36 Adverbios para describir cómo gobernar

No es nuestro Dios como el de los muslimes, déspota caprichoso y cruel, gobernando a los hombres, allá en su distante y cerrado cielo, como sultán que se esconde a los ojos de la vil muchedumbre de sus esclavos, y desde su encumbrado alcázar con vara de hierro los domina.

[106] Rey de Tebas, cuyo país gobernó tiránicamente.

Es verdad que esta provincia tiene autoridades militares, civiles y judiciales españolas; pero quien gobierna efectivamente en ellas es el Foreign Office de Londres, y por mandato suyo, el general gobernador de la plaza de Gibraltar.

Estos títulos honoríficos, juntos á una inmensa fortuna que habia heredado de sus mayores, y al influjo que egercia en su provincia, por haberla gobernado interinamente, colocaban á Arias en una de aquellas posiciones privilegiadas, en que las empresas mas árduas se miran sin trepidacion y con confianza.

[60] Mujer de Luis Sforza, duque de Milan, llamado el Moro, el cual, despues de muerto Galeazzo su hermano, bajo pretexto de dirigir á Juan Galeazzo, sobrino suyo y heredero de aquel Estado, la gobernó continuamente, hasta que por fallecimiento de su sobrino, le colocaron en posesion definitiva del ducado los señores de Milan.

Las negociaciones con Vigodet y con el enviado del Principe Regente de Portugal para el arreglo de las complicadas cuestiones de la provincia oriental, exijia por si solas, una contraccion de todos los instantes y el empleo de una sagacidad que salvára con honra los peligros presentes sin comprometer los planes de la independencia que tenia trazados la autoridad que gobernaba aparentemente en nombre del rey de España.

Al llegar á la desembocadura del Morava en el Danubio, acaba el territorio austriaco y empieza el de la autónoma Hungría, que tiene por rey al emperador de Austria, pero se gobierna aparte, con toda la altivez de un pueblo de vieja historia.

¿Quién ha dicho que aquí se gobierna arbitrariamente, sin tener en cuenta los gustos ni las aficiones del país?

, por la designación de Corregidores, que gobernaban conjuntamente con los alcaldes ó regidores, y como representantes de la Corona, los negocios de cada pueblo.

Dicha señora, orgullosa, irascible, gobernaba despóticamente en la estancia y todas las voluntades se rendían ante la suya, porque todas sabían que aquella alma egoísta y cruel, era inaccesible, no sólo a la piedad, sino también a las reclamaciones de estricta justicia.

A pesar de las capitulaciones de Santa Fe y de haber sido nombrado Gobernador de las Indias D. Diego Colón, el Rey, con la misma fecha de las anteriores cédulas, expidió otras nombrando, aunque interinamente, á Juan Ponce de León Gobernador de la isla de San Juan (Puerto Rico ó Borinquen), con lo cual se demuestra el constante propósito que tuvo el Rey de gobernar directamente los nuevos Estados.

Masson murió á poco de instalada la colonia; ésta fué abandonada; varios habitantes de Masachussets la ocuparon, formando una pequeña república en que se gobernaban electivamente.

eran espiritualmente gobernados por pontífices independientes.

¿No pretende que lo gobierne la justicia y no lo gobierna eternamente esa inicua inmoralidad, que los políticos sin conciencia llaman la razón de estado?

¿No sabe usted señor revolucionario, que aquí no hay más reina que el señor don Carlos V, que felizmente gobierna la monarquía sin oposición ninguna?

Si, por ejemplo, es criado de alguno de los principales dependientes del duque, podrá servir a usted de mucho, pues no ignora que en casa de los grandes todo se hace por partido y cábala; que éstos tienen en su servidumbre favoritos que los gobiernan y éstos igualmente son gobernados por sus criados.

Esta pasión de la vanidad todo lo invadía ya, de suerte que no había quien no se creyese apto para todo; unos mismos hombres gobernaban indistintamente los ejércitos y la hacienda, y fallaban litigios en los tribunales, y asistían á los consejos del Rey, y componían tal vez en los ratos de ocio entremeses y comedias.

Usted, persona de entendimiento superior, tiene dos criterios, dos sistemas; uno, para servirle de arma de combate, en esa lucha recia que adivino, y en la cual derrochó usted la juventud, la salud y el cerebro, sin resultado; otra, para gobernar interiormente su existir y no ser ante propio un Quijote sin caballería... y sin la gran cordura de Don Quijote, que á mi se me figura uno de los cuerdos más cuerdos!

Lo pasado sirvió de lección al soberano, que en adelante fué bueno con su pueblo y gobernó justicieramente.

Pero el Gobierno que gobierna desde lejos, necesita absolutamente que la verdad y los hechos lleguen á su conocimiento por todas las vías posibles, para que pueda juzgarlos y apreciarlos mejor, y esta necesidad sube de punto cuando se trata de un país como Filipinas, cuyos habitantes hablan y se quejan en un idioma desconocido para las autoridades.

Naturalmente: el tiempo nos gobierna y pasa... como nuestros Gobiernos.

Pasó el tiempo del puro raciocinio, del criterio teórico; pasó el tiempo medio caballeresco y medio fantástico, en que la ciencia convencia al mundo y lo gobernaba ocultamente, empeñando palabras de honor.

En esa época era Virrey D. Antonio de Mendoza, hombre que poseía la confianza de la Corte, que había gobernado perfectamente la Nueva-España y que no tenía de esos enemigos tenaces y secretos que perdieron á Cortés más de una ocasión en el ánimo del Soberano; así, la llegada de un Visitador no dejó de chocarle; pero puesto que era un hecho que estaba en Veracruz, no había otro remedio sino recibirle y obedecer.

no olvidar lo que dice Guicciardini, Embajador de la Señoría de Florencia en la Corte del Rey Católico: «los negocios pertenecientes a Castilla se gobernaban, principalmente, por su mediación y autoridad (de Isabel)».

Contando con la simpatía de sus compatriotas, arrojan á Cisneros de su asiento y colocan en su lugar una junta de nueve individuos suficientemente autorizada para gobernar provisionalmente el vireinato hasta la reunion de un congreso general formado de los diputados de todas las provincias.

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