38 oraciones de ejemplo con endriagos

No era la conmemoración de sus triunfos guerreros, cuando daba muerte a tiranos y a monstruos, a endriagos y serpientes.

Ansí que, me es a más fácil imitarle en esto que no en hender gigantes, descabezar serpientes, matar endriagos, desbaratar ejércitos, fracasar armadas y deshacer encantamentos.

De los estribos salientes de su refuerzo surgían, en lo más alto, monstruosos endriagos de piedra, carcomida.

Los más de los lectores y auditores llevaban espada al cinto, y al enterarse de las desaforadas batallas con gigantes partidos por mitad, dragones despanzurrados, fugas de inmensos ejércitos de malandrines, endriagos y salvajes, vencimiento de terribles encantadores y liberación de princesas cautivas, pensaban con emulación y envidia: «Lo mismo haría yo si se presentase la ocasión.

Acordose de los caballeros donceles que en las historias descabezaban endriagos, vestiglos y fieros leones, redimiendo princesas, desbaratando encantamientos y maleficios.

Entonces emprendimos a tanteo, a pie y en el horror de la profunda noche, aquella marcha legendaria, inaudita, en la que las zanjas eran endriagos, las tunas vestiglos y los ruidos de los insectos nocturnos coros de Porríganos y Kobolds.

Junto á estos sorprendentes edificios hay casucas siempre puntiagudas y singulares, de la más pobre apariencia, del aspecto más repugnante, y son la carrocería ó el establo, casas de lavanderas ó almacenes de grasas y de pieles pestilentes, de donde brotan endriagos enmarañados y haraposos, fantasmas de falla y borceguíes, y duendes en camisa con chorreones que escandalizan la vista y el olfato.

Al artista caballero andante, después de tantas heroicidades y de pelear con siete endriagos, lo mejor que le puede suceder no es acertar con la infanta, sino acertar consigo mismo, y autodesencantarse.

Entre sueños también lucho con endriagos, fantasmas y visiones que me destrozan...

Fantasmas y endriagos hallarás doquiera

En el atrio que dibujaban algunos pedruscos diseminados por el suelo, crecían zarzales y hierbas parásitas, entre los que yacían medio ocultos, ya el destrozado capitel de una columna, ya un sillar groseramente esculpido con hojas entrelazadas, endriagos horribles ó grotescos, é informes figuras humanas.

Miraba atento Ferrus, y no esperaba nada menos que ver alguna desmesurada fantasma ó ridículo endriago que viniese á pedirle cuentas de su mal pasada vida.

Poco tiempo podia hacer que esta escena duraba en la cámara de doña María de Albornoz, cuando la puerta misma que el dia antes habia proporcionado á don Enrique retirada se abrió con admiracion de los circunstantes, y se aparecieron seis figuras fantásticas, que un hombre del vulgo hubiera llamado entonces seis endriagos.

Creían los ignorantes que el agua hervía en el Ecuador, y que los pavorosos dragones, monstruos y endriagos del mar ignoto, tragarían sin remedio al que osase surcarlo.

Ese endriago no se contenta con beber whiskey, fuma puro; descontenta del puro, masca tabaco, y para apurar todas las iniquidades, huele á manteca rancia.

Apariciones, endriagos, monstruos, tertulias de muertos

A éstos debes temerles, y no a endriagos y aparecidos.

Tanto la comprendía, que ansiando libertarme de la absurda y estéril figuración, solicité más que nunca el trato de Portal, única persona capaz de librarme de mis obsesiones y combatir a los endriagos y vestiglos de la fantasía con las armas de la risa y del ingenio.

Cuando Gandalín esto oyó, no solamente dió voces, mas mesando sus cabellos, llorando, dió grandes gritos, deseando su muerte antes que ver la de aquel su señor, que tanto amaba, et no tardó mucho que vieron salir de entre las peñas el Endriago muy más bravo e fuerte que lo nunca fué.

Así hobo el Caballero de la Verde Espada, especialmente oyendo los silbos e las espantosas voces roncas que daba; e como quiera que por palabra gelo señalaran, en comparación de la vista era tanto como nada; e cuando el Endriago los vió comenzó a dar grandes saltos e voces, como aquel que mucho tiempo pasara sin que hombre ninguno viera, e luego se vino contra ellos.

El Caballero de la Verde Espada tomó su lanza e cubrióse de su escudo como hombre que ya la muerte tenía tragada, perdido todo su pavor, e lo más que podo se fué contra el Endriago así a pie como estaba.

Pues como el Endriago fué muerto, el Caballero se quitó afuera, e yéndose para Gandalín, que ya contra él venía, no se pudo tener, e cayó amortecido cabe un arroyo de agua que por allí pasaba.

Ardian el enano oyólo, e dió muy grandes voces al maestro Elisabat que acorriese a su señor, que el Endriago era muerto.

Y él, como estaba apercebido, cabalgó con todo el aparejo que menester era, e fué lo más presto que podo por el derecho que el enano le señaló; e no andovo mucho que vió a Gandalín encima del otero, el cual, como el maestro vió, vino corriendo contra él e dijo: ¡Ay, señor!; por Dios e por merced acorred a mi señor, que mucho es menester; que el Endriago es muerto.

[120] Jerónimo van Alken o van Aken, llamado el Bosco o Bosch, pintor holandés, nacido en 1450, 1460 o 1462, y muerto en 1516, precursor de Goya en las aguas fuertes, y de Rops, simbolista moralizador con el más crudo realismo, verdadero misionero por medio de pinturas horribles de duendes, diablos y endriagos, y añadamos maravillosas.

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