Qué preposición usar con amenaza
Cuando alguien se acerca requiere la escopeta y amenaza con matarle.
Tolerando siempre los insultos de los rebeldes, y las repetidas amenazas de sorprender al ejército, llegó á las inmediaciones del pueblo de Quiquijana, despues de haber sufrido en todo el camino algun fuego de su artilleria y fusileria.
El Círculo republicano de Pilares estaba en la misma embocadura de la calle del Carpio, adosado al caserón de los Jilgueros, dos hermanos ricos, don Blas y don Fermín Jilguero, canónigos los dos, que habían edificado aquella fábrica, alarde y amenaza a la vez, frente por frente del mismo palacio episcopal.
Nueva catástrofe hizo que el caserío se fijara en las playas Panganiran: volviendo por último al primitivo sitio, pesando sobre el pueblo la eterna amenaza del vecino Mayon.
La hora fatal llegó: este astro se convirtió en una masa de fuego, en un cometa vago que amenazó al universo girando siempre por su propia fuerza, sin esfera y sin curso; horror brillante de las regiones étereas, monstruo disforme entre las constelaciones del cielo.
Ya no animaba la casa con su alegría ruidosa y varonil; ya no amenazaba á los enemigos con puñaladas imaginarias.
Varios naufragios registra la crónica de la laguna de Bay, y según algunos pesimistas, aquella es una constante amenaza para Manila.
Mientras se disponian estas cosas cuidadosamente, el dia 8 de Febrero se avisò de las estancias vecinas de San Juan, que estan á las orillas del Rio Grande, por los indios de Santo Tomè que à la sazón en sus montes fabricaban la yerba segun acostumbran, que no lejos de ellos habia gran número de gente portuguesa, y que amenazaba de muy cerca á los pueblos, porque apenas distaban 20 leguas de ellos.
El corregidor, ya fué que no dió asenso á los avisos de aquel religioso, ó porque penetrase su interior, no alteró sus providencias, de que nacieron continuos sobresaltos y cuidados: porque, resentido de esto, no cesó de esparcir en adelante funestas noticias, que amenazaban por instantes el insulto ofrecido por los indios circunvecinos.
¡Es que si callas te voy á deshacer yo la cara de una guantá! Y el muchacho, que sabe por experiencia que su padre no amenaza en vano, á pesar de las señas que le hace su madre para que calle, cierra los ojos y dice rápidamente, como si le quemaran la boca las palabras: Mi madre trejo esta mañana un cuartillo de aguardiente, y tiene la botella escondía en el jergón de la cama.
La plática fué, como siempre, sobre el pago de las primicias, fulminando terribles amenazas contra los que no cumpliesen con tal obligación.
¿Por qué no los amenazas con pasarte otra vez al Saloncillo?
Que es esto? que quieren dezir tales amenazas en mi casa? con vna oueja mansa tenes vosotros manos e braueza? con vna gallina atada? con vna vieja de sesenta anos?
Tiboulen necesitaba que se ocuparan de él con cualquier motivo, y reñía con los compañeros de prisión y dirigía mil ridiculas amenazas a los carceleros.
Pero el pobre ingeniero, que más allá de su trabajo sólo veía á su esposa, amándola como mujer y admirándola como un ser delicado y superior, resumen de todas las gracias y elegancias, no podía resignarse, y gritó y amenazó sin recato alguno, haciendo que el escándalo se esparciese por todo el círculo de sus amistades.
Es muy posible, probable que la pobre chica no sospeche nada, que su atrevimiento no sea más que una amenaza al amo....
Los labios largos y delgados, finos, pálidos, parecían obligados a vivir comprimidos por la barba que tendía a subir, amenazando para la vejez, aún lejana, entablar relaciones con la punta de la nariz claudicante.
¡Pero cómo iba á divertirse! ¡Cómo se acordaría el Cabañal del Retor, del famoso lanudo! Y barboteando quejas y amenazas entre suspiros y rugidos, el patrón restregábase con el trapo el dolorido rostro, como sí aquella frescura le aliviase.
Las costumbres, ya de suyo inocentes, se han mejorado; hemos fundado escuelas, que no había, para niños y para adultos; se ha introducido el cultivo de algunas artes mecánicas, y puedo asegurar a Vd., que sin la guerra que ha asolado toda la comarca, y que aun la amenaza por algún tiempo, si el cielo no se apiada de nosotros, mi humilde pueblecito llegará a disfrutar de un bienestar que antes se creía imposible.
Estos, á su vez, respondieron vomitando las más horribles injurias y amenazas sobre el perverso ciego, y se lanzaron sobre él á pretender apoderarse del garrote, retorciéndoselo en su poderoso puño.
Facundo se presenta a la vista en un caballo blanco; el Boyero se hace reconocer y amenaza desde ella a sus antiguos compañeros de armas.
El gobernador comenzó a bufar de nuevo, amenazando entre enérgicas interjecciones hacer con mantillas y peinetas lo que Esquilache hizo con capas y sombreros.
Las personas aludidas saben cuanta fué mi angustia, desde que supe la desgracia que les amenazaba hasta que se conjuró el peligro.
Ante esta amenaza mía el hombre se resignó.
preguntó vivamente Roger, desoyendo amenazas é improperios.