93 colocaciones para tanto

Pepa le miró llenos de lágrimas los ojos, y con dolor profundo, sin bulla, sin declamación, pudo tartamudear estas palabras: «¡Se me muere!» León, por decir algo, afirmó que no había motivo para tanto.

Rastreóse que le entró el Diablo, con que habiendo él sido su principal ministro y ocasión de la infamia, delitos y muerte de tantos, no cumplía con su punto, si se desdecía de su error o no moría pertinaz.

Al mismo tiempo que su industria es llamada á proveer una suma inmensa de necesidades, se estiende la esfera de sus esperanzas á la participacion de todas las producciones de la tierra: y si se atiende al prodigioso adelantamiento en que está el arte de la navegacion, parece que solo la ignorancia ó la pereza pueden privar á los pueblos de tantos y tan preciosos bienes.

Y estos no son más que tres ejemplos entre otros tantos.

No por qué no puso: «En la noche del tantos de tal mes la señorita doña Gloria de Lantigua, alias la perla de Ficóbriga, sobrina del Eminentísimo señor Cardenal, dió á luz un niño robusto, aunque sietemesino, hijo de padre desconocido, aunque se supone que será de un judío á quien escupió el mar en Ficóbriga, y fué aposentado en casa de Lantigua para edificación de los cristianos.

Cuando el templo estuvo convenientemente decorado, y las sacerdotisas bien vestidas, y el ambigú rumbosamente surtido, por consejo de personas conocedoras de las aficiones más exigentes de la buena sociedad, y las invitaciones repartidas, El Ariete publicó la siguiente noticia: «En conformidad con lo que dijimos en nuestro número del tantos, en la Crónica de salones, esta noche inaugurarán los suyos los señores de los Peñascales.

No nos maravillemos de un clérigo ni fraile, porque el uno hurta de los pobres y el otro de casa para sus devotas y para ayuda de otro tanto, cuando a un pobre esclavo el amor le animaba a esto.

Los maliciosos insinuaban que Simoun no se arriesgaba á quedarse solo, que, perdido su apoyo, no quería esponerse á las venganzas de tantos explotados y desgraciados, con tanto más motivo cuanto que el General que iba á venir, pasaba por ser un modelo de rectitud y acaso, acaso le haga devolver cuanto había ganado.

¿Cómo quieres ir solo á las naves de los aqueos y presentarte al hombre que te mató tantos y tan valientes hijos?

Tener asi en sus manos la fortuna, el honor, la libertad de tantos acusados, disponer de todo ello por solo,es una responsabilidad terrible....

La moral política es como una capa con tantos remiendos, que no se sabe ya cuál es el paño primitivo.

Con el ceño algo adusto i un aire un tanto contrariado por mi impertinente tenacidad me dijo: ¡Todo, menos la falta de cordura, es tolerable en una persona que tiene sentido comun! Subia de punto mi exaltacion i en tono casi enfático, le dije: Yo quiero, i necesito saber, señor cura, si Ud. vengará esa ofensa por .

Pero no pudiendo resistir al clamor de tantos, dispuso en fin la jornada; que para ser como el Conde-Duque hizo que fuera, más valía que no se hubiese ejecutado.

Bumble tomó su sombrero que estaba colgado de un clavo y ladeándolo un tanto sobre su cabeza (á guisa de maton) y como corresponde al hombre que ha establecido su superioridad de una manera conveniente, metió ambas manos en sus faltriqueras y se dirijió, andando á saltitos hácia la puerta dándose humos de consumado espadachin.

Si entrara, tendría que decir algo, y por ello me lo conocerían; y conociéndomelo entre tantos, me moriría allí mesmo de repente.

Son, pues, tantos los jubileos que en esta ciudad á los monasterios, iglesias y capillas son concedidos, que no yo si, fuera de Roma, hay otra en toda la cristiandad de tantos, ni donde con tanto fervor se acuda á ganarlos, haciendo y tomando los medios que para ganarlos los Sumos Pontífices que los concedieron mandan se tomen.

Se remoja el todo con sustancia de carne en cantidad suficiente, se hierve moderadamente por una hora, y poco ántes de servirla póngase en el potaje, si la estacion lo permite, una cucharada de guisantes tiernos y otro tanto de puntas de espárragos, blanqueados al agua caliente; cuando el todo se halle cocido desengrásese el potaje y viértase hirviendo sobre el pan preparado en la sopera.

No lo sentirán mucho las buenas gentes de Salem, pues aunque me he empeñado en llegar con mis tareas literarias á ser algo á los ojos de esos paisanos míos, y dejar una memoria grata de mi nombre en esa que ha sido cuna, morada y cementerio de tantos de mis antepasados,nunca encontré allí la atmósfera genial que requiere un hombre de letras para que se sazonen debidamente los frutos de su inteligencia.

¡Y no nos desalentamos! Cuando escucho los desahogos de tantos que juran de no malgastar más su tiempo, paciencia y dinero, me llamo a silencio; que llegada la época de plantar renace la esperanza y vuelven a la empresa.

Con tanto revés, con tantos y tan amargos desengaños, estaba el triste Monarca disgustado é impaciente.

Al ver con cuánta destreza De tantos se defendía, De tan alta bizarría Pagado el viejo Muley: «¡Teneos!» gritó á los Moros; Y, yéndose al Castellano, Le dijo afable: «Cristiano, Ríndete: yo soy el Rey.

Yo no había leído el tal libro; pero supuse que sería un libro de devoción como otros tantos.

Aposentáronse despues en ella muchos reyes cristianos, y el Rey Católico hizo en ella muchas cuadras y aposentos con sus escudos de armas, y empresa de las coyundas y lazos con el TANTO MONTA: todo muy bien labrado y dorado con otras muchas molduras, y sobre todo, hizo una hermosísima sala que llaman sala dorada, porque toda la techumbre de ella, demás de estar labrada á las mil maravillas, parece un puro oro finísimo.

Notaba el Magistral que su poder se tambaleaba, que el esfuerzo de tantos y tantos miserables servía para minarle el terreno....

María Aracil disfrutó la suerte de pasar los primeros años de su existencia un tanto abandonada, y, gracias a su abandono, pudo tener ideas de niña y vida de niña hasta los catorce o quince años.

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