33 colocaciones para refrescos

Cargaba todos los dias sobre Galípoli gente de refresco, y apretaban á los de dentro, mas con el impedirles que no entrasen bastimentos por tierra, que con las armas.

Abd-el-Gewar fue de opinion que mientras uno de los monfíes iba á ver si los caballos de refresco estaban preparados, entrasen en un meson á la entrada del pueblo y descansasen y tomasen algun alimento.

¡Mala suerte la de su brigada! Habían llegado al frente en un momento de apuro, para ser lanzados como tropas de refresco.

El Parque, al decir de las varias guías y datos que consulto, tiene de costo diez y seis millones de pesos, le sombrean 200,000 árboles y arbustos, y contiene museo de historia natural, casas de fieras, lagos, restaurants, salones de refresco, salones de música, subterráneos y cascadas.

No desmintiendo éstos la hospitalaria tradición campesina, hicieron pasar a los visitadores, quieras no quieras, al comedor, donde un mármol se hubiera reído también observando cómo la mesa del refresco, la misma en que comían a diario los dueños de casa, tenía dos escotaduras, una frente a otra, sin duda destinadas a alojar desahogadamente la rotundidad de un par de abdómenes gigantescos.

Mariano Rosas, junto con algunos indiecitos y alguna chusma se habían quedado allí, cuidando una caballada de refresco, mientras su belicoso padre daba un malón, internándose muy adentro.

La eterna nota verde de infinitas variaciones, desde el negro al amarillo, sonreía al sentir el contacto del sol tras el refresco de la nieve.

Además está uno desazonado, porque aquella gente... En fin, cuestión de refrescos.

Dábase este último nombre á un lugar en donde se vendía una especie de refresco, llamado aloja, compuesto de agua, miel y especias; más tarde se agregó á él un palco, destinado al alcalde que presidía la función, y se sospecha que el antiguo alojero ocupaba el lugar de este palco, de creación más moderna, y situado sobre la cazuela.

Sirva de modelo y aunque de escaleras abajo, la siguiente anécdota: No muchas noches que mi espíritu observador me llevó á la puerta de un establecimiento de refrescos; tomé asiento, y no bien había saboreado los primeros sorbos de una limonada, escuché el siguiente diálogo que salía de un grupo próximo adonde yo estaba.

Hay que traer colgaduras, cera, flores de trapo, candeleras, cornucopias, dulces, castañas, frutas secas, garbanzos tostados y demás, para la gran función religiosa, con refresco y todo, que habrá aquí dicho día, y á la que vendrán únicamente aquellos de Vds. que sean buenos y aplicados.

Mientras mas recia estaba la refriega, doblado esfuerzo mostraban los de á pie, que aunque heridos i con mas heridas de refresco, no curaban de apretárselas por no pararse á ello; pues el coraje de los enemigos no daba lugar mas que para matar ó morir.

Servida había en una mesa una limonada para el refresco, y tomádole que hubieron, Cervantes y Margarita pusiéronse el uno a un lado y el otro al otro de doña Guiomar, que con voz ya un tanto caneada y lánguida, continuó su relación de esta manera.

Para colmo de males, el dia 28 llegó el brigadier Burton con parte de la primera division de las tropas del Norte de América convoyadas por el navio Intrepide, i la llegada de esta fuerza de refresco en tan críticas circunstancias reanimó el espíritu abatido del ejército i avivó en todos el deseo de llevar a cabo una conquista tan dilatada i penosa.

E desde a onçe dias llego a la Gomera, que es una de las islas de Canaria; y en ocho dias que alli estuvo, se proveyo de lo que ovo menester de refresco e agua e leña e otros bastimentos para su camino: e fecho esto, salio de alli, e desde a quarenta e un dias llego a Puerto Rico, en la isla de Sanct Johan, y estuvo alli tres dias.

Mourelo se encontró con otros muchos murmuradores de refresco y con los de depósito que no estaban menos ganosos de romper el fuego contra el común enemigo.

Uno con grandes espejos, pianos, candelabros, estatuas, sofaes y sillones, para tertulias, conciertos y bailes, y en el opuesto extremo, están la cantina que por constituye una negociacion cuantiosa, la opulentísima fonda y mesillas para refrescos y licores.

Como estas postas eran, generalmente, una esquina ó pulperíapongamos mesón, para hablar castellano y francés al mismo tiempo,se explicará la inevitable ausencia del refresco hípico, con la imperativa presencia del refresco alcohólico.

Aquí y allá, en las esquinas de los parques, los quioscos de refrescos son ascuas.

Pudo haber llamado, seguro de obtener entrada y un amable recibimiento; pero prefirió esperar en el balcón de la sala de refresco que daba sobre la alameda de Paula.

En el corredor ó pasadizo interior que conduce de la calle á un pequeño, pero aseado y alegre patio, se tendieron asientos: en el patio se figuró un bonito salon de refresco y se hacia servicio abundante y perpétuo de licores exquisitos, helados, pasteles, sandwichs, carnes frias y cuanto podria contentar al más exigente gastrónomo.

Aquellos soldados de refresco decidieron la suerte de la batalla.

En el salón amarillo, donde se había bailado después de volver a Vetusta, mediante algunos tertulios de refresco, se apagaban solas las velas de esperma, en los candelabros, corriéndose por culpa del viento que dejaba pasar un balcón abierto.

Sabiendo esto el escritor de costumbres, no desdeña muchas veces salir de un brillante rout, o del más elegante sarao y previa la conveniente transformación de traje, pasar en seguida a contemplar una escena animada de un mercado público, o entrar en una simple horchatería a ser testigo del modesto refresco de la capa inferior del pueblo, cuyo carácter trata de escudriñar y bosquejar.

»A aquella isla aportamos que tomara el nombre del guerrero Santiago, santo que al español siempre ayudara a hacer en los moros bravo estrago; de aquí, luego que Bóreas nos soplara, tornamos a cortar el ancho lago de la salada mar, y así dejamos la tierra do el refresco dulce hallamos.

33 colocaciones para  refrescos