88 colocaciones para novelista

La vuelta al mundo, de un novelista (2 tomos).

Al mismo tiempo que la conocí leí la obra del novelista escocés, y no puedo pensar en mi querida muerta sin recordar la figura literaria del gran escritor.

Nadie contestó nada; pero, desde ese día, toda la clase pensaba que monsieur Jaccotot había sido desgraciado con su mujer, abandonándola en Francia por su conducta escandalosa... Marcelo Valdés, dejándose llevar por su brillante imaginación de novelista, había zurcido y fraguado luego toda su «novela de malas costumbres», alrededor de las tres personalidades de monsieur Jaccotot, su mujer y su hija.

LA NOVELA LITERARIA.Amplia y selecta colección dirigida por Blasco Ibáñez, que cuenta con el apoyo de los novelistas de todos los países para esta obra de difusión literaria.

O mucho me engaño, o esto salió de la cabeza de un novelista que se alimenta con judías.

No me cumple el ocuparme ahora en esta segunda fase del movimiento romántico, sino tan sólo decir escasas palabras sobre la primera, por ser aquella en la cual se fija y encierra el carácter del novelista que estudiamos.

Este efecto poco halagüeño es quizás el resultado del período de agitación é incertidumbre en que la historia tomó forma; sin que indique carencia de buen humor en el espíritu del novelista, pues era más feliz mientras divagaba entre la lobreguez de estas tristes fantasías suyas, que en ninguna otra época desde que salió de la Antigua Mansión.

¿Es una invención de los novelistas? No, es una invención de los salvajes.

Dejemos, pues, al novelista la libertad de pararse donde lo tenga á bien, como el poeta épico: si siente amor á la claridad y á la medida, clara y armónica será su obra, aunque se distraiga á menudo.

Es algo más profundo y espiritual que surge espontáneamente de la belleza del asunto y del equilibrio en las facultades del novelista.

Entre ambos libros formaban un pentagrama exacto sobre el cual la mano habilísima del novelista trazó la sinfonía admirable y eterna de los deseos; con sus anhelos, sus dudas, sus impaciencias, sus citas y demás misterios clásicos que forman los adorables prolegómenos de la suprema posesión.

Cuando regresé a Madrid, con el rostro ennegrecido por el sol y las manos endurecidas por el remo, me puse a escribir Los muertos mandan, y eran tan frescas y al mismo tiempo tan recias mis observaciones, que produje la novela «de un solo tirón», sin el más leve desfallecimiento de mi memoria de novelista, en el transcurso de dos o tres meses.

, al escribir este libro, debió de poner en él mucho de mismo, de sus personales y elevados sentimientosreconocidos por todos sus críticos contemporáneosy por eso, sin duda, le ha resultado la mejor de sus obras, en donde más resaltan sus esenciales cualidades de novelista, creador de escenas y caracteres de ideal nobleza

Enumerar los rizos, moñas, lazos, trapos, adobos, bermellones, aguas y demás extraños cuerpos que concurrían a la grande obra de su monumental restauración, fatigaría la más diestra fantasía: quédese esto, pues, para las plumas de los novelistas, si es que la historia, buscadora de las grandes cosas, no se apropia tan hermoso asunto.

Cuando no venían otros chicos, Petra no se decidía a malgastar sus talentos de novelista, y se dedicaba con alma y vida a la tarea que se le había encomendado; el hijo del brigadier seguía con atención profunda, como un aprendiz que desea imponerse pronto en el arte, las manos de la bella.

Resulta tan enorme la producción novelesca de los últimos cien años y tan diversas las actividades de sus novelistas, que autores y público viven ahora como desorientados.

Apenas instalado en Monte-Carlo, vi con mis ojos de novelista un mundo anormal que vivía al margen de la guerra, queriendo ignorarla, para mantener tranquilo su egoísmo.

Surge ahora en Chile un talento joven que es firme esperanza; ha demostrado la contextura de un novelista de base nacional, sostenido por la precisa cultura, la necesaria cultura, sin la cual nada será posible; me refiero al hijo de Vicuña Mackenna, a Benjamín Vicuña Mackenna Subercasseaux, de nombre un poco largo para nombre de autor.

Que estire su estilo hasta romperlo por lo más delgado dentro del radio de la ciudad, como puede observarse en sus Cuadros contemporáneos, no es pecado tan feo, pues al fin en la corte, desde los novelistas hasta los garbanzos, todo anda estirado.

Amor no era; el Magistral no creía en una pasión especial, en un sentimiento puro y noble que se pudiera llamar amor; esto era cosa de novelistas y poetas, y la hipocresía del pecado había recurrido a esa palabra santificante para disfrazar muchas de las mil formas de la lujuria.

Para proveer á nuestras grandes ciudades de una luz más dulce y económica que la del dia, solo tenemos que abrir unos cuantos hoyos en dos ó tres de nuestros Estados; pero, ¡oh prodigio! ¡oh asombro! hoy anunciamos un descubrimiento que excede á las más estupendas creaciones de nuestros novelistas modernos y á los más inverosímiles milagros de las Mil y una noches.

no queriendo ser en tan delicada cuestión menos fecundo que el novelista, autor de lo que momentos antes había leído.

: A la exquisita amabilidad del eminente abogado mexicano, Don Miguel Hernández Sáuregui, heredero de los derechos del novelista, debemos la autorización para publicar este libro.

Así la implícita desaprobación del novelista se disfraza de habilidad.

Algunas descripciones del novelista hacen pensar en otros autores.

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