Qué preposición usar con concentrado
Sus ojos, que hasta entonces habían vagado sobre la enana muchedumbre, atraídos por la diversa novedad del espectáculo, se concentraron en el profesor, teniendo que hacer un esfuerzo para distinguir todos los detalles de su minúscula persona.
Estas parecen concentradas en la nobilísima tarea de poner la boquilla de un hermoso color de caramelo.
El esturión, estómago insaciable, intervenía en el banquete oceánico, encontrando en el bacalao la substancia concentrada de ejércitos de arenques.
En efecto: el yo nace, digámoslo así, para sí mismo, con la presencia del pensamiento; si la actividad intelectual se concentra para buscar su primer apoyo, se encuentra nó con el yo puro, sino con sus actos; es decir, con su pensamiento.
] La atencion es la aplicacion del ánimo á alguna cosa: y esta aplicacion supone el ejercicio de una actividad, concentrada sobre un objeto.
Todo lo que concentra al hombre llamándole á elevada contemplacion en el santuario de su alma, contribuye á engrandecerle, porque le despega de los objetos materiales, le recuerda su alto orígen, y le anuncia su inmenso destino.
» Sus odios se concentraban sobre su propio país.
Pero cuando el primer ímpetu del dolor comenzó naturalmente a calmarse, como él tenía que habituarse de manera fatal a la idea de la muerte; como todas las fuerzas de su alma se concentraban a recoger, a custodiar, a inmortalizar la memoria del ser que se había alejado para no volver, en su mente comenzó a apuntar la reflexión de si la muerte no se compadecería de aquel odio ciego y de su deseo de venganza.
Concluirémos indicando que el antimonio está con mas frecuencia indicado en los viejos que en otras edades, porque la vida está concentrada al interior en la vejez, y apenas conserva la escitacion necesaria al sistema nervioso ganglionar.
El aire aun más violento, azotado una y otra vez por el viento, arrastrado por los torbellinos, concentrado para estallar en trombas eléctricas, está continuamente en revolución.
El cochero, ante la perspectiva de una propina, descargó dos tremendos latigazos sobre los lomos del rocín, que vino a pagar así la ira concentrada por tantas horas en el pecho del Provisor.
Todas las facultades de su alma se habían concentrado por un rato en aquel tesoro, es verdad; pero el instinto le hizo recobrarse en un segundo: su cabeza se alzó firme, su valor apareció al instante y ya había formado todo su plan cuando los otros aún no acertaban á darse cuenta exacta del terrible chasco.
Era el himno heroico de una humanidad que concentraba de pronto sus aspiraciones en el armónico contoneo de las caderas, midiendo la inteligencia por la agilidad de los pies.
Me vestí y me acicalé lenta, muy lentamente, con esa rabia concentrada del hombre que quiere persuadirse a sí mismo de que es dueño y señor de su voluntad.
Si encarnizada fué la batalla hasta las tres, hora en que nos concentramos hacia la plaza de la Magdalena, no lo fué menos desde dicha ocasión hasta la noche.
Algunos sillones de espaldar ovalado, y un antiguo canapé de delgadas patas, completaban la decoración de esta pieza, en que todo acusaba una rígida limpieza, y en que se respiraba un olor concentrado á lirio, rapé de España, y vagos aromas.
Tan presto se la ve concentrada sin exceso en numerosas villas ó pequeñas ciudades de 8 á 12,000 habitantes, como se la encuentra naturalmente repartida en pequeñísimas localidades, de actividad exclusivamente rural, por lo comun, ó dispersa en innumerables cortijos ó habitaciones campestres.
Algo como si las sombras desenterradas de mi conciencia se hubiesen ido cadavéricamente concentrando tras de mí.
La vida toda de la ciudad parecía haberse concentrado á esos dos lugares.
, con su cachucha sobre las cejas, se concentraba sin hablar palabra: despues de algun andar, me dijo: Vamos á pasar por Trenton, capital de Nueva-Jersey.
No obstante, este interés se concentraba ante todo en el caballo, lo que nada tenía de particular en una vecindad donde la carrera recorrida por la yegua de French Pitt al escaparse del magistrado de Calaveras, eclipsó todo el interés para el término fatal de personaje tan digno y benemérito.
El calor concentrado bajo la carpa animaba sus mejillas de ardores un poco más vivos y entre los labios medio abiertos veía yo brillar la extremidad de sus dientes blancos como los dos bordes de una concha de nácar.