192 Adverbios para describir cómo hubiera

Más allá había otra tienda obscura, estrecha y casi subterránea en que se vendían papel, tinta y cosas de escritorio, amén de algún braguero ú otro aparato ortopédico de singular forma.

, á pesar de que no había nadie cerca del gigante, y añadió con voz tenue: Gentleman, le amenazan grandes peligros y vengo á anunciárselos, aunque ignoro, por desgracia, cómo podré defenderle de ellos

Estaba descontenta de misma; tal vez doña Rebeca tenía un poco de razón; acaso había algo de ingratitud de su parte en aquella involuntaria fatiga que le causaba la ropa negra, vieja y pesada.

Esta mar, es decir, cuanto de ella abarca la vista de un marinero desde la punta de Cabo Mayor; sus celajes, sus pescados, sus brisas y sus tormentas; las costeras del besugo, del bonito, de la sardina; los asuntos del Cabildo; el escaso valer del otro (jamás hubo avenencia entre el de Arriba y el de Abajo), y lo poco más que pudiera relacionarse con estos particulares, eran el mundo de estas honradas gentes.

No lejos, diseminados a uno y otro lado, hay unos cuantos pabelloncitos con su jardín enverjado.

Pues qué, ¿no saben ustedes?decía bajando la voz y haciendo unos gestos dignos del único espartano que, escapado en las Termópilas, llevó á Atenas la noticia de aquella catástrofe memorable.¿No saben ustedes? Pues no hay más sino que mañana habrá procesión cívica en honor de Riego, cuyo retrato será paseado por todas las calles de la Corte.

Desde la barandilla del faro, el espectáculo es extraordinario; abajo, al mismo pie del promontorio, hay una sima con fondo de roca, y allí el agua, casi siempre inmóvil, poco agitada, es de un color sombrío; a lo lejos, el mar aparece azul verdoso; cerca del horizonte, de un tono de esmeralda.

No; ciertamente que no ... con todo hay ocasiones en que uno debe estar tan absorbido, que necesariamente olvida cosas tan vulgares como el almorzar y el comer.

Seguramente habrá mil contrastes más raros; pero no puedo hablar sino de lo que he visto en veinte y cuatro horas que vivo en Paris, y me parece que una regular indulgencia no podria exigirme más.

El padre Lacueva, y tambien uno de los intérpretes que me acompañaban en mi espedicion á Moxos, me han asegurado que el naturalista Hainck, al ver esta planta por la primera vez, trasportado de admiracion, se habia puesto de rodillas para dar gracias á la Providencia por una creacion tan prodigiosa; y efectivamente, nada hay comparable á la alta idea que nos da esta planta de la fuerza productiva de la vegetacion.

Hechada su gente en tierra, hechó á fondo sus navios, con que forzosamente hubo de vencer, ó morir; pero este tenia mas confianza y razon de vencer, porque llevaba consigo treinta mil hombres, y la guerra solamente contra Cartago.

Insinuó la conveniencia de guardarlo por mucho tiempo, hasta saber, gracias á su cultura, los adelantos realizados en el mundo de los hombres monstruosos, y copiar lo que resultase aprovechable, si es que realmente había algo digno de imitación, lo que le parecía algo problemático.

Por eso hubo, naturalmente, aquel gran pronunciamiento, y todo lo variaron, hasta los nombres de los meses, señores, y hasta abolieron la vara de medir y pusieron el metro, y la religión también fue abolida, celebrándose las misas, naturalmente, a la diosa Razón».

En los estados del sur, donde se ha estimulado altamente la inmigración, hay probablemente unos 200,000 alemanes.

Hay actualmente en cada mision un maestro de escuela que enseña á leer y escribir el castellano; pero bien se calcula cuanto deben ser ineficaces sus esfuerzos, entre gentes que hablan un idioma distinto.

Afortunadamente había en nuestro mundo algo más que hombres.

Murmúrase si lo gasta con una vecina...; porque también por acá hay sus gatuperios, como en la ciudad....

Al amanecer de este dia marché y llegué á las once y media al Valle Hermoso, en donde hice alto por ser ameno, pues le rodean dos arroyos, de los rios el Cobre y Santa Helena; y asimismo hay una laguna de media legua de largo, capaz por su fondo de recibir un barco de los del Rio de la Plata: y á poca distancia del camino se hallan unas salinas, y para pasar á las Diaretas, donde hice noche, hay que pasar una ladera, ó cerro muy encumbrado.

Es el talento que la víbora tiene en saber picar; pero indudablemente hay allí un talento asombroso.

Y precisamente había adoptado, desde el primer momento, la línea de conducta más opuesta.

Se trasluce entretanto el proyecto ... se suscitan persecuciones ... hay encierros a pan y agua en calabozos subterráneos, hay vapuleo no pocas veces ... y si desgraciadamente hubiera esto para nosotros, no yo luego cómo nos habíamos de casar.

¡Todo secreto puede ser un tesoro, y quien lo cuenta se queda sin él! Hay, empero, ocasiones en que se hacen cambios de secretos sumamente 05 útiles.

No brilla para nuestros ojos, sino para otros ojos que hay más adentro, mucho más adentro; unos ojos que ven más allá, y que siempre ven, porque cuando no ven una luz, ven una sombra: cuando no ven, adivinan, creen y esperan.

¡Toda la noche no he oído más que aullidos! ¡He pasado toda la noche despertándome a cada momento! ¡Perros, nada más que perros ha habido anoche alrededor de casa! ¡Y mi mujer y mi madre han fingido el más perfecto sueño, para que yo solo absorbiera por los ojos los aullidos de todos los perros que me miraban!... * * * * * #7 a.m.

Y para no hay mañana, Ni hay ayer; Olvido el bien como el mal, Nada me aflije ni afana; Me es igual para mañana Un palacio, un hospital.

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