Qué preposición usar con verbo
Yo, Tu, Aquel son personas, y numero singular, y el verbo es plural; porque aquellas hablan de uno, y el verbo de muchos; por lo que dije que hay verbo singular y verbo plural, propios solo de este lenguage, y acaso de otros no conocidos por mi; y aqui se ve concertado el verbo plural con personas del numero singular.
Y con esto queda explicado el tiempo, su conocimiento el modo, y conjugacion del verbo Dar, ô Ará: el que repetire todo, para que se quite la confusion que puede causar tanta advertencia que ha sido preciso hacer; y luego dire otras particularidades que hay sobre todo verbo en este idioma, y sobre esta materia.
Verbo del opreso, anatema al poder, tus hojas santas, al irradiar en los cerebros muertos, de la opresión libraron una raza.
Las conjunciones enlazan nombres, y verbos, nombres con nombres, y verbos con verbos, y tambien adverbios con adverbios, y gerundios con gerundios; unas veces antepuestas, y otras pospuestas, no teniendo estas lugar de anteponerse nunca en este idioma.
y qué calor natural despedía aquella mujer!» pensaba don Juan, aplicando el mismo verbo al calor y a la elocuencia.
¿Hay otras formas del verbo a las cuales sigue el pronombre?
Cámbiense a la forma correcta del indicativo los verbos entre paréntesis: 1.
Valdría, pues, como enlazar; pero no conozco texto en que tranzar valga enlazar propiamente, y asi, prefiero interpretar aqui este verbo por tronchar y cortar, que en algunas partes se dice del gusano á fuerza de carcomer la planta, y asi responde a lo que el león hizo con el asno, que quiso abrillo todo y abriol' por los costados.
El complemento se anticipa en nominativo, con una oración de relativo: las mugeres que... y luego se reproduce acerca del verbo mediante el pronombre dellas, provisto de la preposición conveniente.
Al volver, la noche bajaba sobre el valle, las luciérnagas lucian en el follaje, las primeras estrellas en el cielo; y la campana que suena en las alturas para conjurar las tempestades del aire y contar los muertos de la tierra, anunciaba el Ave-María saludando á la Madre del Verbo é infundiendo con sus sagrados acentos religiosas emociones en nuestro pecho.
Esta doctrina la aplica Vico á la inteligencia divina sustituyendo á hecho, engendrado; con lo cual invierte el órden de las ideas, pues que ni segun nuestro modo de concebir, Dios entiende porque engendra, sino que engendra porque entiende; no se concibe la generacion del Verbo sin concebir antes la inteligencia.
Ni el amor inefable y divino hubiera brotado nunca en la mente suprema, si de la contemplación del propio Verbo desde la eternidad no hubiera nacido.
No hay paciencia para haber de decir con diferentes verbos y conjugaciones: yo amo; yo amo á Pedro; yo lo amo; yo me amo; yo la amo; yo le amo; por esto amo; con tal inconsecuencia en las conjugaciones, que aprovecha poco saber conjugar un verbo para poder hacer lo mismo con otro.
Los verbos á que van pospuestos dichos pronombres pierden en algunos tiempos su última letra.