47 colocaciones para popularidad
Estaba resuelto a conquistar el mayor grado de popularidad posible, y al propio tiempo no mostrar hostilidad alguna al Duque; esperando calmar así la oposición de sus partidarios y conseguir, llegado el caso de un rompimiento definitivo, que Miguel apareciese ante el pueblo, no como un hermano perseguido, sino como un ser ingrato y descastado.
Abner era hospitalario, y bebía con todo el mundo por el aliciente de la popularidad y del negocio; a Ingomar comenzó a gustarle el licor y acabó por tomarle excesiva afición.
¡Y muchos, hombres vulgares, chabacanos, amigos de la popularidad y que la solicitan con milagrones, que llamamos pasmasimples y espantavillanos! Obras gruesas y plausibles.
La publicación del informecuyo texto era ya conocido, pues había figurado, a modo de artículo, en la Revista del Instituto de Bacteriología de Lund, se hallaba incluído en los Anales de la Real Academia de Upsala y fuera divulgado en uno de los últimos números de los Cuadernos bimensuales de la Sociedad Escandinava de Agricultura científicano obedecía, como podría creerse, a un ansia de popularidad.
Y no se preocupó gran cosa de ella ni del Retor, atento á gozar el aura de popularidad que le proporcionaba su regreso.
Cuando se trata de evitar que los hombres de letras se puerilicen en busca de una popularidad fácil y pervertidora, cuando se trata de hacerles adquirir esos hábitos meditativos indispensables para el progreso intelectual, Esteban Echeverría, desdeñoso como Horacio de la insipiencia del vulgo, investigador concienzudo en las cuestiones de la ciencia y del arte, es todavía, después de la muerte, el bienvenido para los pueblos del Plata.
Todos ellos sonreían satisfechos de la caricia de popularidad que les alcanzaba yendo al lado del torero.
¿Cuál ha sido la causa de su extraordinaria popularidad?
¡Triste verdad es que el hombre sólo se humilla ante la gloria roja! Un poco de sangre realza el esplendor del éxito, marcándolo con el cuño de la popularidad.
Esto satisfacía por el momento sus deseos de popularidad.
es asistir á un desfile de popularidad.
Por cierto que nadie me preguntó por «Azorín», y esto debe servirle de satisfacción, dado su desprecio por la popularidad.
Calderon, de igual suerte que Lope, no obtuvo en su tiempo más que alabanzas, ni hay ejemplo de popularidad igual á la suya, como no sea la del Fénix de los ingenios.
Inútilmente, porque el meeting había dado el mando á su rival, sostenido por los envidiosos de la popularidad del periodista, y por los que sólo hacían política opositora buscando una ubicación, amén de los que D. Ignacio compraba como se ha visto.
En una escala subalterna encontramos al falso elector, que simula ser la encarnación de un difunto o de un ausente; al orador de club que finge entusiasmarse para adular pasiones que no siente; al esclavo de la popularidad, forzado a seguir las variaciones sentimentales de la multitud cuyo aplauso busca.
Su gusto por la política dimana del interés que le merecen las luchas de los hombres, las competencias del talento, los anhelos de florecimiento, los empeños de amor propio, los esfuerzos por la popularidad.
Me querrás hacer creer que no buscabas esa especie de popularidad...?
Maltrana parecía furioso por los excesos y molestias de su popularidad.
Esta explosión de popularidad parecía satisfacer mucho a la joven, la que miraba a todas partes con el aire de una soberana que pasea entre sus vasallos.
Así, cuando el editor de La Regenta me propuso escribir este prólogo, no esperé a que me lo dijera dos veces, creyéndome muy honrado con tal encomienda, pues no habiendo celebrado en letras de molde la primera salida de una novela que hondamente me cautivó, creía y creo deber mío celebrarla y enaltecerla como se merece, en esta tercera salida, a la que seguirán otras, sin duda, que la lleven a los extremos de la popularidad.
Y con toda su fama de práctico de los hospitales de París, con la popularidad que le habían dado en la villa sus arriesgadas operaciones, fué á aislarse en las minas, cuando aún no tenía treinta años, viviendo en una casita de Gallarta con sus libros y su vieja criada Catalina.
Como ninguno se halla sostenido por público compacto, numeroso y culto, ni creen en sí mismos ni en los otrospues necesitamos de que los demás nos crean para creernosy á falta de esa fe, de la fe en la popularidad, única de nuestro escritor, desprécianse mutuamente ó creen despreciarse más bien.
Aquel garrote, la sencilla americana y el hongo flexible de anchas alas eran la garantía de su popularidad en las aldeas.
Aquella cara la habían visto muchas veces, tal vez en los papeles públicos, tal vez en las cajas de cerillas; se asociaba en su mente á las glorias de la popularidad, á los altos honores reservados á los personajes.
» Y el señor Desnoyers conoció por unos minutos el grato ambiente de la popularidad.