40 Adverbios para describir cómo inquieta

María Teresa era demasiado inteligente para no tener conciencia del ningún valor del juicio de la señora Gardanne, pero a pesar suyo estaba preocupada, y esa tarde, contemplando con mirada distraída el crepúsculo que descendía lentamente hacia la tierra, la idea de la obligación en que se vería de presentar a Juan a sus amigos, la inquietaba vagamente.

Carmen, que había estado escuchando con semblante inquieto y distraído el discurso de su novio, tomó parte en el alboroto que se armó en la mesa con tal motivo.

Estaba aquella noche la enferma sumamente inquieta, y lo poco que hablaba no era un modelo de claridad.

Como durante la primera semana del mes de julio no nos faltaron víveres abundantes, lo pasábamos perfectamente; y como tampoco tropezamos con los franceses, establecidos, aunque muy inquietos, al otro lado del río, a todos, especialmente a los inexpertos, nos parecía la guerra una ocupación dulcísima.

Esto tenía sumamente inquieto y preocupado a José, quien no apartaba la vista del cielo.

¿Crees que la niña se alegrará de conocerme?preguntó el ministro visiblemente inquieto.

Por la imaginación del joven maestro pasó la vista del lugar vacío al lado de la tumba de Smith, y el porvenir del débil ser que temblando de pasión tenía ante , inquietó vivamente su espíritu.

Este «mañana» inquietaba á Flimnap.

Dejando que la Señora Bedwin y Oliverio charláran con holgura, Monsieur Brownlow hizo pasar á Rosa á otro aposento y ésta le contó con los mas minuciosos detalles la entrevista que habia tenido con Nancy: lo que le sorprendió é inquietó muchísimo.

Esto inquietaba naturalmente á Rosas.

Pues esto era precisamente lo que le inquietaba, lo que, á pesar de la paz y ventura en que vivía, le causaba sordo malestar.

Y principalmente no me inquieto por esas novedades, que poco ha nombré, aunque escritas sin erudición, y tales, que nada nada conducen, no digo para vivir bien y dichosamente, pero ni aun para formar buen juicio de las cosas humanas.

El Almirantazgo, al cual probablemente inquietaba menos la suerte de Franklin que el famoso paso, indicaba siempre á sus expedicionarios el camino del Norte.

De tiempo en tiempo trataba de lanzar al triunfante señor de Bevallan miradas llenas de desdén y de amenaza; pero en esa atmósfera tempestuosa que hubiera inquietado seguramente á un novicio, el señor de Bevallan respiraba, circulaba y revoloteaba con la más perfecta facilidad.

Lo que la inquietaba seriamente era la posibilidad de una de esas curaciones maravillosas que echan por tierra todos los cálculos de la prudencia humana.

¡Rocío! Únicamente ella me inquieta con una paradójica inquietud de calmas bienhechoras, y parezco un hombre que, perdida la facultad de observar alrededor, continuase la travesía en el enorme trasatlántico cual si á bordo quedasen sólo él y una chiquilla.

(Selah.) 6 Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta; allega, y no sabe quién lo cogerá.

¡Diablo, lo que son los años! Y el conde de Olivares y el duque de Uceda se alejaron hacia los Consejos, mientras el joven pasaba el arco en dirección al alcázar, murmurando: ¡El conde de Olivares y el duque de Uceda! Paréceme de buen agüero este encuentro... Ello dirá... Lo que únicamente me inquieta es el haber dejado á Cascabel entregado á aquel bergante...

Y sin embargo apesar de las bondades de la Señora Maylie y de Rosa, Oliverio estaba á menudo inquieto.

«Anoche ha estado muy inquieto, porque hemos tenido convite y recepción en el principal y los coches no cesaron de alborotar en la calle hasta la madrugada.

La calavera, suponen que conmovida con el caso, irá a saltos a deshoras de la noche, a la casa del ladrón y le causará pesadillas en sus sueños, o lo tendrá constantemente inquieto, hasta hacerle restituir lo ageno, o causarle la muerte por consunción si no lo hace.

Decidla tambien cuán inquieto he estado!

Un idealismo exaltado y exageradamente inquieto arrojaba su luz sulfúrea sobre todo aquello.

Yo, que estaba extremadamente inquieto, me sobresalté al oír esto, y, como quien no quiere la cosa, cogí las riendas que el criado sujetaba.

Por eso los idealistas son forzosamente inquietos, como todo lo que vive, como la vida misma: contra la tendencia apacible de los rutinarios, cuya estabilidad parece inercia de muerte.

40 Adverbios para describir cómo  inquieta