En los olmos, junto a la acequia, blancos de polvo, cantaban las cigarras como en pleno Crau.

En esa portentosa ciudad griega por donde quiera os halaga la maravilla del ritmo, reina la música en su sentido original; al mandato de una lógica imperiosa, todo se mueve obedeciendo al número; al paso escucháis cómo hacen vibrar el bosque de aritmética las cigarras del verso.

Cuando la primavera empieza á caldear el suelo, se animan las larvas que depositaron las cigarras muertas en el año anterior.

""Poco a poco 55 (Respondió luego el marrano); Nadie desafina más Que la cigarra, contralto.

Vas a despertarme a las cigarras.

¿Á quién encomendaré mi parlera cigarra, que cogí con tanta fatiga y que solía cantar en la gruta para que yo durmiese la siesta?

En la alameda dorada no quedan ya ruiseñores; enmudeció la cigarra.

Mi amigo el naturalista se indigna mientras la voz infantil va desarrollando la acción de la conocida fábula, la cigarra imprevisora y alegre que canta sin pensar en el porvenir, y cuando llega el invierno, transida de frío y vacilante de hambre, va en busca de la hormiga para implorar un préstamo.

Soñaba yo entonces, por otra parte, que llevaba a mi lado la cigarra de nuestros bosques y de nuestra poesía americana, pues Rubén era ya un poeta, aunque todavía no era un hombre, y su inspiración no había aun torcido su cauce, sino que era genuina y espontánea.

La imprevisora y loca cigarra de la fábula es un ser laborioso y dulce, explotado hasta la muerte.

Las selvas foscas vibran con el calor del día; Al viento el pavo negro su grito agudo fía, Y el grillo aturde el verde, tupido carrizal; Un pájaro del bosque remeda un son de cuerno; Prolonga la cigarra su chincharchar eterno Y el grito de su pito repite el pito-real.

Los versos hechos en alabanza de los magnates estaban representados por cigarras de molesto y discordante canto.

¡Chap!... ¡chap! susurran las olas del Mármara, con lento compás, al batir esta torre desde hace más de mil años; y los largos filamentos verdes se rizan estremecidos á cada vaivén de las aguas, y arriba responden las cigarras y los abejorros rozando sus chirriantes élitros en la rumorosa soledad.

" "Tenga modo, y hable bien (Saltó la cigarra); es falso; 60 Esos tábanos tenores Son los autores del daño.

Y sopla un vaho de horno que abochorna y tuesta en oro las cigarras.

En todas las latitudes del mundo hablan las gentes de la cigarra á causa de la fábula, y sin embargo, son muy pocos los que han visto cigarras.

Tú golpeas, hieres y domas al mármol, y suena el golpe armónico como en verso, y te adula la cigarra, amante del sol, oculta entre los pámpanos de la viña virgen.

Con sus vibrantes notas de Céfiro desgarra La veste transparente la helénica cigarra, Y por el llano extenso van en tropel sonoro Los Centauros, y al paso, tiembla la Isla de Oro.