714 oraciones de ejemplo con casitas

Adios, Provenza; adios, Bocaire; adios, Ródano; adios, familias inocentes; adios, casta doncella, que con el aliento de tu boca prestas nuevos aromas á las flores de tu campo vírgen; á las flores que esmaltan esas márgenes encantadoras; adios casitas; adios, palmeras; adios, cipreces.

Recorriendo á pié las praderitas de Lungern, por en medio de graciosas casitas y cortijos, nos sentímos atraidos por un pequeño paisaje encantador, digno de fijar el pincel del mejor artista.

Donde quiera se destacan entre filas regulares de corpulentos olmos, tilos y castaños, numerosas calles compuestas de casitas y tiendas repletas de todo lo que la industria puede producir mas elegante y rico en materia de joyas, sederías, cristalería, curiosidades artísticas, guantería y mil otros objetos de gusto y de uso indispensable en la sociedad lujosa, que el capricho de la moda se esfuerza por exagerar y variar hasta lo infinito.

Todas las calles están formadas por hileras de casitas perfectamente iguales, ó al ménos muy semejantes, habitadas cada cual por una ó varias beatas ó beguinas.

Las casitas son todas pintorescas, en número de 400, sin contar 18 salones comunes, y en cada una se ve escrito en la puerta el nombre de un Santo, probablemente el de la devocion de la beata habitadora.

Pues ahí, en la bodega, en un cajón, están guardadas las casitas, y los pastores, y los rebaños, y el portal, ¡y todo! Si tus tías quieren, hasta nacimiento habrá, Rodolfito.

Un dia que estuvimos en busca de la ancla perdida, fuimos mas adentro por tierra, y vimos 2 ó 3,000 casitas ó sepulturas con una pared que corre entre ellas, las que están del desembarcadero sobre el rumbo del N, distancia cosa de 12 millas ó 4 leguas.

Una a una las blancas casitas lejanas se van apagando.

Los dos salieron de la ciudad, y después de seguir las cercas de las pequeñas viñas con sus casitas de recreo entre grupos de árboles, vieron extenderse ante sus ojos las planicies de Caulina como una estepa verde.

Al entrar en aquellas calles estrechas, al abrir la puerta de sus casitas, se penetra en la vida íntima de la antigüedad y se es recibido amistosamente en un pueblo que ya no existe.

Y luego, el derribo no se hace hasta dentro de un mes, hasta que venga la cuaresma; pueden venir otras partidas... yo hubiera querido que se derribasen al instante, pero... Y además, ¿qué me van á comprar los dueños de esas casas si son todos unos más pobres que otros? Siempre podrá usted comprarlas casitas por una bicoca... Y hacer despues que se retire el decreto y revenderlas á un precio doble... ¡ ahí un negocio!

La gran puerta del fondo, cerrada por una verja mohosa, dejaba ver al través de sus vidrios el cerro de enfrente y un grupo de álamos entre dos casitas rojas en lo más hondo de una cañada.

Mas cual no sería la sorpresa de los excursionistas al ver que á medida que se internaban en el monte, se presentaban ante su vista pequeñas casitas de yagua, y el humo que despedían las candeladas; todo eso demostraba que horas antes había estado acampada allí alguna numerosa partida de alzados, por lo que hubieron de abandonar aquel lugar teniendo en cuenta que sólo eran seis hombres, de los cuales solamente dos usaban arma larga.

Más allá de este Danubio en seco, los bosquecillos, de árboles delgados, pero de apretado follaje, dejan ver en sus claros campos, de intenso cultivo, granjas en torno de las cuales agítanse hombres y mujeres vestidos de blanco, aldeas de casitas rojas, agrupadas en torno de la iglesia, como una pollada alrededor de la madre.

Las dos no son más que dos puñados de casitas, y sin embargo, sus nombres corren por el mundo, figuran esculpidos en uno de los arcos de triunfo más grandes de la tierra, y han servido para bautizar grandes bulevares de París.

Éste vivía á la sazón en una de las casitas bajas de la Alameda de Becedo; de modo que, siguiéndole los pasos, tuvo Cleto que atravesar la ciudad por la cuesta de la Ribera y calle de San Francisco; precisamente la arteria más llena de los jugos vitales del Santander de entonces.

Casitas... ¡Pch! Casi no recojo un céntimo de ellas.

Los compañeros y yo, costeando los bordes del abismo y atravesando por entre hermosas casitas blancas con sus jardines esmeradamente cultivados, llegamos al gran puente colgante, citado con justicia como una de las maravillas del Niágara.

El extenso parque de esta casa contiene tres ó cuatro casitas igualmente alegres, tambien de la propiedad del Sr. Bryant.

La villa, con sus casitas cucamente apiñadas, era como rompecabezas de niño; el colegio, una pieza inútil dejada de lado.

Tipo de las deliciosas casitas habitadas por la clase media americana.

En lo más bajo del paisaje aparecieron unas casitas abrigadas en lo hondo, porque en lo hondo prosperaban sus viñas.

Tomaba ejemplo de aquellas casitas blancas de las que sacaba las láminas alveoladas de que colgaban los racimos espesos de obreras que se entremezclaban realizando una unión esforzada para conseguir dar presión a la cera que iba formando el panal.

Los huertecillos se convierten gradualmente en jardines y las chozas en casitas de aspecto europeo.

Como detalle de él, apareció Valdecines á la bajada de la sierra, con sus casitas diseminadas y medio ocultas entre huertos y arboledas.

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