1727 oraciones de ejemplo con camisas

Saborear la mejor perdiz y la mejor lamprea de la plaza y usar con codos y rodillas la mejor batista, y enredar los dedos entre los mejores encajes, y derramar por sábanas, camisas, corsés, medias y pantalones, las esencias más caras, con profusión, causando el asombro de Eufemia, era género de delicia que se aumentaba con la idea de la mala pasada que les estaba jugando a todos aquellos parientes, en particular a Bonis y a su tío.

Entregábase mientras tanto Miranda a la importante tarea de facturar el equipaje, no escaso, compuesto de dos baúles mundos, una sombrerera y un cajón especial de tela y cuero, a propósito para guardar de arrugas el planchado de sus camisas de vestir.

Las camisas presentaban coquetonamente el adornado escote, ocultando la lisa falda; los pantalones estiraban, simétricas y unidas, una y otra pierna; las chambras tendían los brazos, las batas inclinaban el cuerpo con graciosa laxitud.

Con gran deseo quedó el Caballero de la Triste Figura de saber quién fuese el dueño de la maleta, conjeturando, por el soneto y carta, por el dinero en oro y por las tan buenas camisas, que debía de ser de algún principal enamorado, a quien desdenes y malos tratamientos de su dama debían de haber conducido a algún desesperado término.

Le traían del extranjero docenas de docenas de camisas, que muchas veces amarilleaban olvidadas, sin estrenar, en el fondo de los armarios.

De pronto callaron tirios y troyanos, y se vio a los jugadores arrojar los tacos, abotonarse apresuradamente camisas y chalecos, volverse Leto de espaldas, recoger de encima de una banqueta su americana, y, muy acelerado, embutir el cuerpo en ella.

A quién se encargarían los juegos de sábanas de batista, a quién los ordinarios, quién haría las camisas, dónde se comprarían los manteles, etc., etc.

Tengo bastantes camisas para él y para ... ¡Sobre todo, si le gustan de cuello bajo!...

Seis veces cada día pasa la diligencia roja, coronada de pasajeros, vestidos con camisas rojas, saliendo de improviso por los sitios más extraños, y desapareciendo por completo a unas cien yardas del pueblo.

É siendo ansí lavados, hánse de vestir otras camisas preciadas, y ansí vestidos, sus parientes los apedrean con unas tunas, y cada pariente, ansí como le haya apedreado con las tunas, sean obligados á les ofrecer á los tales noveles ciertas joyas é piezas de ropa, é denle ansímismo, en fin desto, á cada uno destos noveles, una honda.

Abrazóles S. S., el Sr. Arcediano y oficiales, con repetidos vivas; batíose el real estandarte; y mandó S. S. vistieran á los principales de uniforme, repartiéndose à todos los demas que no estaban vestidos, camisas, solapas, calzones, ponchos y sombreros, carne y bizcocho para aquel dia: se les dieron en pie 4 reses.

Yo me acosté con harta tristeza, y el soldado llamó al huésped y le encomendó sus papeles en las cajas de lata que los traía, y un envoltorio de camisas jubiladas.

Los escarpines, primero son pañizuelos, habiendo sido toallas, y antes camisas, hijas de sábanas; y después de todo, los aprovechamos para papel, y en el papel escribimos, y después hacemos dél polvos para resucitar los zapatos, que de incurables, los he visto hacer revivir con semejantes medicamentos.

[imagen] INDICE TOMO PRIMERO I De lo que aconteció á un sobrino por no encontrar á tiempo á su tío II Interioridades reales III En que se demuestra lo perjudiciales que son los lugares obscuros en los palacios reales IV Enredo sobre maraña V ¡Sin dinero y sin camisas! VI Por qué el tío daba de comer de aquella manera al sobrino VII Los negocios del cocinero del rey.

, prohibiendo también á las mujeres el uso de objetos de metales ricos, de camisas bordadas de oro; extremando estos rigores hasta en las comidas, en las fiestas de bodas y en la manera de vestirse los vencidos sarracenos.

¿Le gustan las camisas abiertas, D.ª Demetria? Vaya, vaya, callen los novios y empiece ya

Sea amortajado el difunto en tres lienzos, ó cinco, ó siete, blancos, hechos tiras, ó camisas una sobre otra de grado en grado... pónganle olores buenos en los lugares del çuchud (por los cuales entendemos las partes del cuerpo con que se hace la postracion ó acto de humillacion en tierra, que es una de las posturas de la azala), y llébenle á enterrar quando aya pasado la ora del açala sobre él, etc.

Encárgase en él al abad que á cada religioso los efectos siguientes: dos camisas, dos túnicas, dos cogullas, dos escapularios, cuatro pares de calzas, dos de calzoncillos, dos de zapatos.

Una casaca con dos botones al rabo, que muestra que en sus tiempos fué jaquet; chalecos multicolores de una antigua moda, camisas que rebalsan y pechos pelados al descubierto.

Si mandaba limpiar los cristales era para que él no advirtiese que estaban empañados; si leía en el libro de cocina era para aprender algún plato que á él le gustase; la ropa que cosía era la de él, y de él era la cadena que limpiaba con polvos, y el pañuelo de seda que mandaba lavar á la doncella, y las camisas que enviaba á componer, porque ella no se creía con méritos para hacer competencia al camisero, no por falta de voluntad.

Sin embargo, ha llegado á mis oídos que alguno de los jefes actuales del socialismo español tiene camisas de noche y de vestir, y no sólo camisas, sino también fincas urbanas, y que es un despiadado casero que envía á sus inquilinos el recibo indefectiblemente el primero de mes á la hora del almuerzo para que pierdan el apetito y se les indigesten los filetes empanados.

Sin embargo, ha llegado á mis oídos que alguno de los jefes actuales del socialismo español tiene camisas de noche y de vestir, y no sólo camisas, sino también fincas urbanas, y que es un despiadado casero que envía á sus inquilinos el recibo indefectiblemente el primero de mes á la hora del almuerzo para que pierdan el apetito y se les indigesten los filetes empanados.

Son éstas las que enseñan la doctrinacontestó el de la gorra; de vez en cuando regalan sábanas y camisas a las mujeres y a los hombres.

De vuestras camisas ó pasteles nos mostrá, señora, y máxime si son de mano desa hermosa.

¡Pero qué digo! Sonia hizo media docena de camisas de holanda, para el consejero de Estado Ivan Ivanovitch Klopstok; usted habrá oído hablar de él; pues bien, no sólo está esperando aún que se le paguen, sino que la pusieron a la puerta llenándola de injurias, so pretexto de que no había tomado bien la medida del cuello.

1727  oraciones de ejemplo con  camisas