176 colocaciones para tuerce

Mientras Clementina saltó de gozo, pues había sentido siempre resuelta inclinación por su primo, á quien se llamaba en su casa el bello Roussel, Fortunato torció el gesto, pues se sentía menos que medianamente predispuesto al matrimonio, por sus ideas generales acerca del santo lazo y mucho menos aún por su gusto particular hacia la señorita Guichard.

El perro, que caminaba siempre delante, volviendo de vez en cuando la cabeza para ver si le seguían, llegó al puente, y en vez de bajar al barranco, torció a la izquierda caminando por la orilla del cauce unos quinientos pasos.

Una pelada roca, á cuyos pies tuercen éstas su curso, y sobre cuya cima se notan aún remotos vestigios de construcción, señala la antigua línea divisoria entre el condado de Urgel y el más importante de sus feudos.

A Mochi no le cayó en saco roto la idea; pero le torció el rumbo.

En lo del viaje largo has acertado, pues, sin duda, siendo Dios servido, dentro de cuatro o cinco días me partiré a Flandes, aunque me amenazas que he de torcer el camino, y no querría que en él me sucediese algún desmán que lo estorbase.

Nos dirigimos á las Tullerías y al Louvre, atravesamos el inmenso patio de este inmenso alcázar, torcimos á derecha para tomar el Puente Nuevo; á poco estábamos en el muelle de Voltaire, y luego en la famosa calle de la Universidad.

Vió el profesor cómo agitaba los brazos con violencia al hablar á sus compañeros del Senado, al mismo tiempo que fruncía el entrecejo y torcía la boca con un gesto de escandalizada severidad.

El criado siguió por los soportales, torció una esquina, y en una casa grande empujó la puerta y entró en un zaguán elegante, iluminado por un gran farol.

Y torciendo la cabeza hacia mi lado:¿Qué mira usted, el marco?

Al ser mencionado el puma, algunos volvían á sonreir torciendo sus ojos hacia Friterini.

Crece la algazara, y él, Torciendo las riendas de oro, 5 Marcha al combate crüel: Alza el galope, y al toro Busca en sonoro tropel.

Ella negaba que fuera a casarse y aseguraba que no torcerían su voluntad.

Se dieron algunos ansiosos chupetones, y uno de los zagalones con inclinaciones más señaladas a la retórica dejó al cabo escapar esta declaración inesperada: Me paece a , me paece a que si el tiempo no tuerce el hocico, en cosa de ocho días levantarán los trigos un par de palmos más... Es un decir, mayormente.

Todavía porfiaba mi marido, con la gorra en la mano, a querer ir acompañando al alcalde, viendo lo cual mi señora, llena de cólera y enojo, sacó un alfiler gordo, o creo que un punzón, del estuche, y clavósele por los lomos, de manera que mi marido dio una gran voz y torció el cuerpo, de suerte que dio con su señora en el suelo.

Y á esta hora comenzó á salir la procesion guiada por la plazeta de Sancto Domingo, á la calle del Colegio de los Teatinos, torciendo á mano derecha por la de Palacio, llevando por principio un estandarte de tafetan negro bien g

El presidiario se torció las manos, angustiado por su ignorancia, que él creía mortal.

Presintiendo lo que iba á ocurrir, torció Robledo su marcha, avanzando hacia la casa y colocando su caballo ante los últimos peldados de la escalinata de madera.

Marcharía sin despedirse de Emma, sin ver a su hijo, para que no le faltase valor ni su mujer tuviera tiempo de torcer aquella resolución irrevocable.

Marchaban graves, como si la costumbre de hacer miedo les impidiese sonreir; hablaban lentamente, escupiendo á cada instante, con voz fosca y forzada, cual si la sacaran de los talones, y se llevaban las manos á las sienes, atusándose los bucles y torciendo el morro con compasivo desprecio á todo cuanto les rodeaba.

El alcalde del crimen reclamó, en los primeros días, la persona del delincuente; pero fuese que Mariquita meditara que, aunque ahorcaran a su enemigo, no por eso había de recobrar la perdida trenza, o, lo más probable, que el influjo de su reverencia alcanzase a torcer las narices a la justicia, lo cierto es que la autoridad no hizo hincapié en el artículo de extradición.

Sólo se permitía de rato en rato el exceso de torcer el cuello, sacudir el hocico y rociar de baba y espuma los pantalones del jinete; pero aun esto mismo lo hacía con cierta docilidad afectuosa.

Si ante él sucedían tales cosas, a la mesa por ejemplo, Julián torcía la cara, haciéndose el distraído, o alzaba el vaso para beber, o fingía atender a los perros, que husmeaban por allí.

Otras veces alzaba la vista al cielo y miraba cruzar las bandadas de pájaros, volviendo los ojos conforme ellos torcían el raudo vuelo, y siguiéndoles hasta que sólo eran puntos temblorosos que se borraban sobre la inmensidad azul.

Había entrado en el túnel resuelta á salir libre de él, y nada torcería su propósito.

Pero no cabe duda que sus ojos no tropezaron con los del individuo, cuyo nombre ninguna de las dos mencionó, porque torció el ceño y dio claras muestras de su desazón.

176 colocaciones para  tuerce