] [Nota 122: Llamábase basquiña a lo que también se dijo saya y hoy nombramos falda.

] [Nota 123: El verdugado era, como dice el Diccionario de autoridades, «vestidura que las mugeres usaban debajo de las basquiñas, al modo que hoy los tontillos....

»] [Nota 124: Era el guardainfantedice el Diccionario de autoridades«cierto artificio muy hueco, hecho de alambres con cintas, que se ponían las mujeres en la cintura, y sobre él se ponían la basquiña.

Ponese sobre la pollera vna basquiña con tanto ruedo, que colgada podía seruir de pavellon.

Un vestido, una saya, una basquiña, cualquiera otra prenda, duraba años y años sobre el cuerpo de la chacha Ramoncica ó guardada en el armario.

Y mirando a las damas que iban y venían, unas elegantes, lujosas, otras enlutadas o con hábito humilde, todas deseando a su modo agradar, todas procurándolo, Mesía imaginaba secretos hilos invisibles que iban de faldas a faldas, de la sotana a la basquiña, del cura a la hembra.

Se hizo todo, y ya tiene su pañolón, sus zarcillos y su basquiña.

Tan bien aderezadas y vestidas, Y con tanto primor y bizarria En Lima andan las damas, y pulidas, Que en corte de Castilla se tenia En estima, basquiñas guarnecidas De mucho oro, y de fina pedreria.

Bernarda Niño, hace una basquiña de 3,000 pesos de costo260.

Más que levita parecía una basquiña.

¡Viva mil años el ilustre Parejaexclamó Núñez, el sabio enciclopédico, que es honra del Ateneo y gloria de su patria! El hombre de la basquiña se acercó a paso lento y reposado y su faz académica se dilató con una sonrisa de plácida condescendencia.

¡Dichosos ellos! ¡Bravo, joven! ¡qué ligereza! ¡qué gracia! ¡cómo me gustan el color de tu basquiña y las trenzas de tu moño! ¡qué bien hace esa flor azul en tus cabellos rubios!

Su lozanía de otros tiempos, y el mismo brillo de sus pupilas, mantenido entonces a favor de melindroso pestañeo, todo huyó prematuramente de su rostro, macerado por los pesares; y el negro monjil ahuyentó para siempre los tafetanes de colores y las graciosas basquiñas de la adolescencia.

Las vecinas labradoras iban entrando una á una en silencio, con sus basquiñas negras de estameña, los pañuelos anudados sobre la cabeza y los brazos mal cubiertos por una camisa de lienzo.

Unos y otros se estuvieron relevando a la ventanilla para espiar la venida del empleado y cuando le vieron, Anguila se hizo un pequeño ovillo de algodón y quedó disimulado entre los pliegues de una basquiña.

Tenia una especie de justillo sin mangas de rica tela de holanda blanca con jaldetas y ajustado con un ancho cinturon de oro, una saya de seda azul recamada con randas de oro, con mangas perdidas que llegaban casi hasta la orla de la basquiña.

Salen por la misma las tres mugeres con mantillas y basquiñas.

Y por tales cuidados me vino con recados, lindamente acordados, que dice que le dió primavera, la niña de florida basquiña a quien por la campiña harto perseguí yo.

El traje en que se representaron los papeles de hombres, era de baqueros cortos y basquiñas, aderezos de espadas, dagas, sombreros, tocados á lo africano, algunos cuellos y puños blancos llanos.

, lo que bastó para dar lugar á que se vistiesen las de máscaras, abriéndose la selva, se presentaron parejas á la vista, cuatro damas con máscaras negras rajadas, baqueros y basquiñas de raso encarnado, guarnecido de oro, verdugados, mantos de velillo de plata, abaninos y tocados de argentería, hachas en las manos.

Salen por la misma las tres mujeres con mantillas y basquiñas.

¿Tú no me dijiste, oh Critilo, que los hombres eran los fuertes y las mujeres las flacas, ellos hablaban recio y ellas delicado, ellos vestían calzón y capa y ellas basquiñas?

Esta trenza, cordon ó lo que fuesse no baxaba empiependicularmente hácia en baxo, como las corréas, los cordones ó los ceñidores de los Religiosos y de las Religiosas; no, Señor: venia caracoleando por un lado de la basquiña, con sus lazos de tramo en tramo, y remataba postreramente entre las dos últimas carreras del encaxe con un roseton d’ á palmo, que no parecia sino un girasol pentiparado.

La casaca era de la misma tela que la basquiña, y tambien subian y baxaban por ella unos encaxes de hilo de prata, entortijados ansí á manera de los cohetes que llaman con cola, ó si no (y es mas mijor comparanza), como los capotillos de llamas de los enjusticiados por el Santo Uficio y rejalgados á el brazo seglar.

Pues crean que aunque las mujeres no son Homeros con basquiñas y enaguas, y Virgilios con moño, por lo menos tienen el alma, las potencias y los sentidos como los hombres.