289 oraciones de ejemplo con la naranja

La naranja cayó en sus manos dorada y apetitosa.

En los valles del Atrato, el León y el Sinú hay mucha tierra rica, adaptada al cultivo de la banana, la naranja, la piña, el aguacate o palta y otras varias frutas tropicales.

Ni yodijo la segunda, ofreciendo al ingeniero algunos cascos de la naranja que acababa de mondar.

Si tengo ante mis ojos una naranja, puedo llegar por medio de abstracciones á la idea de una extension pura, igual á la de la naranja.

Entonces no me queda mas que un ser extenso: el cual, si le despojo de la movilidad, se reduce á una porcion de espacio igual al volúmen de la naranja.

Cuando hechas las abstracciones sobre la naranja, me quedo únicamente con la idea de su extension, no he llevado todavía la abstraccion al mas alto punto posible: porque no concibo aun la extension en misma, sino la extension de la naranja: concibo su extension, la extension.

Cuando hechas las abstracciones sobre la naranja, me quedo únicamente con la idea de su extension, no he llevado todavía la abstraccion al mas alto punto posible: porque no concibo aun la extension en misma, sino la extension de la naranja: concibo su extension, la extension.

La seda, el algodón, el café, el papel, la naranja, el limón, la granada, el azúcar, venían con ellos de Oriente, así como las alfombras, los tisúes, los tules, los adamasquinados y la pólvora.

¿Antojitos ya?» murmuró la tía sonriendo, y mandó a Papitos por la naranja.

Quedose dormida, dejando caer al suelo la naranja.

Para entretener el fastidio canturreaba 10 esta copla: Reinará D Carlos con la Inquisición, cuando la naranja se vuelva limón.

Cuando la naranja se vuelva limón.

Yo exclamé con sequedad y firmeza: ¡Una pocilga, general! La generala, colocando delicadamente en el borde del plato un alón y limpiándose los dedos, dijo: Es el país de la canción de Mignon; el hermoso país donde florece la naranja.

El gordo Meriskoff, doctor alemán de la Universidad de Bom, canciller de la legión, hombre de aficiones poéticas, y gran comentarista, observó con respeto: Generala, el dulce país de Mignon es Italia: «¿Conoces la tierra privilegiada donde la naranja da flor?» El divino Goethe se refería a Italia, «Italia mater».

La verdadera misión del enviado regio era la de exprimir la naranja

La muchachuela corrió en pos de su naranja; pero mientras más corría, más la naranja se adelantaba, sin que jamás se parase y sin que ella llegase a alcanzarla en la carrera, si bien no la perdía de vista.

; pero la naranja al punto se detenía también, como si ya hubiese cesado en su movimiento y convidase a su dueño a que de nuevo la cogiese.

Llegaba ella a tocarla con la mano, y la naranja se le deslizaba otra vez y continuaba su camino.

La oscuridad creció rápidamente, y ya no le permitió ni ver la naranja, ni orientarse, ni dar con el camino para volverse atrás.

Abrió los ojos, y se encontró en medio del campo, tendida al pié del árbol donde había querido comerse la naranja.

Allí estaba la ropa que había traído del río, y hasta la naranja corredora estaba allí también.

Diciendo esto, tiró al suelo la naranja para ver si le mostraba nuevamente el camino; pero la naranja rodaba un poco, y luego se detenía en cualquiera hoyo o tropiezo, o cuando el impulso con que se movía dejaba de ser eficaz.

Diciendo esto, tiró al suelo la naranja para ver si le mostraba nuevamente el camino; pero la naranja rodaba un poco, y luego se detenía en cualquiera hoyo o tropiezo, o cuando el impulso con que se movía dejaba de ser eficaz.

En suma, la naranja hacía lo que hacen de ordinario, en idénticas circunstancias, todas las naranjas naturales.

partió la naranja y vio que por dentro era como las demás.

289  oraciones de ejemplo con  la naranja