47 Metáforas para maestras

La maestra de escuela es ahora mi hermana; su desgracia me mueve á darle este título y con él mi protección declarada, que irá hasta donde lo exijan el honor de un nombre y el decoro de una familia.

Este dato bañó de luz el tenebroso asunto; ya no había duda: la maestra era la inteligencia y Rufo el brazo que había cometido el delito.

Y lo poneintervino la maestra de piano; pero debía ser desde el compás anterior....

En la escuela, la maestra yacía sin sentido sobre el pupitre, herida también por la exhalación, que respetó, sin embargo, al maestro.

El maestro ha de ser un agricultor que se ha educado convenientemente en la Quinta Normal, i que ha traido de este depósito central plantas para propagar, i tiene interes en derramar a su alrededor los medios de cultura que está destinado a difundir.

El maestro era un aldeano bastante bárbaro.

El maestro don Mariano Arizmendi fué para un amigo.

El maestro alemán fue su segundo amor.

EL MAESTRO VILCHES El caso ocurrido con el padre, maestro Vilches, del convento de Nuestra Señora de la Merced calzada, es digno de ser recordado, porque, en verdad, tiene interés y curiosidad.

El maestro, don Hilario, era un castellano viejo que se había empeñado en enseñarnos a hablar y a pronunciar bien.

Padre y maestro no puede ser; nadie puede ser maestro de sus hijos, nadie puede ser padre de sus discípulos; los maestros deberían ser célibes, neutros más bien, y dedicar á padrear á los más aptos para ello; , , hombres cuyo solo oficio fuera hacer hijos que educarían otros, dar la primera materia educativa, la masa pedagogizable...

Luego algunos letrados le dieron la siguiente respuesta, digna de su tolerancia confucista: Nuestros maestros son los chinos.

El Maestro... es un coloso.

El «maestro» Thigi, director de la única banda de música que había en el pueblo, era compositor y perecista.

Esto no lo digo porque el Maestro ha de dançar de ordinario, ni es razon que dance con sus discipulos, porque es desautorizarse, como tambien lo es, quitarse el ferreruelo para dançar en casa de los discipulos quando da licion.

El maestro dirigíase a las afueras de la ciudad para dar un largo paseo.

De todos modos admitíase en un sentido idealista que el Maestro estaba con sus discípulos y estaria hasta el fin[180].

Antes que nada, el maestro debe ser educador de la conciencia infantil y juvenil; más que nada, la escuela es un fundamento de moral.

En el momento que sus miradas se cruzaron, el maestro fuese a su encuentro derechamente.

Un dia le encontré en la calle i me dijo que buscaba a un carpintero para que acomodase una gran parte que se habia caido del altar del oratorio de su señor, porque el maestro que trabajaba en su casa estaba aquella vez mui enfermo: aprovechando yo la oportunidad, me le ofrecí, i con pocas instancias logré que me diese aquella ganancia.

El maestro debe ser un faro que nos guíe, no un harpón que nos desangre.

El maestro de escuela es generalmente una figura importante entre el círculo femenino de una comunidad rural, donde se le considera una especie de caballero desocupado, de mucho gusto y talento muy superior a todos los burdos zagales de la comarca, y solamente inferior al párroco en conocimientos.

Algunos maestros eran con frecuencia incapaces y muy a menudo positivamente iletrados; y sus enseñanzas, salvo algunas excepciones, pobres y superficiales.

Miau es un hipócritadijo el maestro, y Cadalso no supo contener su aflicción oyendo en boca de D. Celedonio el injurioso apodo.

La verdad del cuento es que aquel maestro Elisabat, que el loco dijo, fue un hombre muy prudente y de muy sanos consejos, y sirvió de ayo y de médico a la reina; pero pensar que ella era su amiga es disparate digno de muy gran castigo.

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