35 Adjetivos para describir ronquidos

Muchos hombres dormían tendidos en sus esterillas con un ronquido fatigoso, aspirando a ras de tierra las emanaciones asfixiantes del rescoldo de boñiga.

Cuando volví en , me encontré dentro de una cabaña en el centro de un bosque; estaba en un lecho de pieles de búfalo, y enteramente solo: era de noche: una lámpara de hierro puesta sobre una piedra, alumbraba la cabaña: junto á , tendido en el suelo, y echada la cabeza sobre el lecho, dormia un hombre, y únicamente sus fuertes ronquidos interrumpian el profundo silencio que reinaba.

Las corrientes que se precipitaban por ellas despertaban en su seno extraños y confusos rumores, que unas veces semejaban los ecos lejanos de un trueno, otras los ronquidos profundos de un órgano.

Al poco rato sonaban sus ronquidos brutales, mientras la madre, abrazando al pequeño, lloraba sobre su cabeza silenciosamente.

Quedábase Lucía muchos ratos mirando al molino, sentada en el ribazo opuesto, arrullada por el ronquido cadencioso de la rueda y por el blando chapaleteo del agua batida.

Cuando se hubo terminado la misa, estallaron los cohetes, las gaitas del país dejaron oir su ronquido característico, y la gente se agolpó, saliendo en tropel, la novia rodeada de sus amiguitas, que pellizcaban pétalos y gromos de azahar y la besuqueaban.

Un ronquido continuo, un estertor de pobre bestia agonizante salía de su boca espumosa.

Exalaba éste un ronquido desapasible, erizábansele los cabellos i empalidecia como una estátua de mármol.

Continuaba su ronquido desgarrador.

La señora estaba en la cama, con los ojos cerrados, la frente envuelta en lienzos que exhalaban un olor fuerte, la boca lívida, entreabierta por un ronquido doloroso.

Á pesar del rumor del oleaje, oía los ronquidos de la tripulación, dormida casi á sus pies.

Conforme avanzaba el día y la luz azulada del amanecer tomaba los tintes rosados y calientes de la mañana, aumentaba en las calles el ronquido estrepitoso de los tambores, el toque de cornetas y las marciales marchas de las músicas, como si un ejército invadiese el Cabañal.

Sentado allá en el templete griego de su fundo de Arbín, entre Pan y las Ninfas, D. César de las Matas también oyó el ronquido estridente de la máquina.

¿No oyes un ronquido extraño?

Los sollozos de Clementina y Marcela cortaban por intervalos las notas de aquel ronquido fatal.

¡Iba a dormirse! Temía que de pronto un ronquido grosero cortase esta música incomprensible para él, y que, por lo mismo, debía ser magnífica.

Para cubrir los ronquidos imperiales y los ayes de la víctima, el pontífice dispuso que los músicos adscritos al templo de Helios tañesen flautas y agitasen sonajas violentamente.

Y el cura don Miguel había seguido yendo con constancia a la tertulia, si bien los diálogos sabios del Padre y de doña Luz le magnetizaban y embelesaban de tal suerte, que a los pocos minutos de empezar a oírlos, solía quedarse profundamente dormido, acompañándolos y animándolos a veces con una música de ronquidos interminables y sonoros.

Interrumpo la interesante sesión de sobremesa para ganar mi cuarto deliciosamente entibiado por el calorífero, y, después de esta jornada de ferrocarril, solicito el dulce sueño, leyendo una traducción inglesa de la Atala, de Chateaubriand, que he encontrado en una librería de Boston; en tanto que afuera la tempestad de nieve sacude los abetos seculares, arrancándoles gemidos que, por instantes, cubren el ronquido lejano del Niágara.

El ronquido, manchado por una espuma de saliva, volvió a pasar entre los labios de Volfani: De los ojos nublados se desprendieron dos lágrimas que corrieron escuetas por las mejillas de cera.

ya reverdecen mis males en pasiones, como la salamandria en el fuego, me crio para fenecer, como el cisne, en canciones doloridas; ya espiró mi remedio, desahuciado soy; crecido mi pecho fasta el tristísimo Oresmon con ronquidos mortales.

En el sillón de lona que un vago balanceo columpia blandamente, junto con el ronquido narcótico de la hélice, la siesta meridiana os aletarga en un delicioso entorpecimiento, abdicación gozosa del querer y pensar, en el vacío de una fantasía apenas esbozada, que flota abandonada y pasiva, bajo el aliento de este sopor más reposado que el mismo sueño.

Y cual trompeta gloriosa que anunciaba por anticipado el triunfo de Pimentó, empezaron á sonar los ronquidos de Terreròla el pequeño, caído de bruces sobre la mesa y próximo á desplomarse del taburete, como si todo el aguardiente que llevaba en el estómago buscase el suelo por ley de gravedad.

El mar rasgaba la obscuridad con un ronquido plácido, cuya ondulación iba rompiéndose en todos los salientes y recovecos de la costa.

Pero cerca de la entrada del puerto oyó un poderoso ronquido que conmovía las aguas, como si el suelo del mar se estuviera desgarrando.

35 Adjetivos para describir  ronquidos