El moreno seductor quedó cohibido por la escandalosa publicidad con que acogía esta señora sus insinuaciones misteriosas.

El señor cura—agregó Su Ilustrísima con bondad,—se vanagloria demasiado de su acción benéfica y le da publicidad excesiva, presentándola de un modo dramático y teatral, con lo que aquélla pierde un tantico de su gran mérito y espontaneidad evangélica.

¿No es esto lo que aquí en la Metrópoli se ha hecho por el Ministro de Fomento y el de Gracia Justicia, que además ha cuidado de preparar otras medidas de no mayor gravedad que la que estudiamos ahora, con interrogatorios dirigidos á todas las provincias de España y destinados á una completa publicidad?

La fuerza era inútil; había que idear alguna estratagema y yo tenía ya un proyecto en embrión; pero me veía muy contrariado por la publicidad dada a mi salida de la capital.

Establecido el silencio, los secretarios proclaman los remates hechos y su término medio, para dar á la operacion la debida publicidad, porque es de advertir que estas sesiones son privadas del colegio; el público no tiene derecho á asistir á ellas, pero sí los extranjeros que, como se sabe, tienen acceso á todas partes, en medio de particulares consideraciones.

Sí, se había creído prostituida; aquella publicidad devota le parecía una especie de sacrificio babilónico, algo como entregarse en el templo de Belo para la vigilia misteriosa.

El príncipe fue justo, y contestó inmediatamente haciéndose cargo de esta exigencia de honor, desde el momento en que la publicidad hecha en los periódicos liberales, había colocado a mi hijo en una situación tan especial.

Y en fin, al más ocultado delito sucede de ordinario la más infame publicidad del castigo: Ocultam culpam sequitur aperta percussio.

Y le envío, en su consecuencia, una copia de esta carta, para que se sirva remitirla al Presidente señor Estrada Palma; ordenando al mismo tiempo la inmediata publicidad de la misma.

Por más que se hizo, no se pudo ocultar la terrible catástrofe á Serafina; y lo peor fué que, por la inmensa publicidad que el suicida había dado á la noticia, tardó muy poco en llegar á conocimiento de la santa esposa la causa del suicidio.

Si me querian bien, debian dejarle dar á mis versos la más lata publicidad, etc.

En Brusélas no solo se publican muchos periódicos diarios, revistas, libros y folletos nacionales, sino que buscan seguro asilo innumerables escritores que carecen de libre publicidad en su patria.

Se encuentra larga lista de escritores y poetas, hechos a la manera de aquel incansable obrero de la publicidad chilena, tan lleno de buenas intenciones, que fué el finado don Pedro Pablo Figueroa.

Diríase que su papel de taumaturgo le es algunas veces insoportable, y que trata de dar la menor publicidad posible á las maravillas que en cierto modo brotan bajo la huella de sus piés.

Como en danza de la muerte, no hay quien escape de hacer su mudanza al son de la moderna publicidad, que cual la muerte á todas partes llega y á nadie olvida.

Prueba de ello es el escaso número de obras presentadas, cuando en cualquier otro concurso, anunciado con la necesaria publicidad, se cuentan por millares.

Sea como sea, no reconozco el derecho que podais tener á contradecir cosas de notoria publicidad que son del dominio de todos.

Después de treinta años de la obra corruptora, nefaria, dañina y secreta del gobierno, por un lado, y, por el otro, de la publicidad oficial y oficiosa de los maravillosos progresos de México,

Hasta ahora, que sepamos, ningún libro especial se ha dado á los vientos de la publicidad referente á la vida del ilustre benedictino; por lo que nos proponemos transmitir su nombre á la posteridad, ya que supo hundir su mirada escrutadora en las obscuridades del pasado y hacer revivir los hechos más gloriosos de nuestra historia regional.

Se encuentra larga lista de escritores y poetas, hechos a la manera de aquel incansable obrero de la publicidad chilena, tan lleno de buenas intenciones, que fué el finado don Pedro Pablo Figueroa.

Ambos casos forman un paralelo, con la diferencia de que no se ocuparon en el asunto de Martínez, por ignorarse que el asesinato era de carácter político, mientras que al asesinato de Barillas la prensa de México y la Prensa Asociada le dieron una publicidad universal.

En 2004, el mercado es primero la publicidad comercial, con la venta de carteles pequeños que funcionan con baterías.