En esos días de noviembre, cuando vuelve la humedad y el dominio del gris; cuando vuelven las líneas vagas y borrosas y vuelve el silbar agudo del viento; cuando el arroyo Sorguiñ-Erreca semeja un torrente, entonces me gusta pasear por la playa y saturarme de la enorme melancolía del mar y empaparme en su gran tristeza.

En la cara del rectángulo de piedra fronterizo á la escalera destacábase un bajo relieve con figuras borrosas que era imposible adivinar bajo la capa de enjalbegado.

-XII- El doctor Celipín El señor Centeno, después de recrear su espíritu en las borrosas columnas del Diario, y la Señana, después de gustar el más embriagador deleite sopesando lo contenido en el calcetín, se acostaron.

Y las dos señoras iban á ver unas pinturas borrosas que demuestran cómo no hay nada nuevo y original en este mundo: figuras amarillentas y desnudas, iguales á primera vista, sin otra novedad que el exagerado abultamiento del sexo diferencial.

Leto, dispuesto a averiguarlo, tiró del hilo de la sarta de todas ellas, y fue sacando del fondo tenebroso, una a una, imágenes borrosas que, al entrar en la zona de luz de su discurso, iban tomando formas y colores de realidad.

Corrió el guía entre las cruces, inclinándose para descifrar sus borrosas inscripciones.

Empezaron a marcarse en el horizonte las gibas obscuras y borrosas de unas montañas emergiendo del mar.

El mástil de trinquete y la proa eran débiles sombras, siluetas borrosas, pálidos dibujos sobre un fondo gris.

La vía, según se avanzaba, hacíase más estrecha; a ambos lados abríanse portales negros y profundos, y al fondo de los zaguanes adivinábanse sombras humanas, borrosas y confusas, en una hibridación inquietadora, de la que destacábase de tarde en tarde la falda clara de una mujer o la blanca blusa de un marinero.

Se las conoce... ¿cómo diré yo?... en su resignación, qué diablo... Son blandas, grisáceas, dulces y borrosas.

Las grandes losas sepulcrales estaban curvadas por el tiempo y la lluvia, con las inscripciones borrosas; las plantas parásitas, creciendo entre las piezas de mármol, las hacían saltar, desuniéndolas con el impulso vital de sus raíces.

Su boca apenas estaba cubierta con un hule, desprendido de las puntas; un andrajo negro con letras amarillas y borrosas.

Los cantores aceleran el ritmo, gritando cada vez más fuerte; los darboukas repiquetean con redobles de trueno; las flautas saltan y balan como cabras locas, y los danzantes giran y giran con tal rapidez, que sus brazos y piernas son pálidas sombras, borrosas por la velocidad, y las faldas cortan el aire como sierras horizontales...

Por otra parte, el carácter de éstos ofrece tal vaguedad en los contornos y están sus tendencias tan borrosas y confusas, que la pluma nada acierta á definir con claridad en ellos.

Entre los altos árboles álzanse fragmentos de arcadas góticas y ásperas piedras sepulcrales, con borrosas inscripciones; estatuas de obispos lacios consumidos, en actitud de bendecir; grifos quiméricos y bustos griegos,

Aunque ogaño la presento muy corregida, el lector sorprenderá en sus páginas candores y balbuceos de principiante, descripciones borrosas, retratos que mi mano bisoña no supo dejar rotunda y gallardamente concluídos, momentos psicológicos que el temor de parecer machacón y difuso, dejó mal alumbrados.

El que ve surgir una de esas apariciones inciertas y borrosas, hijas del consorcio de la fantasía con lo real, nunca deja de atribuir á la visión forma femenina.

(Semidiós..., cenizas, cenizas de semidiós..., ¡mísero planeta!) El gran león conmemorativo se alza sobre su alto pedestal; los monumentos dicen en letras borrosas nombres de guerreros; la Ferme Papelotte alza su torrecilla sobre las blancas paredes;

Algunos muros, algunos arcos, algunas columnas, inscripciones borrosas, sepulcros destrozados, mutiladas estatuas semejan los restos de un gran naufragio, los despojos de una inmensa tempestad.

Hay en el cinematógrafo de la memoria imágenes borrosas, y aun verdaderas lagunas, correspondientes a épocas durante las cuales la atención, como la fotografía instantánea en día nublado, no dispuso de energía bastante para impresionar la película cerebral.

A esta categoría de remembranzas discontinuas y borrosas pertenecen mis recuerdos de los años 65 y 66.

Pues, ¿quiénes han de ser sino... los rurales? [20] Muchos de estos datos los debo a la amabilidad de mi estimado amigo y condiscípulo Dr. Ricardo Monreal, ilustrado médico de Ayerbe, que ha querido reforzar mis borrosas reminiscencias con el rico caudal de sus recuerdos.

Otra casa, allá enfrente, tiene pintados en los muros unos cuadros al fresco, con borrosas escenas donde un caballero de capa y espada hace reverencia a unas señoras.

Chipiteguy no se arredró por la dificultad de identificar sus figuras ambiguas y borrosas y en colaboración de Alvarito decidió quién había de ser ésta y la otra, y después de su decisión, sintiéndose tan Curtius como el señor David, puso a los personajes pelucas y patillas, pegadas o sujetas con tachuelas.

A seguida, pareciéndole mal a la mujer que aquel hombre estuviera hinojado a sus pies, deslizose de la butaca y descendió a sentarse en la alfombra, en donde abrazados, besándose y suspirando palabras borrosas, se estuvieron un buen rato.