43 Metáforas para coro

CORO Devuélvenos la alegría con tus palabras y con tus acciones.

EL CORO Extranjeros, este lugar célebre adonde habéis llegado, Colona, es el asilo más tranquilo y más seguro de esta tierra, famosa por sus corceles.

EL CORO ¡Oh cielos, oid de nuevo resonar en los aires ese ruido terrible! ¡Sednos propicio, gran dios, sednos propicio! ¡Y si es un signo funesto para nuestra patria, que se nos torne favorable! ¡Que la presencia de un anciano desgraciado no vuelva contra nosotros nuestros beneficios! Zeus, a ti nos dirigimos.

CORO eres la ciudad; eres el pueblo; , que eres sumo juez a quien nadie juzga, e imperas en el altar, hogar común de la patria.

CORO Triste consuelo de sus desdichas para los desdichados.

EL CORO EL CORO ¡Cielos, qué horripilante estado, el más horrible de cuantos se hayan nunca ofrecido a nuestros ojos! Desgraciado, ¿qué delirio os ha arrebatado, qué demonio ha podido colmar vuestra desgracia con males tan crueles?

A este anuncio, la concurrencia toda se puso en pié, Pasion ensayó las primeras notas y en un momento estuvo en corriente el coro.

CORO ¡Ay, ay, crímenes miserables! ~(Contemplando el cuerpo de CLITEMNESTRA.)~ ¡Horrenda muerte has tenido! ~(Viendo a ORESTES, que comienza a dar señales de turbación.)~ ¡Ay cielos! ¡También para el que sobrevive comienza a dar frutos la desdicha! ORESTES

EL CORO Es, sin duda, una crueldad despertar vuestros dolores adormecidos por el tiempo, extranjero, y no obstante, ardemos en deseos de interrogaros.

El coro del himno es la siguiente cuarteta: La Patria nos convoca Con noble y suave voz, A rendir á la ciencia El merecido honor.

CORO No te cuides de causas de sangre que no son de tu incumbencia, pues, si te obstinas, ya no habrá más santidad en tus oráculos.

CORO No me dejes sola, padre; te lo suplico.

EL CORO ¿Qué desgracia ocurrida a nuestros amos venís a anunciarnos? EL MENSAJERO Han muerto, y los que aún viven han causado su pérdida.

CORO ¡Oigo el relinchar de los caballos! ETEOCLES Si lo oyes, haz como si no oyeses.

Cuando se termina, se encienden los cigarros, los toscos asientos se acercan al fuego y se charla de todo, pero con preferencia de asuntos de ladrones o de amor, de los que los últimos son los menos fantásticos; se dan y se reciben bromas, y la risa forma el coro de la conversación, especialmente si se ha comido y bebido bien, para lo cual es el mejor postre.

EL CORO ¿A vuestro padre? EDIPO Basta; son nuevos golpes con que desgarráis mi herida.

EL CORO Las haréis con tres vasos primero, y el cuarto lo derramaréis entero.

CORO Tales fueron también tus hazañas en el palacio de Feres.

CORO ¡Ay, ay! ¡Ojalá hubieses perecido miserablemente al cruzar la movible selva de los mares, arrojado por desecha borrasca contra el arenoso promontorio de Sarpedón! HERALDO Grita; vocifera; llama a los dioses.

EL CORO ¿Son, pues, a la vez, hijas y hermanas de su padre? EDIPO ¡Ay! EL CORO ¡Mil veces ay! EDIPO

EL CORO ¡Oh hijo de Meneceo, loada sea la suerte que reserváis al amigo y al enemigo del Estado!

EL CORO ¿Cómo? EDIPO Tebas, sin saber el himeneo a que me sometía, me cargó, con sus lazos funestos, de una cadena de infortunios.

CORO Zeus es el juez de esta causa entre mis parientes y yo; Zeus, que se inclina siempre del lado de la justicia, y a cada cual le da lo que se merece: castigo a los inicuos, y premio a los justos.

CORO Rey de los Pelasgos; muchos y varios son los males de los hombres.

CORO No es maravilla que el temor que se alberga en nuestro pecho nos haga poco sufridas.

43  Metáforas para  coro