94 colocaciones para decorar

Tal suceso histórico sujirió al gran pintor tagalo Juan Luna y Novicio un hermoso lienzo que, al cesar la soberanía de España en el Archipiélago, (Agosto, 1898), decoraba un salón del Palacio municipal de Manila.

Con efecto, próximo á la misma época, los Seleukidas, en sus correrías al Imperio Bizantino, construían edificios del estilo árabe, decorando sus paredes de inscripciones y sentencias, á semejanza de los antiguos monumentos asirios, sin que ese geométrico ornato llegase allí á ser tan ostentoso y rico como en los alcázares españoles.

Mi tío había decorado su casa con todo el confort y el aticismo modernos.

Tomando un puñado de capullos, los fué prendiendo á lo largo de las líneas de la letra escarlata que decoraba el pecho de su madre, á la que se quedaron tenazmente adheridos.

En el verde laurel que decora la frente Que besaron los sueños y pulieron las horas, Una hoja suscita como la luz naciente En que entreabren sus ojos de fuego las auroras; O las solares pompas, o los fastos de Oriente, Preseas bizantinas diademas de Theodoras, O la lejana Cólquida que el soñador presiente Y adonde los Jasones dirigirán las proras.

Un día me invitó á subir; enseñóme su principal, que era magnífico, y me dijo que lo pensaba decorar regiamente.

Dos jóvenes que acaban de salir de la escuela de retórica, que recuerdan perfectamente cuanto en ella se les ha enseñado, que serían capaces de decorar los libros de texto de un cabo á otro, que responden con prontitud á las preguntas que se les hacen sobre tropos, figuras, clases de composicion, etc., etc.

La comandanta y doña Lupe estaban en la sala hablando de la rifa de la maravillosa colcha que decoraba el altar.

Eloísa no cesaba de decir, gozando en nuestra admiración: ¡Qué alma tiene! La dama enchulada y el viejo pobre fueron el éxito de aquel jueves, como en el precedente lo habían sido dos tapices antiguos, cartones de Brueghel, que decoraban el comedor.

En el principal había una embajada, y cuando en ella se celebraba sarao, decoraban la escalera con tiestos y le ponían alfombra.

Ningún atributo ni alegoría cristiana se les quedó en la paleta, ó en el molde de escayola, á los artistas encargados de decorar aquella gran pieza.

¿Qué significaban aquellas nubes negras y aquellas cruces de tinta con que la muy puerca había ido decorando el margen de la lámina?

El caudal de la familia engrosaba lentamente, y viérais por fin cómo se dulcificaba la hasta entonces amarga vida de aquella buena gente; cómo podía gozar doña Claudia de comodidades que hasta entonces no conociera, y Marcelina Polo decorar su persona con severa compostura.

Estatuas romanas sin cabeza decoraban en tres hornacinas la puerta que comunicaba la ciudad con el arrabal.

Sube la escalera, que reviste densa alfombra y decoran nobles tapices de batallas y cacerías, y penetra en una antecámara de vastas proporciones, donde hacen la guardia criados de calzón corto y armaduras ecuestres auténticas.

Se hizo construir, por Baltasar Peruzzi, el palacio llamado de la Farnesina, que decoraron al fresco los más ilustres artistas del siglo XVI, y en el que obsequió con suntuosos banquetes a León X y su Corte.

Como su maestro de una malabaresa, Hannon se prenda de una funámbula, para la cual decora un interior a su capricho, y a la que ofrece la sonata más amorosamente extravagante del harpa loca de sus nervios.

Como su maestro de una malabaresa, Hannon se prenda de una funámbula, para la cual decora un interior a su capricho, y a la que ofrece la sonata más amorosamente extravagante del harpa loca de sus nervios.

Péscame una ¡oh, egipán pescador! que tenga en sus escamas radiantes la irisada riqueza metálica que decora las admirables arenques.

Traia tambien yerba murages para los pajáros de la Señorita Maylie y decoraba con ella las jaulas con un cuidado esquisito.

Había también allí cintas de cigarros, y esas rosas con hojas plateadas que sirven para decorar los pitos de San Isidro.

Cuando llegó al piso, llamó á la puerta entreabierta con el regatón de la sombrilla; contestáronle «adelante,» y se halló á los pocos pasos en una salita que se llenaba con una mesa de nogal, con las alas caídas, y cuatro sillas de paja, y se decoraba con las estampas de un Via-Crucis de papel, pegadas con obleas en las paredes, en el orden conveniente.

Solo uno de ellos apunta, (aunque muy de passo,) que Fray Gerundio, despues de haver hecho su cumplido á los que iban llegando, se retiraba á repassar su sermon unas veces á un desvan, otras al campo, y, porque ni aún en este le dexaba libertad la multitud de forasteros que acudian de toda la comarca, finalmente se vió precisado á encerrarse en la bodega para decorar su cartapacio.

Ilumina el advenimiento del creciente pensamiento que crea el caudal en la banca, o en el taller la estatua blanca que decora el monumento.

Por ejemplo, ésta: «¡Oh, si el tiempo pudiera detenerse!» La mirada que el doctor me dirigió y la clase de sonrisa que decoró su boca después de oir mi exclamación, confieso que hubiera turbado a cualquiera.

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