que hay un deber, el último entre todos los de la vida; el supremo entre todos los grandes deberes; el que nos imponen nuestras culpas; el deber de llorar y de pedir que nos perdonen; el deber de esperar la ventura y la dicha por el merecimiento de la humildad y del dolor.

CAL.es la que tiene merecimiento de mandar a todo el mundo.

Estaba muy contento de sí propio e imaginaba que no había merecimiento mayor que el suyo.

Nada excita tanto la curiosidad como cualquier merecimiento o habilidad que se oculta.

condáinnes] Condignidad, merecimiento.

¿No es verdad, Güerequeque, que siempre sostuve que este bellaco había de acabar muy alto? Con perdón de usiríacontestó el interpelado, que ese palo es de poca altura para el merecimiento del bribón.

El Inca y él jugaban muchas veces á sus juegos, y eran estos tales de grand linaje y de parientes poderosos, y no daban la tal dignidad á hombres bajos ni oscuros, aunque tuviesen mucho merecimiento.

Poco antes había pedido su licencia y retirádose del servicio D. Juan de Garay: la ocasión fué el haber pedido un título y no concedérselo: reprensible motivo es el que prefiriese su sentimiento á sus deberes; pero no disculpable severidad en el gobierno que tantos títulos repartía entonces sin merecimiento alguno.

Por manera, que cierto es haber sido los portogueses los primeros que esta manera de navegar hallaron y usaron; y dellos los españoles la tomamos, no se les quite su merecimiento ántes les demos las gracias; y porque Cristóbal Colon y su hermano Bartolomé Colon en aquellos tiempos vivian en Portugal, allende de lo que ellos se sabian de teórica y experiencia de navegacion, en Portugal se debieran en esta facultad de perfeccionar.

Muéstrase la falsedad de los que quisieron detraer de la gloria y merecimiento del Almirante por el descubrimiento destas islas y aplicarlos á sólo Martin Alonso, por el mismo proceso que se hizo entre el Fiscal del Rey y el Almirante, para lo cual se ponen á la letra algunas preguntas y dichos de los testigos.

Muéstrase la falsedad de los que quisieron detraer de la gloria y merecimiento del Almirante por el descubrimiento destas islas y aplicarlos á sólo Martin Alonso, por el mismo proceso que se hizo entre el Fiscal del Rey y el Almirante, para lo cual se ponen á la letra algunas preguntas y dichos de los testigos.

No puedo creer que tal dicha en mí cupiese, que la cerugía de mi mortal é incurable llaga esté en tus manos puesta; por imposible tengo que nadie pueda merecer alcanzar dama tan soberana en todo merecimiento.

Es un laberinto en grandeza y merecimiento, un mar océano de gracias, un dechado de virtudes, una regla de fermosura en la cual se conoce todo lo imperfecto cotejado con ella.

Si mi servicio hobiese de igualar y conformar con tan alto merecimiento que el prometimiento de tus palabras merece, hallo el mundo ser muy poco, que tan soberana merced no se compra por dinero.

Deso reniego yo, mi señora, que mi flaco merecimiento delante de vuestro soberano merecimiento sea nada y en tal por vos siempre tenido.

Deso reniego yo, mi señora, que mi flaco merecimiento delante de vuestro soberano merecimiento sea nada y en tal por vos siempre tenido.

¿Quién será tan ignorante que no conozca todo lo sobredicho ser poca alabanza, para tanto merecimiento?

Considerando, pues, tan gran merecimiento y valor de tan poderosas y excelentes señoras, ¿quién no trabajará en servirlas y alabarlas sino el que ni es para uno ni para otro?

Sólo, entonces, si el fin es bueno, y si es, además, humanamente irrealizable, alcanzarás acaso bastante merecimiento para que los espíritus se te aparezcan y te den su sobrehumano auxilio.

No os digo que venturoso Amante (¡ay de mí!) merezco Favores suyos; que fuera Descortés atrevimiento Que los merezco decir: Que aunque es verdad que los tengo, Tenerlos es una cosa, Y otra cosa merecerlos: Y así, que los tengo, digo, Que los merezco, no puedo; Que es conseguir lo imposible, Dicha, y no merecimiento.

No reclamo derecho ni merecimiento alguno; es sólo una necesidad, lo necesito para vivir.

Las jitanas hicieron lo mismo con Preciosa, no sin envidia de Cristina y de otras jitanillas que se hallaron presentes; que la envidia tambien se aloja en los aduares de los bárbaros y en las chozas de los pastores, como en palacios de príncipes; y esto de ver medrar al vecino, que me parece que no tiene mas merecimiento que yo, fatiga.

Diciendo esto, trabajaba por defenderse, y Federico por rendirla, pareciéndole al traidor que luchaba con un gigante, y a Beatriz que sus fuerzas en aquel punto no eran de flaca mujer, sino de robusto y fuerte varón; y andando, como digo, en esta lucha, la dijo Federico, viendo su resistencia: —¿Qué te cansas, desconocida de mi merecimiento y valor, en quererte librar de mi poder, que aun el cielo no es poderoso para librarte?

El portero le respondió que subiese arriba, que allá se lo dirían, y como su corazón no temió los peligros antes que los viese, perdido todo temor, entró en el patio, y de ahí subió a una sala, donde fué recebido de una dueña, que en su presencia representaba ser persona de merecimiento.

Y porque ella sentía en él este deseo, pagábaselo con otro igual al suyo, el cual sabía muy bien encubrir, porque la hermosura de Palmerín traía consigo el merecimiento desta afición.