1773 oraciones de ejemplo con sus miradas

Constanza fijaba sus ojos en el atribulado Garcés y rompía á reir como una loca, en tanto que los otros servidores esforzaban las burlas con sus miradas de inteligencia y su mal encubierto gozo.

Todo el mundo fijó sus miradas en aquel punto.

Después las tinieblas rosadas y azules que flotaban en el espacio, como cortinas de gasa transparente, se rasgaron como el día de gloria se rasga en nuestros templos el velo de los altares, y el paraíso de los justos se ofreció á sus miradas deslumbrador y magnifico.

Mi corazon está siempre desvelado y mis ojos no se cierran sino para dirigir sus miradas dentro de mismo; sin embargo estoy vivo, y segun mi forma y mi aspecto, me parezco á los otros hombres.

Las señoritas que ya estaban en edad de afeitarse fingían rubor ante sus miradas audaces; pero las que no se veían objeto de la belicosa admiración se mostraban nerviosas, envidiando á sus compañeras.

Después, estrechándose las manos, paseaban los dos sus miradas por aquel mar misterioso y temible, poco frecuentado por los seres de su especie.

Las tres dirigieron á un tiempo los más impertinentes rayos de sus miradas sobre el semblante de la infeliz muchacha, que estaba con los ojos bajos, el alma oprimida y sin poder pronunciar una palabra.

Sus miradas frecuentes la envolvían de la cabeza a los pies, notándose que se detenían en el pecho, alto y provocador.

Raimundo, guardando en los oídos el eco de su voz y en su corazón el fuego de sus miradas, quedaba también silencioso, más atento, en verdad, a la música que sonaba dentro de su alma, que a la que venía del escenario.

Cuando la buena señora se quejó suavemente de este proceder, Salabert negó en redondo, no sólo sus miradas y sonrisas, sino toda relación con aquella mujer.

Clementina comprendió por sus miradas angustiosas lo que estaba sufriendo, y después de aguardar malignamente un rato (que en esto todas son iguales), se levantó al cabo y vino hacia ellos sonriente: ¿Qué conspiran los sabios?

Me daba gusto repetirle lo poco que sabía yo, viendo brillar sus miradas y sonreir su boca.

Muchos son los cambios que se han verificado, no sólo en las instituciones y costumbres, sino también en el alma humana, desde que el señor tenía así á sus súbditos bajo sus miradas y bajo sus plantas, desde que el heredero de su nombre crecía pensando en en que todos los seres mal vestidos que veía moverse allá abajo, todos aquellos hombres serían, cuando él quisiera, carne para su espada.

Lo que en nosotros era admiración, en los indios era un terror visiblemente marcado en sus bronceados semblantes y en la estupefacción de sus miradas.

Y al notar yo el furor de sus miradas y el calor con que se expresa, le protesto a usted empiezo a temer además que ya no quiera atender a otras razones, que nos quiera separar, y aun para separarnos más pronto que la coja ahora mismo del brazo y se la lleve a su gabinete.

Ella marchaba al mismo paso que yo, con una agilidad de campesina; en sus miradas se expresaba alternativamente la timidez, la audacia y el enfado.

A Rosita Briones le centellearon los ojos y envolvió a Martín en una de sus miradas enigmáticas.

Él volvió el rostro para evitar sus miradas ardientes, y al mismo tiempo porque temía dar libre curso á la risa que le cosquilleaba el pecho.

Los dos hombres habían cruzado sus miradas, y Fontenoy vió de pronto en los ojos del otro algo que le hizo retirar el antifaz de su sonrisa.

Tiemblo sólo de pensar que puedo ver á las mismas personas que he encontrado tantas veces en los salones, y me será preciso explicarles mi conducta, sufrir sus miradas irónicas, sus palabras de falsa lástima.

¿Y la familia de usted?preguntó la Torrebianca con una expresión austera, desmentida al mismo tiempo por sus miradas.

Buscó la sala A., donde, en medio de los cien lienzos colgados en la pared, se destacaba una figura, como una aparición fantástica, apoderándose de sus miradas y ejerciendo sobre ella como una especie de atracción hipnótica: Roussel, de un parecido inverosímil, fresco, sonrosado, con sus cabellos blancos, satisfecho, pacífico.

Todos los que componían su público, por cuya admiración trabajaba con tanto ardor desde que se retiró de los negocios, se agruparon en su mente como en un cuadro, y le pareció que todos aquellos árbitros del éxito y del renombre dirigían hacia él sus miradas como para preguntar: "¿Á que se decidirá?

Aquellas figuras parecen agitadas por una corriente oculta de electricidad nerviosa; sus miradas son vivas y elocuentes; sus sonrisas expresivas, su actitud imita enteramente la vitalidad.

Las actitudes de los indios, su casi completa desnudez, sus miradas astutas, sus rostros mates y cobrizos, sus armas primitivas, todo en fin revela ó finge en esas estatuas de cera, la vida, la pasión, la energía de su modo de ser y de su peligrosa situación del momento.

1773  oraciones de ejemplo con  sus miradas