63 oraciones de ejemplo con alhajada

Habitaba, no obstante, en Villabermeja la casa del mayorazgo, alhajada con los preciosos muebles que trajo cuando vino.

A pesar de esto, la envidiaban también, porque esta clase de gente se parece mucho a los animales, en no vivir más que de la sensación presente; y el hecho era que allí, en el teatro, en aquel momento, la más ricamente vestida y alhajada era ella, Emma; y el público no se había de meter a discurrir y calcular quién podía y quién no lucir otro tanto.

Merece cuidarse la casaprosiguió Sardiola, porque la tenía como una taza de plata aquella bendita Doña Armanda... muy bien alhajada, y muy capaz....

No había pieza mal alhajada ni rinconcillo descuidado.

La casa de don Juan está alhajada con cuantos primores pueden allegar el buen gusto y el dinero.

Era una cuadra larga y angosta, diversamente alhajada según el estilo flamenco, italiano y mudéjar de los tiempos del Emperador.

Su casa, junto a Santiago del Arrabal, estaba curiosamente alhajada.

Hallábase la tal sala alhajada a la espartana, porque estaba desnuda: en torno yacían los señores de la Junta sentados, pero mal sentados, sea dicho en honor de la verdad.

Una antecámara alhajada de tal modo, era un deslumbrante prólogo que hacía presentir verdaderas maravillas en las habitaciones principales.

CAPÍTULO XV DE LO QUE VIERON Y OYERON DESDE SU ACECHADERO QUEVEDO Y EL BUFÓN DEL REY Un hombre se paseaba en una habitación muy pequeña y harto humildemente alhajada.

Al poco trecho, el bufón llegó á una puerta, tiró de un cordel y la puerta se abrio; siguióle Juan Montiño, el bufón cerró la puerta y subió por unas escaleras, seguido del joven, á un hermoso recibimiento, y de allí á una sala ricamente alhajada.

Me condujo al través de algunos oscuros corredores tapizados por ambos lados de libros, y entré en una gran sala tan pobre y sórdidamente alhajada que quedé maravillado.

Desde allí se veia una habitacion de hombre; pero bella y ricamente alhajada.

Yaye conoció que doña Elvira le tenia enteramente en su poder: la habitacion en que se encontraba, aunque ricamente alhajada, y cubierta de tapices, por lo reducido de su extension, por lo deprimido de su bóveda, por lo fuerte de su puerta, en que se veia un ventanillo, indicaba haber sido en otro tiempo destinada para encierro.

Era extensa y rica: estaba perfectamente alhajada en las habitaciones superiores, y se comprendia que quien la habitaba, estaba acostumbrado á vivir con lujo y con grandeza.

Prometíselo, y entonces Calpuc oprimió un resorte oculto y nos encontramos en una habitacion alhajada enteramente al estilo de España

, restregándose las manos de alegría, atravesó, siguiendo á la comedianta, dos habitaciones y entró en una inundada por un hermoso sol de medio dia y tan ricamente alhajada como hubiera podido estarlo la de la dama mas principal.

» Diciendo esto, me llevó a una habitación compuesta de cinco o seis piezas a cual más rica y más soberbiamente alhajada.

A vista de esto, bien podemos dar crédito a la narración de Suetonio cuando dice que Calígula amaba tanto a su caballo que le puso una casa ricamente alhajada, con criados para servirle, y que también quería hacerle cónsul.

La cámara principal del señor de Cangas y Tineo, inmediata á su gabinete alquimístico (cuya entrada no era á todos permitida), presentaba un aspecto imponente, tanto por el lujo y afectacion con que se hallaba alhajada, como por las diversas personas que en ella se veían reunidas esperando á que se dignase recibir su acostumbrado homenage el ilustre pariente de Enrique III.

» Dicho esto me llevó por una escalerilla secreta, la cual conducía a una fila de cinco o seis salas a un mismo piso, que formaban un ala de la casa, alhajada regularmente.

«Señor Gil Blasme dijo don Andrés luego que entramos en una sala alhajada con magnificencia, paréceme que cuando usted salió de Segovia había cobrado horror a la corte y que iba resuelto a alejarse de ella para siempre.

Entré tras ella, y estaba Tan alhajada de joyas,

(Acecha por la cerradura.) ¡Qué casa tan alhajada! ¡Qué mujeres tan lucidas! ¡Qué sala tan adornada! ¡Qué damas tan bien prendidas! ¡Qué beldad tan extremada! (Abren la puerta, y salen várias criadas trayendo toallas, conservas y agua, haciendo reverencias todas al pasar, y detras de todas, Doña Ángela, ricamente vestida.

Tan luego como Clemencia estuvo establecida en su hermosa y bien alhajada casa, fué esta en estremo concurrida.

63  oraciones de ejemplo con  alhajada