Clementina sintió un estremecimiento raro: se puso levemente colorada sin saber ella misma por qué.

La voz de la aldeana hizo correr de repente por su cuerpo un estremecimiento amoroso.

El chirrido del resorte le producía vivos estremecimientos.

Kernok, el mismo Kernok, experimentó un ligero estremecimiento, rápido como una chispa eléctrica.

Es un edificio informe y pesado, que da la idea de los calabozos y causa cierto estremecimiento al viajero que conoce algo las viejas historias de la vieja España.

Cada vez que los preciosos anteojos de piel de Rusia apuntaban a una, la muchacha sufría un leve estremecimiento: cambiaba de postura, llevaba la mano un poco trémula al pelo para arreglarlo, sonreía a su mamá o a su hermana sin razón alguna, se ponía seria de nuevo, y fijaba con insistencia y decisión sus ojos en la escena.

¡Qué demonio! A quien Dios se la dio, san Pedro se la bendiga; y el que está más cerca de la cabra, ese la mama... Púsose Damián a afeitarle como todos los días, y al sentir sobre la garganta el frío del acero, no pudo contener un estremecimiento de espanto...

No turbe usted, por cuanto más haya querido en el mundo, esta paz bendita en que voy a entrar... El P. Gil, sacudido por un estremecimiento de tristeza y compasión, comenzó a llorar.

El hijo del brigadier notó el estremecimiento de sus manos y vio claramente que una ola de rubor había subido a sus mejillas, por más que hubiera vuelto rápidamente la cabeza hacia la puerta del palco:«Ya eres mía,» pensó con la fatuidad propia de los jóvenes que aspiran a sentar plaza de seductores.

Por su cuerpo pasó un estremecimiento singular.

La endiablada mozuela, ciñéndose a las instrucciones de don Juan, se hacía desear mucho, tardaba en acudir a las citas, luego venía armada de malicia, fingiendo estremecimientos, vacilaciones y sonrojos que la hacían más apetitosa; y si se dejaba tocar por el exmiliciano remozado, en seguida se le escapaba de entre las manos, como si le tuviese condenado a eterna dedada de miel, sin esperanza de mayores goces.

Allí no había más luz que las extrañas claridades de los gatunos ojos, y alumbrado por ellas, aguardaba el escudero á su señor, pidiendo á Dios que saliese pronto, porque se aburría, acompañado tan sólo de los mansos animales, que se le subían por brazos y piernas y se le sentaban en los hombros, produciéndole estremecimiento el roce de sus blandas patas frías.

Jaime aún recordaba los estremecimientos de emoción con que acogía estos relatos.

Al fin y al cabo se trataba de una mujer, y yo que en estos asuntos soy muy nervioso, no pude evitar un raro estremecimiento en toda mi persona, del cual estoy en este momento sinceramente arrepentido.

Lord Evandale no pudo ocultar un ligero estremecimiento.

¡Para la sangre!» repetí yo sin poder reprimir un estremecimiento de terror.

Pero ahora, en el buque, llevando una existencia de inercia, sin preocupaciones, sin amistades, con largos encierros en el camarote para evitarse el trato de las gentes, la imagen del esposo resurgía en ella con una irresistible novedad, acompañada de estremecimientos largo tiempo olvidados.

Gabriel bebió, haciendo esfuerzos por dominar los estremecimientos de su estómago enfermo, que pugnaba por expeler el líquido.

De repente: el vigilante de la esquina detiene de un golpe de batuta todos los estremecimientos de la ciudad, para que se oiga en un solo susurro, el susurro de todos los senos al rozarse.

Es de advertir que, ya en aquel entonces, Pago Chico, sentía del uno al otro extremo y sobre todo en su corazónel pueblo propiamente dicholos estremecimientos precursores de la honda y trascendental agitación que había de perturbarlo durante tanto tiempo, dando socorrido tema á los historiadores futuros.

Oleadas de sangre caldeaban su rostro; parecíale que el viento seco y ardoroso que inflamaba la piel se había introducido en sus venas, y su olfato dilatábase con nervioso estremecimiento, como excitado por aquel ambiente de pasión carnívora y brutal.

Pero ¡ah! cristianos ó filósofos, adictos á lo pasado ó adictos á lo porvenir, hombres de fe ó de ciencia, cuando penetrais en aquellos abismos, cuando caeis en aquellas tinieblas, cuando columbrais los borrosos frescos ó palpais los sacros relieves, sentís discurrir por vuestras venas un estremecimiento de terror, como el que produce siempre la contemplacion de lo sublime.

Una vez doblado el recodo, la caravana se detuvo de improviso dominada por un estremecimiento de terror y de sorpresa.

Su cargamento era madera del Norte; y mansamente empujados por los suaves estremecimientos del mar, iban hacia la playa las enormes vigas, los aserrados tablones que, pescados por el revuelto enjambre de puntos negros que pululaba en la playa, desaparecían como tragados por la arena.

Permaneció solo, como un espectador que se queda en el vestíbulo de un teatro y escucha los lejanos estremecimientos del público.