La boda de Gallardo era un acontecimiento nacional.

Á las bodas de Júpiter estaban Todos los animales convidados: Unos y otros llegaban Á la fiesta nupcial apresurados.

Quiso Pipaón que su boda fuese de mucho aparato y bullanga.

Germán estaba allí, y la boda era asunto concertado, resuelto, aplazado sólo por la necesidad de que Germán encontrase una posicioncita, una base para establecerse; una fiscalía, por ejemplo.

¿Ve usted cómo acertaba yo al opinar que esa boda era un atentado?

Su boda era cosa decidida, un tema de conversación para toda la ciudad.

No digo que no; pero soy su tío, y el tío protesta y dice que esa boda es un disparate.

a míprosiguió la penitente sin poder contener la efusión de su sinceridad, que aquel hombre me pertenecía a mí y que yo no pertenecía al otro... que mi boda era un engaño, una ilusión, como lo que sacan en los teatros.

Los padres no deseaban otra cosa: era un partido brillante, la boda era para entrambos una especulación; de suerte que lo que sin razón de estado no hubiera pasado de ser un amor, una calamidad, pasó a ser un matrimonio.

La boda fué una verdadera fiesta para el escuadrón del Brigante y para los amigos.

EMILIA PARDO BAZÁN Un viaje de novios -I- Que la boda no era de gentes del gran mundo, conocíase a tiro de ballesta, a la primer ojeada.

Mi boda con D. Jaime sería como grillos con que él ataría sus pies; sería para él una carga muy pesada.

No iremos a Mérida, y la boda de que te he hablado es una mera invención mía sólo para atraerte aquí.

Oye una cosa: mañana recuérdame que hay que comprar el regalo para Victoria Trujillo, cuya boda es el jueves.

Yo te ayudaré á conseguir lo que deseas para que esta boda sea lazo de amistad que extinga el rencor de vuestras familias.

Los rumores eran ciertos, como lo eran el noviazgo y las pretensiones del joven, y su seguimiento cuotidiano de la chica, á caballo y á pie; mas á pesar de esta cacería ecuestre y pedestre, lo de la boda era un puro mito, sin otra realidad que la que tenía en el deseo ardentísimo de Milagros de ver á su hijo poseedor de un caudal limpio y gordo.

Sin duda, con el espíritu mercantil que usted posee, ha considerado que esta boda es un negocio a medias, y que, por consiguiente, cada asociado debe suministrar la parte que le corresponde; pero usted ha arrimado demasiado el ascua a su sardina; no hay paridad entre lo que cuesta un cajón y lo que cuesta el viaje.

Pronto se repuso, porque la alegría puede trastornar, pero hace daño rara vez: y de allí á dos semanas, la boda de Martina y de Mendoza era noticia oficial, y se sabía el encargo del equipo y galas, y se discutía el mobiliario y alojamiento de los novios.

La boda de aquellos queridos hijos había sido la ocasión de perdonar las injurias.

La boda fue en la parroquia de San Martín.

Advierte añadió Hien-ti que mis bodas no han sido más que un pretexto para descubrir vuestros planes.

[Illustration] [Illustration] XII LA ROSA DEL CORAZÓN AL llegar a Valdecruces conoció Rogelio la situación de la familia Salvadores; supo asimismo que la boda de Florinda con su primo Antonio era raíz de una esperanza para la rehabilitación del hogar, y que la pobre moza, enamorada del poeta, vivía en sorda lucha pugnando heroicamente por favorecer a los suyos, sin hollar los fueros de su propio corazón.

Y al ver que se aproximaban otros amigos, olvidaba a los burlones y seguía repitiendo: ¡Na; que no hoy mas que un hombre!... ¡El primero del mundo! ¡Y el que no lo crea que abra el pico... que aquí estoy yo! La boda de Gallardo fue un gran suceso.

En el palique de aquella gente ociosa y novelera, pasto de toda malsana curiosidad, eran tema favorito las bodas de Eva y de María.

Bodo, qui ante annos aliquat Christiana veritate derelicta ad Judæorum perfidiam concesserat, in tantum mali profecit, ut in omnes Christianos Hispaniæ degentes, tam Regis quam gentis Sarracenorum animos concitare statuerit...