44 Metáforas para boca

Apénas me hubo visto uno de tres pastores que el ganado guardaban, cuando diciendo, to to, me llamó, y yo, que otra cosa no deseaba, me llegué á él, bajando la cabeza y meneando la cola: trújome la mano por el lomo, abrióme la boca, escupióme en ella, miróme las presas, conoció mi edad, y dijo á otros pastores, que yo tenia todas las señales de ser perro de casta.

La erupción no se hizo esperar; mi boca era un albañal.

Elena que era propensa a ellos, como una niña de pocos años, pronto se halló en su centro dejando pasar al través de sus ojos y su boca aquella infantil, inagotable alegría que formaba su principal encanto.

El loco proseguía en sus encarecimientos, diciendo: ¡La boca es un anillo! ¡La garganta es de un cisne! ¡Pues y estos ojos y estas mejillas!

Es una boca en flor la boca de la que alegre y viva toca el clavicordio de la abuela.

» León atravesó uno tras otro aquellos salones anchos, solitarios, vacíos de gente, lúgubres, vestidos de seda como príncipes amortajados, y en su grandiosa capacidad parecía que alguna enorme boca bostezaba.

mi boca es un broche... Únicamente le diré, y esto no porque a usted le pueda interesar, sino por mi propia satisfacción, que mi hermano se ha salvado; mi hermano está ya en camino de Marsella, de donde saldrá dentro de tres días para Filipinas; mi hermano no tiene mal fondo, y allá en aquellas tierras de salvajes mi hermano volverá en .

¡Qué cabellos, qué ojos, qué boca, qué tez, qué gentileza tienen algunas! Son hermosas como Niobe, dignas del amor de un dios olímpico.

¡Y una boca, aun cuando no tenga dientes, es una carga muy grande!... ¡Y lo mucho es poco, cuando se reparte! ¡Y si los reinos se deshacen, qué no será las casas!...

No le dió á éste gran cosa la vanidad por ese lado: en cambio, su boca era una carnicería, hablando, mientras acariciaba con la mano el cabo de una navaja que siempre llevaba asomando por el ceñidor, de la gente que él había despachado al otro mundo, no más que por tocarle con el codo al pasar, ó por no dejarle la acera libre, ó por mirar dos veces seguidas á la mujer que por él se moría.

Los dos dientes que en sus encías quedaban, parecían correr de un lado a otro de la boca, asomándose tan pronto por aquí, tan pronto por allá, y cuando terminaba su perorata con un gesto de desdén supremo o de terrible sarcasmo, cerrábase de golpe la boca, los labios se metían uno dentro de otro, y la barbilla roja, mientras callaba la lengua, seguía expresando las ideas con un temblor insultante.

Si lo ves, eres un charlatan á quien es necesario castigar; si no lo ves,el primer deber del Estado, es cerrarte la boca, para que con tu ignorancia no le eches á perder sus súbditos.

Callad por Dios, condesaexclamó el duque; lo que en vuestra bella boca es una chanza ligera, en las bocas de víboras que pululan en la sociedad, sería una mortal ponzoña.

Sus cabellos flotaban en ondas de oro salpicadas de perlas, sus ojos vertían raudales de luz celestial, su boca era una concha de nácar y su semblante iluminada por la luz prismática de la fulgente diadema, ofrecía todos los encantos de la mujer velados por la mística pureza de los ángeles.

Pilara les animaba, alabando el caldo, que estaba que se comía solo; al fin, el viejo, con más mundo y aplomo que los rapaces, se llevó la cuchara á la boca, y le imitaron, acompasadamente, cuidando, como manda la buena crianza, de no tragar aprisa.

Si no se obligan cuando son queridos, ¿Por qué tu lengua su traición perfila? Su pecho es Caribdis y una Escila, Donde nuestros deseos van perdidos, No te engañen, que no han de ser creídos Cuando su boca más dulzor destila.

De veras que estás loco... No me la dió tu boca, ni tu mano, ni tus ojos siquiera.

(Siguen hablando.) BERENGUELA (A DON SUERO.) Decidle que me enajena, decidle que le idolatro, que su voz me suena a trinos, que su boca es un edén, y que quiero, por mi bien, verme en sus ojos divinos antes que las cuatro den.

Pedro contempló aquellos ojos desmesuradamente abiertos, vidriosos y empañados, que miraban todavía al oscuro rincón: la nariz, que adquiría un tinte negruzco, y aquella boca entreabierta y todavía contraída por una sonrisa sobrehumana, como si hubiese sido provocada por una visión hermosa, por la vista de la felicidad existente más allá de la tumba.

Este extraño habitante del mar parecía, en efecto, un cilindro, provisto, en una de sus extremidades, de un círculo de tentáculos plumosos; pero carecía de cabeza y de ojos, y su boca era una especie de agujero.

Una misma boca expelía juicios técnicos sobre la brega y casi con las mismas palabras descabellaba á una familia.

que su boca era una flor, su saliva jarabe, sus labios nuez moscada y su cuerpo fino y flexible como una tierna rama de sauce.

La boca del Xaurú está en 16 grados 25 minutos de latitud austral: y en 320 grados y 10 minutos de longitud, contada desde la isla del Fierro hácia el oriente.

La boca es una hendidura abierta en el flanco del monte, como de doce pies de alto y otros tantos de ancho; dentro hay una bajada muy rápida y pendiente, como de cincuenta yardas, yendo a terminar la caverna en un abismo que lleva a profundidades desconocidas.

EL CABALLERO ¡No la nombres, boca miserable! ¡Boca de escorpión! ¡Boca de serpiente! FUSO NEGRO ¿Ya no somos hermanos?....

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