28 colocaciones para cisne

Suavemente caía el cabello sobre la espalda; el color de su rostro al mismo mármol semejaba, y no ha existido cuello de cisne más blanco, airoso y suave que el suyo ni seno como aquél, en que parecían haberse dado cita todos los deleites.

Asistiría al día siguiente al entierro de su amada y por la noche concurriría al teatro para oír desde su palco el último acto de Otelo, aquella romanza del Sauce, aquel último canto del cisne, obra maestra de Rossini que tanto gustaba a Magdalena.

Un discípulo se sentó al piano; otros se encargaron de las diversas partes de la obra; Mozart, hundido en un sillón, con el papel ante los ojos, cantaba con una voz trémula y dulce, como el cisne de las leyendas antes de morir.

Elvira es un ángel... con alas de cisne; eres también un ángel, pero con alas de águila...

¿Cómo se me ha ocurrido dejar mi palacio magnífico, mi lecho de marfil cubierto de tapices de plumón de cisne?

La Dama Zuri era una goleta de tres palos, blanca como una gaviota y airosa como un cisne.

Macho y hembra, con una gracia conmovedora, ondulando sus pescuezos de cisne, se prodigan mutuas caricias.

Y como llegase á una rinconada umbría, se tendió sub tegmine fagi recitando cada vez con más fervor los versos del cisne de Mantua.

Parecía que el mundo navegaba por un piélago infinito de plumas de cisne.

Y el viaje de un vago Oriente por entrevistos barcos, y el grano de oraciones que floreció en blasfemia, y los azoramientos del cisne entre los charcos y el falso azul nocturno de inquerida bohemia.

Á más desto tenemos muchas maneras de tintes, que de la noche á la mañana transfiguran las personas, de un cuervo en un cisne callado y que, si hablare, sea dulcemente, palabras confitadas.

Estaban ya nuestros dos peregrinos del mundo, los andantes de la vida, al pie de los Alpes canos, comenzando Andrenio á dar en el blanco, cuando Critilo en los dejos de cisne.

El cuello, envidia del cisne, surge como un tallo de marfil por sobre borbotones de blondas leves como espuma; aretes y cadenillas bajan entre los rizos á esconderse en el seno, y remata el adorno en un milagro de peinado, con sombrerillo ó gorro con encajes, plumas y flores deliciosas.

Del cuervo en esto el lobrego estandarte Cede al del cisne, porque vino al suelo Pasado el corazon de parte á parte.

Y no en vano el divino Euforión surgió en esta tierra a la evocación del cisne de Weimar, pues en esta capital bárbara a cada paso se mira florecer la gracia helénica, ya en la composición de los artificiales paisajes, en las arquitecturas urbanas, en las construcciones monumentales.

El cadáver de un cisne flotaba sobre ellas.

los que leen la traducción de Caro, encuentran en ella el mismo sabor delicioso que se desprende de la lira del cisne de Mantua, la misma fuerza y aquella suavidad exquisita e insuperable que ha hecho de Virgilio el príncipe de los poetas latinos.

Resolviéndose a escribir su cuento bajo el epígrafe de «El Canto del Cisne», pensó que sería conveniente «experimentar» la muerte de un cisne verdadero, pues él nunca vio morir ninguno.

Y pruebo más trajes; uno azul, del azul de los lagos, bordado de verdes chispas de cristal y largas cintas de seda crespa, y otro blanco, en que se desflecan orlas de cisne, y otro del tono leonado de las pieles fulvas, transparente, bajo el cual se trasluce un forro de seda naranja, azafranoso...

De ellas, tres son las antiguas doncellas de rostro de cisne, con un único ojo y un diente común, a las cuales jamás visitó el sol con sus rayos ni en la noche la serena luna.

Alcatraz ó Pelícano, pájaro acuático del tamaño del cisne, de color blanco, que con los años degenera en rubio; debajo del pico tiene una especie de saco en que deposita la pesca que coje para comérsela después con toda comodidad.

Las garzas blancas las encontraba más puras y más voluptuosas, con la pureza de la paloma y la voluptuosidad del cisne; garridas, con sus cuellos reales, parecidos a los de las damas inglesas que junto a los pajecillos rizados se ven en aquel cuadro en que Shakespeare recita en la corte de Londres.

Pues es la viuda de Nino, ya expira; a imitación del cisne, canta y muere.

MELIB.o sabrosa traycion / o dulce sobresalto: es mi senor de mi alma es el? no lo puedo creer: donde estauas luziente sol? donde me tenias tu claridad escondida auia rato que escuchauas: por que me dexauas echar palabras sin seso al ayre con mi ronca boz de cisne?

Inmediatamente cundió por el comedor el olor fétido de la carne de cisne...

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