Qué preposición usar con anuncio
Teobaldo, al anuncio de la deseada res, corrió á las puertas del santuario, ebrio de alegría; tras él fueron sus servidores, y con sus servidores los caballos y los lebreles.
Sólo con enumerar las múltiples bellezas que me mostró se llenaría un volumen; y cuando creí que había terminado mi visita, me anunció con cierta satisfacción: Te falta ver lo principal: el tesoro.
RIMAS I Yo sé un himno gigante y extraño Que anuncia en la noche del alma una aurora, Y estas páginas son de ese himno Cadencias que el aire dilata en las sombras.
Pero en este caso le repugnaba doblemente porque nada halagüeño podía anunciar a su amigo y admirador.
Anunciaron al ministro de la Gobernación.
Los periodistas, siempre á caza de novedades, habían averiguado en la noche anterior las disposiciones de Flimnap, y todos los diarios de la capital anunciaron por la mañana el primer rasuramiento y la primera corta de cabellos del gigante después de su llegada á las costas de la República, lo que hizo que los desocupados acudiesen en grandes masas para presenciar tan curioso espectáculo.
Poco después volvió á aparecer, y con su vocecita cantarina y melosa de indio anunció á Watson: Mi patroncita dice que se vaya, y que no quiere verle más, porque es usted... porque es usted muy feo.
Además, el membrete impreso en muchas de ellas le anunciaba de antemano la personalidad de tenaces acreedores, haciéndole adivinar su contenido.
La prensa comenzó a esparcir el anuncio del baile por todos los rincones de España.
A orillas del Mercado Nuevo hemos visto un anuncio en que se dice con letra bastardilla: «curso gratuito de piano, calle de Argel, núm. 3, enfrente del jardin de las Tullerías.
Don Paco tenía entrada franca en aquella casa; pero Serafina le anunció para tener prevenida a su ama.
Tal viva penetración del arte y tal destreza en la ejecución como el general poseía, anunciaban desde luego la victoria.
Hecho el anuncio con la formalidad debida, la discreta Antoñona se retiró de la sala, dejando a sus anchas al visitante y a la niña, y volviendo a cerrar la puerta.
Pensaban en la arena, invisible en aquellos momentos, sintiendo el irresistible pavor de las cosas que ocurren al otro lado de un muro, el temor de lo que no se ve, el peligro confuso que se anuncia sin presentarse.
Mail advices (los anuncios por la mala) from America report an abnormal (anormal) curtailment of production in the United States Cotton Mills.
Fernando no tuvo tiempo para reflexionar sobre aquel extraño acontecimiento, porque, en aquel instante, abriose una puerta dorada, y la camarera mayor de la Reina anuncio a Su Majestad María Teresa, que apareció apoyándose en el brazo del cardenal Bibbiena, confesor del Rey.
Su flaca pero fuerte mano empuñó la caña, y descargándola sin previo anuncio sobre la cabeza de su sobrina, la rompió al primer golpe.
Lo anuncio desde ahora.
Lejos estoy, lejos de la amada mía, y ya los fulgores se anuncian del día.
En toda ella tuvimos grandes alborotos de la familia que teniamos acampada cerca de nuestro campo: una pequeña partida que habia arribado de esta ciudad, los habia provisto de aguardiente, y á poco rato ya estaban borrachos, con síntomas que no son de despreciar, y que se anuncian bajo los mas alarmantes auspicios.
Mis horribles heridas llegaron a ser un objeto de curiosidad, y mi historia, hábilmente arreglada, sirvió de anuncio para enseñarme por dinero al público.
Los hoteles que fueron hospitales redoran sos rótulos, desinfectan sus habitaciones, envían anuncios á los grandes diarios de la tierra.
Por fin, un grito de alegría se escuchó en la garita de Belén, y aquel grito, repetido por más de cien mil voces, anunció hasta los barrios más lejanos que las huestes de la independencia pisaban ya la ciudad conquistada por Hernán Cortés el 13 de Agosto de 1521.
Del lado de acá de la cortina, además de Alberto y de Mister Levitón, que así se anunciaba sobre el frontis del circo, estaba una mujer, sentada sobre un tamboril estrecho y alto, semejante á una columna.
Allí estaba el tío Mariano solo en su mesa, aguardando, sin duda, la llegada del alcalde y otros de su clase, mientras fumaba la enorme pipa, oyendo con desdeñosa superioridad al tío Gòri, un viejo carpintero de ribera que durante veinte años iba al café todas las tardes á deletrear el periódico desde el título á la plana de anuncios ante unos cuantos pescadores que en los días de holganza le oían hasta el anochecer.