40 oraciones de ejemplo con me había sentado

¡Cuántas veces, ya en plena juventud, buscando la soledad, me he sentado sobre el espacio libre entre rama y rama, descansando encima del arroyo y balanceando mis piernas en el vacío!

Chisco, cuando notó que yo me había sentado, se detuvo, volvióse hacia , se sonrió a su manera al verme tan bien acomodado, y, por último, retrocedió lentamente.

Me había sentado un momentico a descansar...

Esta tarde caminaba al azar, y no cómo ha sido, he sentido un peso que me oprimía, una nube que turbaba mi vista, un fuego que recorría toda mi sangre, y me he sentado.

» Mientras tanto, me había sentado a su lado, abandonándome a todas mis lamentaciones, deshaciéndome en improperios contra el destino y contra ella misma; le he recordado el día de mi destierro, la hora funesta de nuestra separación y los juramentos violados por ella; ¡juramentos sellados con tantos besos y lágrimas!

Hace muchos meses, tal vez años, que no he comido como hoy, y eso que me he sentado á las mesas de todos los grandes hoteles de la Costa Azul.

Me había sentado frente a ella en otra butaca, y teníamos la mesa entre los dos.

Pero como me habia sentado en el coche demasiado ceñido á ella, me dijo: ¡Eh, cuidado, caballerito, no se equivoque usted, que puede perderlo todo! Estas palabras, de la manera tan rotunda con que fueron pronunciadas, me pusieron en respeto.

Como aún no era hora de acudir á mi primera cita, ni con mucho, yo me habia sentado á la chimenea.

Y esta mañana de compras... ¡no me he sentado más que para comer! Mirándose con gozo de burlas se estaban solazando las muchachas.

Y en Ezequiél: Elevóse tu corazon, y dijiste: Dios soy yo, y en silla de Dios me he sentado en medio de el mar.

¡Dolor! ¡Dolor de morir! ¡Dolor de vivir! * * * * * Al volver a Ondara me he sentado en una piedra, en la Volta del Rosignol, y he tratado de llevar el orden y el reposo a mi pobre cabeza perturbada.

Sobre una roja anémona que crece cerca del banco en que me he sentado,

Yo también las quise mucho; pero lo que es ahora, las aborrezco á las dos, ¿qué digo á las dos?, á las tres, porque también mi hija me carga... Son tres apuntes que se me han sentado aquí, en la boca del estómago, y cuando pienso en ellas, la sangre parece que se me pone como metal derretido, y la tapa de los sesos se me quiere saltar... ¡Vaya con las tres Miaus!...

Me han sentado a la mesa, al lado del tío de usted, el cura, a tomar chocolate, y me han contado de usted una porción de diabluras que hizo usted cuando era chico.

Yo me he sentado al borde de las fuentes que saltan sobre una taza de pórfido, á la sombra de las palmeras en las mezquitas de las grandes ciudades, y he visto unos tras otros venir á muchos hombres á hacer las abluciones con sus aguas, éstos por mera limpieza, aquéllos por hacer lo mismo que todos, los más por dar el espectáculo de una piedad de fórmula.

Yo he comprendido todo su poder y toda su influencia cuando me he sentado á la orilla del Maipú y á las faldas del Pichincha.

¡Yo vago también; pero más vago que , me había sentado un instante a delectarme en la contemplación de la noche serena y estrellada!... Flora ¡Oh, Nume!...

Ya veis que yo ni siquiera me he sentado.

Yo me habia sentado en una de las bancas del salon de baile, á corta distancia de una señora, dije mal, de una verdadera matrona, que por condescendencia con sus niñas estaba en aquel lugar, sin atender ni ocuparse más que de sus hijos.

21 Al que venciere yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

que muchas noches me he sentado en este mismo sitio, sola, atento el oído, y mi fantasía ha dado forma tangible a los ecos, y ha visto en ellos a las personas que se han relacionado o han de relacionarse en breve con mi vida.

4 No me he sentado con los varones de falsedad; ni entré con los hipócritas.

21 Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

No me he sentado nunca en aquellas solitarias arenas, que son siempre los restos mejor conservados de una ciudad antigua, sin haber visto mentalmente la lucha de dos mundos; aquí el hombre honrado, medio cristiano, sentado en la última grada de un teatro y tapándose el rostro para ocultar su vergüenza é indignacion, y allí un filósofo levantándose de pronto para echar en cara á la multitud su bajeza.

40  oraciones de ejemplo con  me había sentado