las visitantes están maravilladas.

Todos los visitantes deben ser excelentes personas, ya que el Comendador de los creyentes los honra con su invitación, pero los pachás guardadores del Tesoro conocen el impulso tentador de Eblis y demás potencias infernales, y desconfían de la codicia del hombre y de la demencia de la mujer ante el oro que embriaga y la piedra preciosa que enloquece.

Los pequeños presos, al saber que el visitante no era un señor de los Juzgados, sino un hermano del Barrabás, abandonaban su posición rígida, aproximándose unos a otros para aprovechar este rato de inesperada tertulia.

¡Ha venido un hombre, no sabemos quién es! El desconocido visitante estaba en el vestíbulo.

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