65 oraciones de ejemplo con peculio

Los más provenían de extracción humildísima, de las breñas y entrañas del terruño labriego; pertenecían a familias de aldeanos pobres, con el peculio preciso para pagar a uno de los varones la modicísima pensión del Seminario, por entonces poco más de una peseta diaria; eran de una raza intermedia entre la pura animalidad y un rudimento de especie humana.

Mientras fué literato, su fama era grande, su hambre mucha, su peculio escaso, su porte de esos que llamamos de mal traer.

Exigíalo su posición social, ya considerable, y lo pedía a grito herido su peculio, el cual con el acrecentamiento de los gastos y comodidades necesitaba refuerzos grandes.

Hízose un novenario suntuoso, costeando de su propio peculio la devota virreina doña Teresa María Arias de Saavedra los gastos de tan magníficas fiestas.

Allí, con su buen carácter, mucha paciencia y grande aplicación, fue haciéndose lugar y acrecentando su peculio, gastando menos según iba ganando más; hasta que a los quince años de droguero y a los veintiocho de edad, creyéndose bastante rico y por otros motivos que se sabrán, su amo le cedió la droguería con unas condiciones que, sin dejar de ser buenas para el cedente, eran un filón de plata para el ahorrativo e inteligente castellano.

Incapaz de calcular las mermas de su nada abundante peculio, vio en los Diamantes Americanos ciertos pendientes que, una vez puestos, habrían de parecer como nacidos en sus propias orejas.

Que las capillas y demas oficinas construidas, estaban hechas á todo costo, en lo doble de las paredes, lo arreglado de los edificios, y lo labrado de las maderas, y que á justa tasacion, avaluada cada capilla y sus respectivos cuartos, no descaecia del valor de seis mil pesos: y que era constante cuanto habia gastado S. S. de su propio peculio, á fin de perfeccionar la labor comenzada.

Su peculio, que ya venía sufriendo considerables mermas, entró en un período de verdadero ahogo.

Además costeó de su peculio no pocas obras, y entre éstas merecen especial mención las que mandó hacer reedificando la Cárcel Real, por los años 1418, que se encontraba situada en la calle Sierpes hacia el lugar que hoy ocupa el Círculo de Labradores y Propietarios.

Pues bien; ya que con tanto imperio le mandaba, al menos que pagase la exacta obediencia, encargándose de extraer, del peculio de María, la cantidad que el esposo necesitaba para pagar sus deudas.

En el año 1887, cuando la reacción conservadora produjo aquí los lamentables sucesos á los que se dió el nombre de compontes, fundó y sostuvo con su peculio propio en Madrid un periódico titulado La isla de Puerto Rico, en el que hizo una vigorosa campaña contra el gobierno del general Palacio, y en compañía de Labra, Cortón y otros defensores de Puerto Rico, logró conjurar aquella lamentable crisis.

Entonces su esposa trató de consolarle, y le dijo: «No te aflijas de ese modo, pues los diez mil dinares te los restituiré por completo sacándolos de mi peculio y vendiendo parte de mis pedrerías.

Además, ya te he dicho que te daré de mi peculio el dinero que gastaste en comprarla.

Y la madre le dió un buen dote de su peculio particular y le hizo un buen equipo.

Ya mi peculio en un brete al fin me da Vedia un siete; le pido naipe al de Vedia, y Vedia pone una media sobre el mugriento tapete.

Las noticias de América eran harto desconsoladoras: el padre de Florinda, «el señor Martín»—según le llamaba el mismo don Miguel—encontró a su hermano Isidoro muy enfermo, y en manos ajenas el humilde negocio allí establecido, señuelo de la esperanza familiar, vorágine que sorbía cuanto la usura prestaba, con subido interés, sobre el menguado peculio de la tía Dolores.

Sin tomarse otro trabajo que el de seguir las indicaciones de un mal consejero, interesado en arruinarlo, el buen Delange hace una jugada infeliz y pierde, como era lógico, obrando con tan poco seso, lo que le resta de su menguado peculio.

Con aquel trabajillo se ayudaba, reforzando su mísero peculio.

Su amistad con Cimarra, que había llegado á ser muy íntima, me anunciaba desastres sin cuento y quizás rápidas mermas en el peculio del esposo de Lica.

El Padre Atienza era conocido por sus obras de ciencia en todo el mundo; estaba emparentado con personas nobilísimas y había cebado los tesoros de la Compañía con un peculio de quinientas mil pesetas.

conocido de niños (pues mi padre era también de Larrés), simpatizaron e intimaron de mozos y resolvieron formar hogar común, en cuanto el modesto peculio de entrambos, que había de crecer con el trabajo y la economía, lo consintiese.

» Francisco I le visitó, y la ciudad permitió al magnate que las fiestas fuesen pagadas con su peculio.

El maestro salido de la Escuela Normal pasará a las propiedades de las Escuelas, adonde llevará consigo su peculio en plantas para propagar, donde hallará casa i ocupaciones varias, prospecto de fortuna e interes de continuar la residencia que le da, desempeñando deberes públicos, tiempo i medios de cuidar de sus intereses.

A veinte son hombres formados, intelijentes, aptos para entrar en la vida, i a veces poseen un peculio adquirido durante su aprendizaje en lugar de haber costado nada al erario.

Se cita el caso de un colono que ha comprado 300 frutales con su propio peculio; y, según cálculos, hay en la colonia alrededor de veinte y cinco quintas, cultivadas todas con buen éxito.

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