121 oraciones de ejemplo con la cola de

Escolástico es el que sigue irracionalmente opiniones ajenas, como la cola de los irracionales sigue al cuerpo.

En este mismo dia se determinó mandar una partida de 10 indios con un cabo de los nuestros y dos soldados, los que pasaron á nado en sus caballos, llevando la ropa en una pelota de cuero, y los indios en unos palos á modo de balsa, la que iba amarrada á la cola de un caballo.

Todas estas pláticas de los dos valientes oían el duque y la duquesa y los del jardín, de que recibían estraordinario contento; y, queriendo dar remate a la estraña y bien fabricada aventura, por la cola de Clavileño le pegaron fuego con unas estopas, y al punto, por estar el caballo lleno de cohetes tronadores, voló por los aires, con estraño ruido, y dio con don Quijote y con Sancho Panza en el suelo, medio chamuscados.

Indudablemente, detrás de los mallorquines nobles y plebeyos venían en orden de consideración los cerdos, los perros, los asnos, los gatos, las ratas... y a la cola de todas estas bestias del Señor, el odiado vecino de «la calle», el chueta, paria de la isla.

Se acercó por detrás del toro; y este joven, de delicada estructura y de fino aspecto, cogió de sus manos la cola de la fiera, y la atrajo a , como si hubiera sido un perrito faldero.

Por verme entrar, me llenó de improperios; detúveme dudando junto a la puerta, y esto fue mi fortuna, porque con la última desvergüenza me arrojó la palmatoria, que se estrelló contra el espejo de un lavabo, a media vara de la cola de mi vestido.

Arrastra, como la cola de los vestidos de baile de mamá, un manto de tul bordado de oro, perlas y brillantes.

La práctica hoy día es arrastrar al reo en un serón atado a la cola de un caballo hasta el pie del patíbulo.

Los angostos faldones bajan hasta las corvas y se me figura que con esa moda se ha querido imitar la cola de las golondrinas.

Ella arrastraba la cola de su elegante bata por las limpias baldosas unidas con asfalto, y él, con la mano izquierda en el bolsillo del pantalón, recogido el borde de la levita, accionaba levemente con la derecha, empuñando un junco por la mitad.

Todos los sitiados pensaban lo mismo; pero lo que colmó su desesperación fue ver de repente una larga fila de cosacos desembocar en el valle de Charmes a galope tendido, con el loco Yégof a la cabeza, volando como el viento; su barba, la cola de su caballo, su piel de perro y su roja cabellera hendían el aire.

Anuncia á la sazón un servidor, que Tarfe se encamina hacia el campamento trayendo el Ave María en la cola de su caballo.

La chalupa dejaba marcada su ruta por una estela luminosa, que brillaba en las tinieblas de la noche como la cola de un espléndido cometa.

Un día el boticario entró en la trastienda, y al revisar las paredes y los techos, vió la cola de gato.

En un vaso de agua, se deshace la cola de pescado y se cuela sobre la fresa.

Al fin se alejaba con repentina resolución; desaparecía casi pegado á la cola de alguna hembra, siempre del mismo aspecto.

Quiso defenderse, mover los pies y las manos, dar un grito; pero hallóse mudo, inerme, ciego, cautivo en el abrazo pérfido y suave del lienzo y de las olas, arrastrado entre dos aguas, en desenfrenada carrera, á remolque de la bravía embarcación, como vencido paladín á quien ataran á la cola de su propio corcel.

Al saber esta infausta noticia, se armó Aquiles, y vengó la muerte de su amigo en la sangre de Héctor, cuyo cadáver ató á la cola de su caballo, y le arrastró siete veces en torno de los muros de Troya, destrozándolo horriblemente.

Alguna vez se le permite que se suba al pescante y se siente junto al mayoral, para lo cual se coge siempre a la cola de la mula trasera para ayudarse a subir a su asiento.

Ese es un caballo, dixo Zadig, que tiene el mejor galope, dos varas de alto, la pesuña muy pequeña, la cola de vara y quarta de largo; el bocado del freno es de oro de veinte y tres quilates, y las herraduras de plata de once dineros.

Todo el mundo sabe que era un ser divino, que tenia la cola de oro, y una cabeza humana muy hermosa, y salia del mar para predicar en la tierra tres horas al dia.

El escrupuloso observador Babinet asegura que la materia de que se componen tan tremebundas colas es cien veces más sutil que el aire atmosférico, y que, por tanto, aunque en su desatentada carrera alcanzara la cola de un cometa á nuestro globo, sólo produciría un malestar tan ligero como el ocasionado por el último manifiesto del Duque de la Victoria.

León, que formaba a la cola de la ruta, contemplaba con ojos de envidia aquel torrente humano que a pie, en berlina, en ómnibus, en calesa y aun en tartana, se precipitaba desde la Puerta del Sol hasta la Cibeles como desbordando por un embudo invertido.

Aquella noche, rodando a la cola de un mixto cuya lentitud y torpe manera de frenar nos hacía reir, volvimos a entretenernos mutuamente con el relato de lo que cada cual había visto, y los cuadros y personas que llenaron nuestra existencia ambulante acudieron en muchedumbre.

Tal vez nosotros vamos degenerando, ó por decirlo así destiñéndonos y como perdiéndonos modestamente en la cola de la cultura europea, mientras que Uds. conservan mejor el individualismo, la autonomía de raza.

121  oraciones de ejemplo con  la cola de