39 colocaciones para pestaña

Carmen bajó hacia el suelo los párpados, cargados con la sombra divina de las pestañas, y murmuró: ¡Pobre!...

Tenía cabellos castaños, que le nacían desde el borde de la frente; un perfil griego de pureza perfecta, un cutis soberbio, y ojos azules con pestañas obscuras y bien trazadas cejas.

Uno de sus rizos caía sobre sus hombros, deslizándose entre los pliegues del velo como un rayo de sol que atraviesa las nubes, y en el cerco de sus pestañas rubias brillaban sus pupilas como dos esmeraldas sujetas en una joya de oro.

No acertando a reprimir su admiración amorosa, se acercó con lentitud y cuidado, para que ella no despertase e imprimió dos tiernos besos sobre los párpados y largas pestañas de sus cerrados ojos.

Se para, arranca un pelo de sus pestañas o cejas y se las ofrece, soplando al aire sobre la palma de la mano y después descansa en el lugar.

A fuerza de mirarla, figurábaseme que sus ojos entornados, al través de la voluptuosa penumbra de las pestañas, se fijaban en los míos, y que su blanco pecho respiraba afanosamente.

Sus pupilas eran del negro más luciente, y lejos, en contorno, se rizaban las larguísimas pestañas de azabache.

¡Las veces que había llorado a la Macarena, la hermosa reina de los cielos, de largas pestañas y mejillas morenas, pidiéndola que no olvidase a su pobre Juanillo!

Juan Thom permanecía inmóvil y callado; estaba muy colorado, su respiración era un jadeo, sus ojuelos azules se dilataban en el círculo de sus pestañas rojizas.

Yo, como ca quisque, poseo el espejuelo de mis atraztivos y lo manejo con la contumelia propia de una pestaña experimentada.

Ni menos se desviaron sus rostros, tan cercanos, que él sentía el aletear de mariposa de los párpados de ella, y el cosquilleo de sus pestañas curvas.

Sus ojos coronados de crespas i largas pestañas, i algo relevados, despedian luces a torrentes, i su aire espresivo, su habla viva i dulce la daban un atractivo tan poderoso, que casi no se podia estar con ella, sino oyéndola i admirándola.

Las cejas formaban un cuerpo unido y compacto con las pestañas, ralas y gruesas, como si hubieran sido afeitadas desde la infancia.

El señor Laubepin se levantó; sus espesas pestañas cayeron sobre sus ojos, y recorrió la habitación á grandes pasos durante algunos minutos; luego, deteniéndose ante , y tomándome la mano con fuerza: Jovenme dijoes cierto, le amo como á un hijo; pero aun cuando debiera despedazar su corazón y el mío con el suyo, jamás transigiré con mis principios.

Allí se ven imágenes de la Sagrada Familia con el busto y las extremidades de marfil, ojos de cristal, largas pestañas y cabellera rubia rizada, primores de la escultura de Santa Cruz.

Entrábase á ella por un gran corralon flanqueado de cobertizos, que llaman Tenadas los Naturales; y ántes de la primera puerta interior, se elevaba otro cobertizo en figura de pestaña horizontal, muy jalbegueado de cal, con sus chafarrinadas á trechos de almagre, á manera de faldon de disciplinante en dia de Juéves Santo.

Su abundante y sedoso cabello castaño claro, elegante y naturalmente rizado sobre su frente; sus finas y largas pestañas, y sobre todo su linda boca de labios algo gruesos, pero encarnados como cerezas, de apretados y menudos dientes y de frescura incomparable, merecían llamar la atención y fijar las miradas de cuantos la encontraban á su paso.

Unas alturas eran cónicas, de regular esbeltez; otras evocaban la imagen de una nariz colosal, de una frente con pestañas, de un mentón voluntarioso.

Por los intersticios de sus pestañas comenzaron a rezumar algunas lágrimas, que bajaron trémulas y silenciosas por sus mejillas.

Al cabo de unos instantes en que nuestro joven por debajo de sus largas pestañas seguía con mirada inquieta los movimientos de la mano del artista, éste le dijo en voz baja, plegados los labios por una sonrisa afectada que extendía desmesuradamente su boca: Usted es el señorito de Belinchón, ¿verdad?

La oftalmía mas propia del grafito es de la misma naturaleza, y se distingue por el calor, prurito, escozor, rubicundez é hinchazon dolorosa de los párpados; escozor quemante en los ángulos de los ojos, acumulacion de pus; inflamacion y supuracion de los ojos; aglutinacion por la mañana, legaña seca en las pestañas, fotofobia.

Mirábale Carlota, con el llanto al borde de las pestañas, mientras que un trozo del paisaje, abrazado al silencio, sonreía en el balcón, franco á la dulzura de una tarde estival.

Si supieras la gracia de aquel talle de divina y esbelta elegancia, el atractivo de aquellos labios húmedos y rojos y la potencia de aquellos ojos, tan pronto chispeantes de luz como tenebrosos y obscuros, bajo el misterio de las largas pestañas... ¡Qué seducción hasta en sus caprichos, pues los tiene! Tiene también desigualdades de humor, y, de repente, accesos de un encanto imprevisto y de una humildad encantadora.

Por eso llevaba la cabeza tan erguida que casi daba con el cerebelo en las espaldas, y sus ojos medio cerrados despedían por entre las negras y largas pestañas relámpagos de suficiencia y protección a los presentes.

Tenía un modo muy particular de distraerse súbitamente de la conversación, para quedarse mirando en el vacío; pero no con la expresión ambigua de todo el mundo, porque bajando la cabeza, sin bajar la mirada, el negro de las anchas pupilas se confundía con el negro de las pestañas, y entonces aquella mirada fija adquiría una profundidad llena indefiniblemente de tristeza.

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