21 Adverbios para describir cómo yacían

En la pieza siguiente, cerca de la ventana cerrada, yacía la enferma sentada en un sillón de vaqueta, envuelta en grueso pañolón de lana.

Estando con gran pesar de se ver en tal peligro, pareció suso a una finiestra de la cámara un caballero grande y membrudo, y el rostro había medroso, y en la barba e cabeza más cabellos blancos que negros, y vestía paños de duelo, e dijo a una voz alta: ¿Quién yace allá dentro, que mal seáis albergados?

Abajo yacen muertos pavorosos; los cuervos que han posado a mi partida, llenarán sus estómagos ansiosos bebiendo sangre en cada fresca herida.

Yace en cama enfermo el servidor de V. E.,añade humildemente el padre Salví;después de tener el placer de saludarle y enterarnos de la salud de V. E., como cumple á todos los buenos servidores del rey y á toda persona de educación, veníamos también en nombre del respetuoso servidor de V. E. que tiene la desgracia...

26 Igualmente yacerán ellos en el polvo, y gusanos los cubrirán.

El lecho en que yacía tan incómodamente ocupaba el rincón del cuarto, el cual era de ordinarias dimensiones, con blancos muros y suelo de ladrillos, mal cubiertos por una vieja y acribillada estera de esparto.

Lo único que hace la Academia es garantizar que la obra, en su conjunto, es digna de la publicidad; y esto, y sólo esto, es lo que significa el hecho de dar á luz, sacándolas del olvido en que injustamente yacían, las Historias del Provincial de Santa Fe.

¿Sabe usted, tía, que me ajusta un poco? ¡Qué sastres! Entretanto, la señora había quedado parada delante de un grabado puesto en la cabecera de la cama, en lugar de la imagen de San Pablo, que yacía descolgada irreverentemente de su clavo.

Después de comer, fui a contemplar mis hombrecillos que yacían lastimosamente en la alameda.

El noble maestrante yacía en su sillón con los naipes en la mano.

Sus ojos, verde-remanso, yacían misteriosamente en la sombra violácea de las ojeras, y miraban, sin parpadear, con larga caricia á Alberto, el cual, aun cuando estaba muy determinado en hacerse el indiferente y muy seguro de propio, concluyó por entregarse á la fascinación de las acuosas pupilas, respondiendo á la asiduidad de sus miradas con otras, de su parte, no menos amorosas, y un es no es acarneradas.

Del lado de allá de la ensenada se veía la silueta del muelle y de tres o cuatro pataches que ordinariamente yacen anclados cerca de él.

Pilares, la decrépita ciudad, centenario asilo de monotonía y silencio, yacía al sol poniente, más callada y absorta que nunca.

Junto á él yacía precisamente el cuerpo inmóvil é inanimado del pobre Tom, sobre la tierra, sin que su asesino se ocupara por eso en lo más mínimo, pues lo pude ver que, con una calma verdaderamente satánica, limpiaba en el césped la sangre de que estaba empapada la hoja de su puñal.

Solamente Batilo, el melancólico perro, que había perdido los hábitos de su raza y no sabía ni ladrar, estaba paseando su hastío por el comedor, rasguñando de vez en cuando la puerta de un armario, donde probablemente yacían los exiguos despojos de la carne servida en la mesa aquella tarde.

Las dos cabezas, encendidas por el sueño y sumergidas en una masa de cabellos de miel, yacían profundamente, ajenas al advenimiento de Conchita y de la luz.

Ultimamente, yace asímismo en ella el infeliz Pedro de Cabrera, á quien mandó degollar el rey D. Pedro el Cruel juntamente con D. Fernando Alonso Gahete, por haberse pronunciado partidario de la desgraciada reina D.ª Blanca.

Sus ojos tropezaron con el áncora de un quechemarín que yacía allá abajo, en el primer muelle.

Precisamente en medio de la habitación yacía el cuerpo de un hombre cuyas contorsiones se veían aún.

«Todas las particularidades del sexo masculino se encuentran en cierta medida, aun cuando débilmente desenvueltas, en el sexo femenino; y asimismo, los caracteres sexuales de la mujer yacen todos, más o menos atenuados, en el hombre.

el cura con aire de reproche, y la señora de Lavalle paseaba sus miradas sobre los diversos objetos que yacían sobre el mantel, evidentemente con la tentación de tirarme con alguno a la cabeza.

21 Adverbios para describir cómo  yacían