32 colocaciones para túnel

Alcanzaba á ver sobre el follaje del gran jardín en declive una pequeña sección del ferrocarril de la Cornisa sumiéndose en la boca ahumada de un túnel.

Esa impresion momentánea es una de las mas profundas y sorprendentes que se experimentan en Suiza, pues en ménos de un minuto se pasa de las tinieblas del túnel al magnífico espectáculo de la catarata, y de esta, perdiéndola de vista, al valle algo profundo del rio hasta la ciudad de Schaffhousen.

Repitió su avance a través del chircal, hasta llegar a conocer perfectamente la entrada del túnel.

Después de recorrer dos lados del corredor principal, penetraron en una especie de túnel en que también había puertas numeradas; subieron como unos seis peldaños, precedidas siempre de la zancuda, y se encontraron en el corredor de otro patio, mucho más feo, sucio y triste que el anterior.

Cuando entraron en el agujero del túnel que conducía al bosquecillo de pinos, perdió enteramente de vista a su amiga y hasta dejó de escuchar el ruido de sus botitas por el suelo.

Cada túnel es una inmersión en la noche, un baño en un pozo; al volver á la claridad, montañas y más montañas, revestidas de frondosos castañares, y por cuyas laderas... ¡oh deleite! se despeñan saltando manantiales, cascaditas, riachuelos, mientras allá abajo, caudaloso y profundo, corre el Sil... Las mismas rocas sudan humedad; de la bóveda de los túneles rezuman gotas gordas; el suelo se encharca.

Maltrana quiso que Feli viese la sepultura de su protectora, y los dos salieron de la avenida central para descender por una escalerilla en forma de túnel a un patio inmediato.

Estamos atravesando la Saboya francesa; subimos, con bruscas alternativas de lobreguez de túnel y picante luz de nieve, las laderas de los Alpes.

Y a la salida del túnel, el enamorado esposo, después de estrujarla con un abrazo algo teatral y de haber mezclado el restallido de sus besos al mugir de la máquina humeante, gritaba: «¿Qué puedo yo ocultar a esta mona golosa?...

Pues si la historia del asesinato de Frasquito Miguel es mentiraexclamó don Elías, ¿por qué no sería mentira también el asesinato de los niños en el túnel?...

Fuera de , el movimiento, la lucha, el peligro, la obscuridad, el fragor tronitronante de los puentes, el estrépito ensordecedor de los túneles, la lluvia, el granizo, la nieve, los vientos helados, la interminable conquista de la tierra; y, dentro, la paz, el reposo, el bienestar de las actitudes cómodas, el aire tibio, la alegría de llegar, con que cada alma viajera se echó a dormir.

Cuando bajó los ojos, se le figuró que al otro extremo del túnel se movía un bulto confuso y grande.

Un rosario de bombillas eléctricas alumbraba día y noche la continua rotación en el silencio y la soledad de esta alma metálica, señora absoluta del túnel submarino.

Para acometer esa aventura un ladrón extranjero hubiese comenzado por vestirse muy bien, instalarse en un coche-cama, y gastarse doscientas pesetas en una Browning; lances de tal naturaleza hay que realizarlos en gran señor; y luego, a media noche, aprovechando el fragor de un túnel, asesinar al vigilante de guardia.

La idea de que estaban a siete metros bajo del agua, y que bastaría la más pequeña grieta en el túnel para morir instantáneamente, aislados por la puerta inconmovible, produjo cierta angustia en Maltrana.

En el horror de los túneles, se compadece a los mineros; en la alegría de los puentes, se envidia a los pájaros...

Por los años en que yo servía sobre la línea de Francia él trabajaba en la de Asturias, y asistió al hundimiento del túnel donde La Tirones y El Tímido hallaron la muerte.

Por eso se informó del paradero de Rita y con ansias, que igual podían ser de amor que de lucro, fué á buscarla; pero ni sabía que el señor Frasquito hubiese muerto asesinado, ni tuvo participación alguna en el execrable infanticidio del túnel.

El sol derramando torrentes de luz sobre la arena; las olas azules y blancas ciñendo una peña donde los jóvenes estuvieron sentados largo rato; el sollozo que rompió el silencio del túnel; después, una niña que cae al agua y un joven que se arroja por ella y la salva.

Decían luego que fue un pillete de la estación, pero a no me quita nadie de la cabeza que fue el cura Santa Cruz... Como que esto era en mitad del túnel, a oscuras, y en la pared de enfrente vi yo la sombra del sombrero de teja... ¡Qué barbaridad!...

Al frente, en medio de las dos vigorosas líneas del marco, se ve el puente del ferrocarril casi saliendo de la negra boca del túnel, y debajo un enjambre de rocas desiguales y revueltas que comienzan el raudal, dislocan el movimiento de las ondas, se estrechan en un espacio de 100 metros y terminan en tres grandes peñascos de formas destrozadas y salpicados de matorrales, que forman una barrera de 15 á 20 metros de altura.

Y sucede que, a menudo, mientras vais pensando en una brumosa soñación, o mirando con los ojos de vuestra mente las figuras de luz de luna, nacidas de la melodía de los poemas, pasa de pronto ante vuestros carnales ojos, por la cultivada ribera, a perderse en la negrura de un túnel, una locomotora, que arrastra su caudal de vagones.

el viento encajonado entre altísimas laderas de granito y basalto, recogía fielmente todos los murmullos del río y de los árboles, los exaltaba en las sonoridades de las rocas, y tableteaba amenazador en la oquedad renegrida del túnel.

Entraban por la boca de las galerías, siendo entonces perfecta su semejanza con los resbaladizos habitantes de las húmedas grietas, y cuando en las oscuridades del túnel relinchaba la indócil mula, creeríase que los saurios disputaban chillando.

blanquean al fin las paredes desiguales del túnel, y relinchando triunfal con su penacho de llamas, al ruido de sus pasos, al clamoreo de su campana, se baña el tren de luz y jadea satisfecho, como un gladiador que quedó vencedor en la lucha.

32 colocaciones para  túnel