Una pareja de guardias de caballería permanecía al lado de la verja del jardín manteniendo el orden en los coches, ayudada de algunos agentes de orden público.

Sintió Edwin una tierna conmiseración por los dos amantes, un deseo de protegerlos, de facilitar su entrevista, y para ello dejó caer sobre la mesa uno de sus brazos, colocándolo de modo que fuese como una barrera entre el ángulo donde quedaba la pareja con el grupo de servidores forzudos y todo el resto de la planicie.

Sintió frío en sus extremidades y que toda la sangre se le agolpaba al corazón viendo cómo se ocultaba la pareja en un tupido cenador de ramaje, al final de una avenida.

La pareja del gabinete levantaba el tono de su conversación á causa del ruido.

Tenía por pareja a sí mismo en aquel juego... «

La abundancia de las viandas corría pareja con la variedad de los platos.

Y sin romper el misterioso silencio de la danza sagrada, mientras se contoneaban, graves y meditabundos, con todas las potencias intelectuales fijas en el movimiento de los pies, reconocieron los dos la necesidad de no perder la pareja para seguir bailando eternamente.

Tres o cuatro calles atravesó la pareja sin decir palabra, y al llegar a un portal de mediano aspecto en la calle de las Huertas detúvose la muerta viva, y sin soltar el brazo del caballero, anunció con una sola voz el fin de la jornada.

Salieron las parejas al centro, elegidas con cuidado por el bastonero, entre los mozos y mozas de más fama.

Y así pasaba la pareja por todas las etapas que la maldita timidez de Juanito iba marcando, sin llegar a decidirse.

Por lo pronto, en esta vida disfrutaba ya la piadosa y optimista pareja de un anticipo, casi garantía, de lo que había de ser su futura posición en el empíreo.

Los enemigos de la revolución afirmaban que era más urgente que el divorcio dar una ley obligando á las parejas á casarse, pues la mayoría de las gentes del país, para evitar gastos y molestias, prescindían de las formalidades del matrimonio, viviendo en estado natural, como sus ascendientes.

Cuando la orquesta se calló, llevó a su pareja hacia un ángulo de la sala, y allí departieron un momento de pie.

La alfalfa verdeó parejo en 1.200 hectáreas, a manera de ensayo, y el trigo, la avena y el centeno, comenzaron a prodigarse, con buenos augurios, en predios de consideración.

¿Y cuál era, según la doctrina provenzal, objeto más digno de amor, hermosura más acrisolada y eminente, forma mortal más pareja del inmortal arquetipo: la belleza masculina o la belleza femenina?

Era una afición pareja a su vocación filosófica.

El obedeció, i sintiendo el suelo firme i parejo bajo su planta, echó a andar con rapidez.

Pía sobresaltada la miruella, guareciéndose en el desnudo bardal, ó cita cariñosa á su pareja desde la copa de un manzano; óyese, triste y monótono, de vez en cuando, el ¡tuba!, ¡tuba! del labrador que llama su ganado; tal cual sonido de almadreñas sobre los morrillos de una calleja...

Pero antes de que pudiera proferir palabra, Carolina apareció en el descanso de la escalera, contemplando a la pareja entre tímida y curiosa.

Tomás Chitling no ha hecho un solo punto y yo era su pareja contra el Camastron.

Otrosí dijo, que ponia en cabeza de Alonso Parejo al cacique Taoabá, Guaraní de las islas del Paraná, con todos los indios sugetos al dicho cacique.

Se canta dando vueltas y cuando llega cierto pasaje convenido los que están dentro eligen con un signo de la mano pareja entre los de fuera, se rompe el círculo y bailan uno frente a otro abrazándose después para dar las últimas vueltas.

¡No se fatigaba, no, aquella gallarda pareja por lo agrio de la cuesta! Sus piernas la conocían bien y cada piedra podía dar testimonio de la presión de sus pies.