Qué preposición usar con exagerado
No pretendía llamar la atención, como la mayor parte de sus iguales, por lo exagerado de los sombreros y el vivo contraste de los colores.
Semejante tendencia se hallará más o menos exagerada en toda la alta sociedad madrileña.
Y la naturaleza circunstante, esquiva hasta entonces al hombre civilizado, que nunca fijó en ella sus miradas dominadoras, se alzaba soberbia en contra de él, procurando atajarle y sobreexcitando su ánimo con la amenaza de mil peligros, ya verdaderos, ya exagerados por la fantasía.
Pero la misma idea de la elegancia aristocrática del traje le infundió un sentimiento algo exagerado del decoro y compostura que debía tener quien le llevaba puesto.
Había exagerado en un sentido opuesto...
En cambio, se suele informar al forastero, aunque nada pregunte, de cuanto ocurre en el lugar, exagerando por fachenda la riqueza y prosperidad de sus habitantes.
Esta crecidísima cifra, que parecerá exagerada al que no ha visitado Lóndres, no sorprende en modo alguno al que ha visto el número extraordinario de vapores que durante todo el dia cruzan el Támesis, conduciendo generalmente cada uno cuantas personas cojen sobre los puentes.
Pues él veía, por el contrario, una muchacha demasiado tímida y reservada, de una prudencia exagerada para sus años.
" Era de notar ver a mi amo tan quieto y religioso, y a mí tan travieso, que el uno exageraba al otro o la virtud o el vicio.
Muchos dan escándalos por sus vicios exagerados hasta la monstruosidad, pero ninguno se ha distinguido como jugador.
Casi todos los Valcárcel eran buenos mozos, aunque no tanto como el abuelo heroico, esbeltos; pero de palabra tarda, ceño adusto, voz ronca, trato oscuro y orgullosos sin disimulo; distinguíanse también por su apego exagerado a la capa, cuyo uso era excusado la mayor parte del año en los poblachones bajos, templados y húmedos, donde solían buscar novias.
Desgraciadamente siguieron las huellas del maestro poetas adocenados y pobres de imaginación, que exageraron hasta lo sumo sus locuras y caprichos, dando tortura á las palabras y acumulando obscuras metáforas y voces nuevas y disparatadas.
Era cosa de risa ver cómo volaban los tiestos hechos añicos, y rodaban las cacerolas de cobre, y los dos gañanes de Van Oustade, deformes y ridículos, repartían mojicones, menudeaban puñadas y exageraban con lo grotesco de la actitud su simiaca fealdad.
Nosotros, adviértase, poseemos un ídolo muy interesante de Tinogasta, el que es un cuerpo humano, pero con cabeza redonda de loro, con cejas arqueadas en relieve, las que forman perfectamente el pico del ave, y con ojos grandes, vivos y salientes, exagerados con el relieve; y el hecho de carecer de boca, es una prueba más de que lo que se ha querido reproducir es un pájaro simplemente provisto de pico.
Exageraba sin duda su inferioridad, y su desaliento le hacía huir del trato social.
Tissot exageraba de tal manera la eficacia de este medicamento, que creia incurable toda convulsion que se resistiese á su uso, como si todas las convulsiones tuviesen un mismo carácter y reconociesen una misma causa.
No negaremos, sin embargo, que se ha poetizado la figura de la reina indígena, exagerando a la vez el rudo gobierno de los españoles; pero insistiremos en que los Católicos Monarcas no fueron siempre y en todos los casos caritativos y piadosos con los indios.
; no digamos semejante blasfemia, pero reconozcamos que hay sobrado desprecio por lo nacional é inclinación decidida y admiración exagerada hacia lo extranjero.
Su energía, en una tensión exagerada desde hacia tantos días, semanas y meses, amenazaba con quebrantarse en el momento decisivo.
Exageraron desde luego la tendencia, puesto que su objeto respondía á sobreexcitar la atención por medio del recargo llamativo, y hasta parece que hubo, bien que por el lado de la suntuosidad solamente, un vago intento de restauración bizantina en esta parte.
le era imposible conciliar el sueño; así que, para distraer su espíritu y alejar las tristes ideas que se exageran durante la noche, púsose á trabajar en su solitario gabinete.
La ambición vulgar de mando, los compromisos de una política interior bastarda, y el desorden consiguiente en el manejo y empleo de las rentas, son las causas principales del descrédito, exagerado á veces por el interés y por la pasión, que de vez en cuando se une al nombre de algunas de estas repúblicas.