315 colocaciones para habitaciones

Repentinamente, no qué impulso hizo fijar mi vista en una pequeña placa de metal sobre la puerta de una sucia habitación.

Hecha esta operación colocan el féretro en el centro de la mejor habitación de la casa y principian las fiestas que duran mientras tiene dinero que gastar la familia.

Ahora creyó ver en el fondo de la habitación á Celinda montada á caballo; pero no como una amazona pigmea, sino con su talla ordinaria.

Salvador la agarró por un brazo y la llevó al otro extremo de la habitación, casi en vilo.

Por último, la sirvienta declara que aquella noche Rosario y el Sr. Pinzón habían concertado verse y hablarse en la ventana de la habitación de este último, que da a la huerta.

Si la perspectiva del patio era desapacible, el interior de la habitación tenía indudablemente cierto encanto, no porque en él hubiera cosas bellas, sino por la sencillez y modestia que allí reinaba, y el cuidadoso aseo y esmero, única elegancia de los pobres.

» IX Estaba el hombre fuera de , delirante; y sin echar de ver que la vieja se había largado á buen paso de la habitación, siguió hablando como si delante la tuviera.

La escasa claridad, reflejándose en los cristales del aparador y de los cuadros, dejaba en sombra los ángulos de la habitación; tras los visillos rojos de la puerta del gabinete dormían los padres y, al fondo del pasillo, estaba el cuarto de Leocadia: en torno de ambos hermanos todo era sombra y silencio.

Un gran número de edificios modernos, entre los cuales es conveniente mencionar el magnífico teatro que costó un 15 millón de pesos y muchas casas de habitación, le dan un aire de bienestar y de prosperidad.

Dicha luz reproducía en el techo de la habitación el foco de los candelabros, con las sombras de su armadura, y esta imagen fantástica, temblando sobre la superficie blanca del cielo raso, atraía las miradas de la triste joven, que estaba tendida en una butaca con la cabeza echada hacia atrás.

Después, la voz del marido sonó en el silencio de la habitación, lacónica, triste y monótona: Es tarde, Cristina, es tarde.

Los singulares objetos que le rodeaban, ó los que cubrían las paredes de la habitación, aumentaban el terror del estudiante.

La voz dijo [20] imperiosamente: ¡Rosario, vete a acostar! Turbada y llena de congoja, la muchacha dió varias vueltas por la habitación, haciendo como que buscaba alguna cosa.

Poco á poco se habituó á la luz difusa de la habitación.

La claridad se esparcía por la mesa, y el resto de la habitación estaba en penumbra manchada, con verdosa pátina de tapiz viejo.

El aspecto de las habitaciones y plantaciones es distinto, indicando el esmero en todo, la previsión, el progreso en los métodos de cultivo y la tendencia á lo confortable.

No le había visto: sólo había adivinado su presencia en el desorden de la habitación, en los detalles que revelaban una fuga rápida, mientras la doncella de Judith le entretenía ante la puerta cerrada.

Y así continuaba el diálogo de exclamaciones sueltas, lamentos y protestas, mientras las dos jóvenes, en chambra y enaguas, mostrando a cada abandono rosadas desnudeces, iban de un lado a otro, como aturdidas por el ambiente cálido y pesado de la habitación cerrada.

Intentaba buscar en mis libros y periódicos, en la soledad de mi habitación, el remedio contra estos aburrimientos de la cocina; pero el temor de que lo tradujera mi tío en señal de menosprecio de sus rudos tertulianos, me contenía.

Intrigado por ello la empujó bruscamente y vio a la señora Miguelina ocupada en arreglar los muebles de la habitación.

Pasando Febrer de la obscuridad de su habitación a la difusa claridad de la luz sideral, vio la mancha de las malezas en torno de la torre, más allá la confusa blancura de la alquería, y enfrente la giba negra de los montes cortando un cielo cargado de palpitaciones de estrellas.

Quiso volver a su cama, pero había perdido el rumbo, la disposición de la habitación se había trastornado completamente para él.

Los guerreros de la Guardia gubernamental, hermosas amazonas de aire desenvuelto y gallardo, defendían el acceso á las habitaciones reservadas ó se paseaban en grupos por el patio al quedar libres de servicio.

¡Y sin una alfombra en su habitación!

La reciente viuda, con una mala saya de percal, desgarrada y sucia, en mangas de camisa, desgreñada y descalza, esperaba á la fúnebre comitiva, acurrucada en un rincón de la destartalada habitación en que había muerto su marido: sala, alcoba, pasadizo y comedor al mismo tiempo; pues aquella pieza y otra reducidísima y obscura que servía de cocina constituían toda la casa.

315 colocaciones para  habitaciones