296 oraciones de ejemplo con hoces

Las hoces relampagueantes iban tonsurando los campos, echando abajo las rubias cabelleras de trigo, las gruesas espigas, que, apopléticas de vida, buscaban el suelo, doblando tras ellas las delgadas cañas.

LAS DOS HOCES I Parece la fragua el ojo cerrado de un muerto titán, y el yunque parece un pico en silencio de un ave anormal.

Ya están en mis manos las dos sacras hoces que el herrero anónimo para forjó: la de hierro duro, que es mi fortaleza, y la de oro fino, que es mi ensoñación.

Dos ayudan á cada español con hoces y escudos de cuero en Cariebaibid.

El disco presenta porciones iluminadas menguantes, primero el semi-círculo luminoso, luego las hoces ó medias Lunas, cada vez más estrechas y que entonces vuelven su convexidad hacia oriente.

Empuñaban las terribles podaderas, las hoces, las navajas... ¡Que saliesen los ricos y verían cómo rodaban sus cabezas sobre el adoquinado!

Imagínate que en la extremidad del bosque de Lavatay, sobre la última cresta de la montaña, hay una pobre casa, que de lejos parece perdida en el fondo de las nubes, y que se llama casita de las hoces, porque los senderos que antes descendían sobre el camino escarpado del abismo, se recurvaban sobre mismos como la hoz del segador.

Hoy, que la esclavitud y el trabajo han construido caminos suntuosos para los cambios corruptores del comercio y para las invasiones de la guerra, las hoces se desarrollan de una manera menos amenazadora en las profundidades del precipicio y la cabra montes, sorprendida de que una mano servil haya osado embellecer su morada, no se aventura ya en los caminos del hombre.

á Andrés de Hoces, de resto y á cumplimiento de 30 ducados que con él se concertó la danza de las Amazonas.

Excusóse éste como pudo y se alegró de dejar atrás á los cantantes, cuyos enmarañados cabellos rojos, afiladas hoces y risa brutal los hacían nada gratos compañeros de viaje y menos para encontrados al caer la noche en campo raso.

Un numeroso grupo de hombres andrajosos, con horrendos visajes y armados de picas, hoces y chuzos, arremetía de nuevo contra los dos caballeros, que hacían prodigios de valor y destreza, en el momento en que les llegó el refuerzo de Roger y los dos arqueros, cuyas espadas abrieron sangriento camino en la vocinglera turba.

Pero, en nombre de todo lo misterioso, ¿qué va a hacer "amo Will" con azadas y con hoces?

Mientras continuaba renovando su dolor, ó aliviaba quizá sus penas con el consuelo de hacer á otro partícipe de ellas, entraron en la cueva veinte hombres armados de venablos y de hoces.

Aquel río veloz obra el prodigio de subir faldeando ásperas y rígidas cordilleras, de cumbres rojas con fuego de volcanes, y desde la cima hirviente, desciende la piragua de Tlaloc en vorágine espantosa hasta el fondo profundo de las hoces.

Las nubes traslucían débilmente un destello de luna, y la tempestad se alejaba hacia las hoces, fugitiva del valle.

¿Qué nombre tiene? María, con un beso en la boca de la nena, dijo con devoción: Se llama Lali... * * * * * Un tren silbando acometió las hoces donde la tempestad repercutía con bárbaros lamentos de aguas y de huracanes; negreaba el camino hendido por culebras de luces iracundas, semejando una escena del fin del mundo.

Diego Villamor asomaba á las tinieblas hostiles el abismo azul de sus ojos de artista, sintiendo que las hoces eran otros tantos dientes monstruosos que á mordiscos le estaban devorando...

Estos barrancos, llamados las Hoces, se limitan por el cerro de San Cristóbal, en donde se asienta la ciudad y por el del Socorro y el del Rey que forman entre ellos y el primero fosos muy hondos y escarpados.

Recorrer las dos Hoces desde abajo, entre los nogales, olmos y huertas de las orillas del Júcar y del Huécar, ó contemplarlas desde arriba, viendo cómo en su fondo se deslizaba la cinta verde de sus ríos, era siempre un espectáculo sorprendente y admirable.

Los riscos de las Hoces brillaban con resplandores argentinos, y el río en el fondo del barranco murmuraba confusamente su eterna canción, su eterna queja, huyendo y brillando con reflejos inciertos entre las rocas.

Paseaban éstos en cuadrilla por las dos Hoces del pueblo, por el alto de las murallas ó por el fondo del barranco, contemplando las rocas vivas y los matorrales á la luz de la luna.

Nos predican la guerra con águilas feroces, gerifaltes de antaño revienen a los puños, mas no brillan las glorias de las antiguas hoces, ni hay Rodrigos ni Jaimes, ni hay Alfonsos ni Nuños.

Y he aquí que el niño triste, precoz enamorado de la Lira, sembró en el huerto de su corazón y en el jardín de su suerte un ramo de aquellas frescas hojas, y el ramo, a pesar de crueles inviernos, de ásperos huracanes, de voraces langostas, de hoces afiladas, ha crecido y producido otros ramos nuevos.

Unos preparaban los lagares, otros fregaban las tinajas; éstos tejían canastas y cestos ó afilaban hoces pequeñas para cortar los racimos, y aquéllos disponían la piedra ó la viga para estrujar las uvas, ó machacaban mimbres y sarmientos secos para hacer antorchas á cuya luz trasegar el mosto de noche.

Por escotillón y como si obedecieran a una consigna, surgieron por todas partes labriegos armados con todo linaje de arreos militares y hasta con hoces y puñales.

296  oraciones de ejemplo con  hoces