45 colocaciones para hechiceros

Arellano ni creia bien á bien en los nahuales ni les tenia miedo; en fin estaba colérico, y no reparaba en lo que el vulgo podia decir al mirarle entrar en la casa de un hechicero.

Por mi parte me había encargado de dos linternas sordas, mientras Legrand se contentaba con el escarabajo que llevaba atado al extremo del cordel de un látigo, haciéndolo girar a uno y otro lado con aires de hechicero conforme avanzábamos.

Creen tambien que las almas de estos hechiceros, despues de muertos, son otros tantos demonios.

Los naturales le nombran Anguí, y por la admirable eficacia de su bálsamo, le llaman Ibirapayé, que quiere decir árbol de hechiceros.

, una operacion química, velada por el arte de un hechicero.

Como Guayna Capac se hobiese holgado algunos meses en el Cuzco, y en él se hobiesen juntado los sacerdotes de los templos y adivinos de los oráculos, mandó hacer sacrificios, y la ofrenda de la capacocha se hizo bien grande y rica, y volvieron bien llenos de oro los burladores de los hechiceros.

Sus discusiones con Vicente López y los Paredes ante la Mesa del Tribunal, y los formidables cargos lanzados contra él, ratificaron en el vecindario de Puertopomares la antigua creencia de que don Gil Tomás, si no capacidades de hechicero, precisamente, tenía, cuando menos, ciertos dones extraños, poderes telepaticos, virtudes hipnóticas, que le permitian ejercer, á distancia, influencia sobre las personas.

Sucesos impresionantes, como las borrascas, estampas que representaban los tormentos del infierno ó la bienaventuranza de los santos, aplicados con oportunidad al asunto y en fácil competencia con míseros hechiceros, les daban pronto la ventaja.

Era, sin duda, el cráneo del hechicero.

Estos y semejantes dislates le grangearon secuaces, crédito de famoso hechicero, y veneracion de divino.

Pero la ambicion dominó los terrores del juglar, y el filtro fué vertido por él sobre el cuerpo del hechicero.

Page me dijo entonces con voz mesurada, ¿tornas aun con nuevas demandas del hechicero?

Este era tambien el ejercicio del hechicero brasileño que penetró al Guayra.

» Y el pastor llamó á su rebaño, le hizo emprender la marcha por el camino, y antes de alejarse se echó la manta atrás, alzando sus descarnados brazos, y con cierta entonación de hechicero que augura el porvenir ó de profeta que husmea la ruina, le gritó á Batiste: Creume, fill meu: ¡te portarán desgrasia!...

No había marchanta que resistiera a las gracias, al donaire y a la fuerza de las evoluciones de aquellos hechiceros.

También son pruebas de alguna importancia la existencia de los hechiceros, de los sacrificios, de las casas religiosas de doncellas, etc.

Escribió muchas obras históricas, utilísimas para el conocimiento de la Edad Media; otras muchas espirituales y místicas y otras de filosofía oculta, que dieron al autor fama de hechicero.

Señaladamente hubo un género de hechiceros entre aquellos Indios, permitido por los Reyes Incas, que son como brujos, y toman la figura que quieren, y van por el aire en breve tiempo largo camino, y ven lo que pasa; hablan con el Demonio, el cual les responde en ciertas piedras, ó en otras cosas, que ellos veneran mucho.

El primero que entró fué un mancebo llamado Cotaga, hijo de un grande hechicero, al cual tenía el Padre grande afecto, y por ganarle la voluntad le sentaba siempre á su lado.

Por esta creencia, tan arraigada en ellos, un eclipse los apena tanto, que para conjurar el peligro que les amenaza, ocurren a la intervención de sus hechiceros.

Me entendió; pero, moviendo la cabeza, me dijo que era algo mejor que gitana, y sabía hablar una lengua superior también a la jerga de los hechiceros, y empezó a hacerme preguntas en un latín extremadamente bueno.

LAS PRESAS DE LA INQUISICIÓN La actividad desplegada por el tribunal de la Fe, en Sevilla, en el siglo XVI, excede á cuanto pueda decirse, siendo continuas las prisiones, los tormentos y los autos, en los que casi á diario salían innumerables víctimas acusadas de herejía luterana, de molinistas, de judaizantes, de hechiceros, iluminados, etc. etc.

Ramona, encendida también como una amapola, apoyaba la barba adornada por los lados con dos hechiceros hoyuelos, sobre su hombro.

Tienen tan poca decencia en estos asuntos, que muchas veces envian supersticiosamente al mando de los hechiceros, sus mugeres á los bosques para prostituirse con los primeros que encuentran: pero tambien hay algunas que no quieren obedecer al marido, ni tampoco á los hechiceros.

Paris no querria, le concedo esta idealidad noble y generosa, un sueldo grosero, ignorante, idiota, no; no quiere el oro que se da por ir al teatro, con el fin de ver las maniobras de un hechicero, de una bruja, si las hubiera: busca siempre y en todas partes la satisfaccion de su genio artístico; su sombra chinesca.

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